“Quienes optan por la religión hoy, no están dispuestos a relegar su fe al ámbito privado”

Una investigación, publicada ahora como libro, retrata la vinculación del protestantismo con Barcelona. “Es fascinante la voluntad de estar y de implicarse en la ciudad”, asegura una de sus autoras.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 28 DE JUNIO DE 2018 · 12:00

La investigadora Anna Clot ojea uno de los ejemplares del trabajo en un café de Gràcia. / Jonatán Soriano,
La investigadora Anna Clot ojea uno de los ejemplares del trabajo en un café de Gràcia. / Jonatán Soriano

“Una realidad difícil de atrapar”. Así describe la investigadora postdoctoral y miembro del equipo vinculado a la Universidad Autónoma de Barcelona, Investigaciones en Sociología de la Religión (ISOR), Anna Clot, el mapa protestante de Barcelona. Clot y la directora del ISOR, Mar Griera, han publicado recientemente El protestantisme a la ciutat de Barcelona. Retrat d’un col·lectiu heterogeni (El protestantismo en la ciudad de Barcelona. Retrato de un colectivo heterogéneo), que es una investigación iniciada en el 2010 y actualizada en 2016 con motivo del 500º aniversario de la Reforma Protestante.

En un café en una plaza del barrio de Gràcia, Clot desgrana el binomio Barcelona-protestantismo a partir de los datos recogidos en la publicación. Un binomio que tradicionalmente se ha planteado como un segmento en la línea de la historia local pero cuyo peso en el imaginario colectivo de la ciudad va más allá. “Tengo la sensación de que, más que llegar y marchar, siempre ha estado presente de alguna manera y que forma parte de la ciudad”, dice Clot, a quien fascina “toda la fuerza y riqueza del tejido asociativo protestante en Barcelona”.

El libro está estructurado en cinco apartados, además de una conclusión. Juntamente con el formato de capítulo académico clásico, se entremezclan lo que definen como “viñetas” que corresponden a encuentros que han tenido con algunas personalidades destacadas del ámbito protestante local, como el fundador de la librería evangélica Abba, Joan González, la presidente de la Institución Bíblica Evangélica de Cataluña, Noemí Cortés, o la Iglesia Bautista Rumana, entre otros actores.

Un esfuerzo informativo que también alude al carácter histórico de las comunidades presentes en la ciudad, a sus rasgos distintivos y su idiosincrasia y, en general, a la visibilidad de su participación en la historia local. La que se construye día tras día.

 

El libro es un trabajo divulgativo sobre la situación actual del protestantismo en la ciudad de Barcelona, con apuntes de su historicidad. / J. Soriano

Pregunta: ¿Por qué esta investigación?

Respuesta: Es un encargo que nos vino desde la Oficina de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento de Barcelona, en el año 2010, ante el crecimiento de las iglesias evangélicas en la ciudad y cómo, proporcionalmente, en este crecimiento había un desconocimiento muy grande. Tanto por lo que respecta a la población como a los cuerpos técnicos. Y se nos encargó, como investigadoras, hacer una fotografía sociológica y distanciada de esta realidad de la ciudad que era tan desconocida y respecto a la cual sobrevolaban algunos estereotipos y estigmas. Se trataba de intentar conocer esta realidad tan plural y esta minoría que es la más numerosa. Entonces, tenía dos objetivos. Por un lado, intentar mapear este protestantismo en la ciudad y ver cómo se ubicaban las iglesias en los barrios, qué comunidades había, de qué tipo eran, qué idioma se hablaba, qué papel tenían las nuevas generaciones, el rol de la música, etc.. Comenzamos de una manera más cuantitativa para aclarar cuántas comunidades habían y quiénes eran, y después nos pareció interesante la parte más cualitativa, de profundizar y poner cara a este protestantismo, recogiendo también diferentes testimonios que pudiesen explicar desde su propia vivencia personal cómo era su experiencia de fe y de involucración en la ciudad. En definitiva, adentrarnos un poco en este mundo para conocerlo y dar una cierta coherencia porque, ya lo decimos en el libro, es extremadamente rico, complejo y siempre te queda esa sensación de que no le harás suficiente justicia. La idea era crear una herramienta divulgativa para dar a conocer y reconocer esta comunidad religiosa a la ciudad y, a la vez, que también pudiese servir de documento para la Administración de cara a trabajar con estos colectivos que en muchos casos tienen una gran presencia en los barrios de la ciudad.

