MTV y 'realitys', la exhibición pública que tienta los adolescentes

La psicóloga Lidia Martín analiza el efecto que estrellas de la provocación como Paris Hilton o Kim Kardashian pueden tener sobre los jóvenes y aporta claves para desmontar el mito del éxito fácil.

MADRID · 11 DE MARZO DE 2013 · 23:00

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Paris Hilton, promocionando su programa de televisión.

Si los ‘reality shows’ iniciaron la moda, internet lo ha convertido en un estilo de vida. Programas de la MTV y otros muchos espacios en la TDT plantean la manera más rápida de conseguir el estrellato: exhibirse en público, incluyendo la propia sexualidad. Se apunta a Paris Hilton, Kim Kardashian y otras figuras parecidas que, sin hacer prácticamente nada, se han convertido en iconos pop. Ganan dinero mostrando su vida privada, y explotan el apetito por el lujo, el consumismo y la provocación. Le preguntamos a Lidia Martín, psicóloga y colaboradora de Protestante Digital mediante su columna El Espejo. Desde su perspectiva clínica, está interesada en ver qué efecto tienen estos personajes públicos sin freno sobre los adolescentes. Por su edad, muchos de ellos aún no tienen la capacidad de medir las consecuencias desastrosas que tendrían en sus propias vidas el copiar los pasos de estas 'pop celebrities'. “Siempre que alguna persona famosa o de cierto éxito lleva a cabo cualquier acción, especialmente si tiene repercusión y, últimamente más si es algo excéntrica -porque esa es la moda ahora en que estamos ya casi de vuelta de todo-, siempre hay riesgo de que alguien -y más si su personalidad no está demasiado formada- pueda reproducirlo”, observa Martín. Tratar de imitar lo que ven puede ser una reacción natural. Estas nuevas estrellas de la apariencia “acaparan las miradas de todos, para bien o para mal, y para muchos jóvenes eso es suficiente”, dice la psicóloga. LUJO, PROVOCACIÓN Y VACACIONES TODO EL AÑO De la noche a la mañana, estos personajes se encuentran con un enorme escaparate en el que explicar su filosofía de vida: ganar mucho dinero y popularidad mundial, romper con todas las limitaciones o normas y llamar la atención. Una vida hedonista que, por supuesto, no incluye la idea de trabajar. Es evidente que estas celebridades interpretan un personaje prefabricado con fines comerciales, pero el mensaje a sus seguidoresmás jóvenes no es siempre tan inocente: muchos se preguntan si ese estilo de vida también podría funcionar para ellos. Dos factores son inmensamente atractivos. “La combinación en este caso es entre sexualidad, un estímulo altamente potente para estas edades, en que se inician en esta área, y la atención inmediata que produce en todos los demás cualquier conducta de este tipo, ya sea para criticarla o para alabarla”. Paris Hilton y Kim Kardashian tienen en común que fueron catapultadas a la fama después de que aparecieran protagonizando vídeos de alto contenido sexual que fueron difundidos sin control por la red. La consecuencia fue de estupor al principio, pero rápidamente se aprovechó la ocasión para presentar a estas mujeres como nuevas ‘divas’, con un filón que explotar. Tanto Hilton como Kardashian han seguido exprimiendo su vida privada, convirtiéndose en estrellas de ‘reality shows’ que las televisiones crearon especialmente para ellas. Ambas han montado un imperio económico alrededor de su figura pública, y comercializan su imagen con perfumes personalizados, páginas de fans, patrocinios deportivos, proyectos musicales y marcas de ropa. Aparecen regularmente en todo tipo de programas y revistas, han publicado libros y difunden especialmente su vida sentimental, que en el caso de Kardashian incluye dos divorcios a sus 32 años. LO PREOCUPANTE DEL ‘CASO MELISSA KING’ El impacto adolescente de estas nuevas musas de la extravagancia se refleja en un caso que