Proxeneta se convierte a Jesús y a su burdel en una iglesia

En Brasil ha ocurrido un cambio insólito en el municipio Jequié en el Estado de Bahia. Un prostíbulo abierto en esa localidad por casi 40 años se ha convertido en una iglesia evangélica. La dueña del local es Maria Coelho, de 67 años. Era proxeneta hasta convertirse a Jesús al oir el Evangelio. Como resultado, Coelho cerró el burdel y decidió abrir la iglesia para dar testimonio de su Señor a los residentes de la localidad, pero especialmente a todos a sus antiguos clientes. Tras su conversión las paredes internas del local fueron derribadas para habilitarlo como templo. La iglesia pertenece a Asambleas de Dios y en la fachada se puede leer un anuncio que indica "Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia" (un versículo de la Biblia). UNA CIUDAD IMPACTADA POR SU TESTIMONIO El testimonio de María es impactante pues pasó 38 años viviendo del mundo de la prostitución para "sobrevivir" como ella misma comenta. Tanto es el impacto que tiene que realizar varios cultos, a los que acuden prostitutas y los antiguos propietarios de otros burdeles que también han cerrado en la ciudad al experimentar la transformación de su vida al creer en Jesús. "Vivía en medio de la droga, la bebida y el sexo. Pero el ejemplo de ella [María] me ha dado la fuerza para salir yo de eso también", ha manifestado Antonio Barbosa Teixeira de 35 años quien también se ha convertido al cristianismo y es miembro de la iglesia. Jéferson Barbosa Ramos de 24 años, que ahora también asiste a la iglesia recuerda cómo "cada fin de semana venía entre las 19:00 y las 7 de la mañana del día siguiente a beber a drogarme y a tener relaciones sexuales. Me robaron varias veces y una vez tuve que permanecer en la cárcel por dos meses pero ahora soy realmente libre".