 

P: Entonces puede servir de acercamiento a una persona que no conoce nada del protestantismo.

R: La voluntad que hemos tenido ha sido recoger la parte histórica y reflejar, dentro de nuestras posibilidades, esa riqueza y complejidad, teniendo en cuenta que no es un trabajo erudito sino de divulgación y accesible. Nosotras nos damos por más que satisfechas si el objetivo final es el que tú planteas. Y que pueda suscitar preguntas o ser, quizás, un punto de partida para mirar la realidad del barrio o relacionar cuestiones. A mí me ha pasado con el Hospital Evangélico, que siempre paso por delante y resulta que está muy vinculado a la historia de la ciudad.

 

El proyecto comenzó en 2010 y ha sido actualizado entre 2016 y 2017, con motivo del 500 aniversario de la Reforma Protestante. / J. Soriano

P: ¿Qué ha sido y qué es el protestantismo para Barcelona?

R: Es difícil hacer un resumen e invitaría a quien quiera profundizar en ello a leer el libro en sus dos partes. Una primera parte, que encuentro fascinante, es la vinculación histórica del protestantismo y la ciudad. Me ha parecido muy enriquecedor conocer a los primeros misioneros que vinieron en las diferentes oleadas de llegadas a la ciudad, con esta presencia tan histórica y al mismo tiempo tan invisible pero tan decisiva, porque han tenido un papel muy importante en conflictos sociales y políticos, como la Guerra Civil, en la educación, en el sufrimiento de la represión franquista. Las iglesias han tenido un papel decisivo y constante en los diferentes momentos y la idea también ha sido leer la ciudad desde esta mirada, de cuál ha sido el papel que han tenido las iglesias evangélicas en los grandes acontecimientos históricos que han habido.

La segunda parte se concentra en el papel tan importante de las iglesias respecto a los movimientos migratorios, que han modificado el tejido social de la ciudad. Las iglesias también han asumido esta realidad y se han reposicionado en todo esto y también en temas sociales, a nivel de implicación y de reflexión sobre estas cuestiones. Quizás la conclusión más destacada es su papel decisivo, su riqueza y su complejidad. Es una realidad difícil de atrapar.

 

P: ¿Cómo ha sido la evolución hasta llegar al presente?

R: En el libro dividimos cuatro etapas. La primera hace referencia a la semilla del protestantismo barcelonés, es decir, dónde ubicamos históricamente las primeras comunidades y los primeros misioneros que llegan. Después vendría el periodo de la clandestinidad y la recuperación de las actividades. En tercer lugar hablamos de todo el cambio con la democracia y la institucionalización con las leyes que reconocen a las minorías. Y por último, el nuevo milenio con las oleadas migratorias. Seguramente son cuatro etapas a grandes rasgos y, dentro de cada una intentamos recoger algunos matices, siempre teniendo presente que hay trabajos propiamente históricos que tienen esta voluntad de profundizar en ello. Nosotras hemos recogida la parte histórica para poder entender y explicar mejor la actualidad, que es donde se enfoca este trabajo.

 

El equipo de Investigaciones en Sociología de las Religiones estudia la realidad de diferentes minorías. / J. Soriano

P: ¿Qué es lo que encuentra el protestantismo en Barcelona para establecerse en la ciudad?

R: Tengo la sensación de que, más que llegar y marchar, siempre ha estado presente de alguna manera y que forma parte de la ciudad. Quizás aquí ha habido, no el error, sino la percepción de que se trata de algo nuevo. Y es que los barceloneses tienen múltiples identidades y diferentes adscripciones religiosas, y creo que eso va muy ligado al peso que ha tenido el catolicismo a equiparar ser de un lugar con tener una creencia determinada. De hecho, si miramos no sólo al protestantismo, sino también a otras tradiciones religiosas, forman parte de la ciudad y de su configuración social y religiosa, por tanto diría que es algo intrínseco en lugar de excepcional o nuevo.

 

P: Durante el acto de conmemoración de la Reforma en el Ayuntamiento, Mar señaló que la ciudad tiene deudas con las minorías, como el protestantismo. ¿Qué deudas?

R: Hemos intentado dar voz al mundo protestante para que pudiese explicar estas deudas. Se habla mucho de restitución y de agravamiento comparativo que tienen una mirada histórica, en relación al pasado monoconfesional de la ciudad. Es la idea de que hay una cuestión de reconocimiento del papel que las comunidades protestantes han tenido en la ciudad.

 

P: Me llama la atención que destaquéis el compromiso social y democrático del protestantismo en la ciudad. ¿De qué manera podemos verlo a día de hoy?

R: Pues con toda la fuerza y riqueza de su tejido asociativo. El protestantismo en Barcelona tiene un tejido asociativo extraordinario y que abarca diferentes ámbitos. Desde la educación a toda la dimensión asistencial, ya sea a nivel local como en muchas causas globales. El mismo papel que la Cruz Roja tuvo en la época de la Guerra Civil y cómo esta herencia de implicación social y de compromiso político con la ciudad también se traduce hoy con toda esa red tan grande de entidades sin ánimo de lucro y de grupos en diferentes barrios que tienen esta implicación. Toda la cuestión de los refugiados. Al realizar la actualización del trabajo en 2016, diferentes entrevistados nos explicaron cómo se habían organizado y qué papel habían tenido en dar respuesta a todas estas cuestiones que no tan sólo hablan de Barcelona sino a nivel global. Diría que este tejido asociativo es sorprendente y, a veces, invisible, en el sentido de esta presencia y de la voluntad de ir más allá de la puerta de la iglesia. O también la presencia en las instituciones públicas, con la voluntad de ofrecer asistencia religiosa que no siempre es fácil. En definitiva, la voluntad de estar y de implicarse en la vida de la ciudad.

 

El ISOR está trabajando en un nuevo proyecto sobre religiones y espacio público. / J. Soriano

P: ¿Cómo observa una persona que está en constante contacto con diferentes sensibilidades religiosas el planteamiento de que la fe es una cuestión exclusivamente privada?

R: Justamente en el ISOR estamos trabajando ahora un proyecto sobre religiones en el espacio público y precisamente, a nivel de Barcelona pero también conectando con investigaciones de nivel internacional, lo que estamos observando es que quienes optan por la religión hoy, no están dispuestos a relegar su fe al ámbito privado sino que desean formar parte como actores sociales y cívicos, incluso políticos, en la ciudad. Es decir, respecto a la idea que ha habido sobre que la religión era algo privado y separado del ámbito publico, estamos viendo en los últimos años una mayor presencia, no sólo de protestantes, sino de otras comunidades religiosas que reivindican este derecho a la ciudad. No sólo a poder mostrar la fe en público sino también a ver el ámbito público como un espacio de discusión democrática donde el hecho de ser religioso puede tener implicaciones con una voluntad de ser actores políticos, sociales y cívicos de la ciudad.

 

P: ¿El trabajo recoge el análisis que hacen las comunidades protestantes de Barcelona sobre las acciones de la Administración pública en materia de pluralismo?

R: Lo que recogemos de las voces protestantes es que, en general, hay una valoración por los esfuerzos que se están haciendo a nivel de Administración por el reconocimiento del colectivo. Como trabajo pendiente, recogemos la idea de que constantemente los protestantes deben reivindicar su lugar en la sociedad, que es algo que no se da por hecho y que todavía reclama esta actitud activa. También el hecho de que, a veces, no se les reconozca lo suficiente. Una de las cuestiones que es más crítica es toda la legislación de centros de culto y las dificultades para abrir nuevos espacios. Esto nos lo destacaban las comunidades que, a pesar de tener el apoyo de la Oficina de Asuntos Religiosos, sufren dificultades para encontrar lugares céntricos y adaptar los locales. Y, por último, la comparación respecto del catolicismo en tema de reconocimiento y derechos, sobre todo teniendo en cuenta el arraigo que han tenido las comunidades a la ciudad.

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