ha creado polémica hace tan sólo unos días. Melissa King, ganadora del concurso “Miss Teen USA” (Miss adolescente EEUU), renunciaba a la corona después de que se difundiera por internet un vídeo en el que aparecía teniendo practicando sexo. Las imágenes, como en otras ocasiones, se han difundido sin control para humillación de la reina adolescente. Sin embargo, lo soprendente ha sido la reacción de la propia víctima.En su cuenta de Twitter, King escribía: “Sé fuerte, la vida funciona de formas extrañas. Kim K [en referencia a Kim Kardashian] lo hizo y ahora es una de las mujeres más poderosas en los EEUU”. King no parecía arrepentida del error que la había expuesto públicamente, sino apuntaba a Kardashian como ejemplo a seguir. Mediante la explotación de la propia sexualidad primero, y de la vida privada después, se puede conseguir dinero, fama y sobre todo, influencia. Pocos días después, King, de 19 años, habría recibido una oferta económica muy importante para convertirse en el icono de una web pornográfica. “Desgraciadamente”, a muchos adolescentes “no suele parecerles el mejor momento para considerar las consecuencias públicas o privadas de ese tipo de comportamiento y no se detienen a pensar que los mismos calificativos que esas personas despiertan en otros (de forma mucho más evidente al referirse a mujeres) pueden ser aplicados a ellos mismos”, analiza Martín sobre los jóvenes que se fijan en las estas llamadas ‘sex tape celebrities’ y admiran su éxito instantáneo. MACHISMO DISFRAZADO DE “FEMALE POWER” Ante todo esto, surge la pregunta: ¿Por qué se someten estas mujeres orgullosas de su modernidad, independencia y poder mediático, al trato de mero objeto sexual? “Principalmente porque ellas no lo entienden como una forma de explotación, sino de libertad”, cree Martín. “La diferencia la identifican principalmente en que si antes era el hombre el que decidía convertir a la mujer en objeto sexual, cosificando las relaciones y llevándolas prácticamente a la misma simplicidad que tienen en cualquier especie animal, ahora no es un problema siempre que sea la mujer la que decida hacerlo”. Sin embargo, estas modas no cambian el fondo. “Ellas no se identifican a sí mismas como objetos sexuales, pero no creo que los hombres las vean como algo diferente a lo que ya sucedía antes. Simplemente, ahora ellas contribuyen activamente a este tipo de relación, lo cual es todavía más indignante, porque antes por lo menos las mujeres podían argumentar que era sin su consentimiento y por imposición”. La psicóloga cree que “prestarse a algo como esto voluntariamente, efectivamente, es caer justo en aquello que durante siglos las mujeres hemos criticado a los hombres, lo cual indica que, en el fondo, en el corazón y las intenciones, no somos unos tan diferentes de las otras”. PONER FRENO A UN ‘SEXUALIZACIÓN’ MUY PELIGROSA El lujo, el dinero y la popularidad se pueden conseguir exponiéndote al público de forma provocativa, dice el paradigma que presenta la MTV. ¿Cómo desmentir el mito? La clave está en casa, cree Martín.“Es curioso cómo la mayor tendencia a la ‘sexualización’ está sucediendo en un tiempo y lugar en que a los hijos cada vez se les habla menos de sexo en casa. Eso casi prácticamente se ha delegado a las escuelas y las actividades que a veces se proponen desde allí”. No hablar claro con los hijos “es casi una bomba de relojería, en primer lugar, porque no se les dan a los chicos puntos de referencia saludables y porque ello contribuye a la ausencia de criterio ante ciertas situaciones que se están dando cada vez con más frecuencia”. LOS PADRES NO PARECEN ENTERARSE Además, los padres no parecen darse cuenta de lo que pasa. Es “sorprendente”, opina la psicóloga, “que esta ‘sexualización’ está pasando desapercibida para buen número de padres que ven sin ningún problema (por cuestiones de modernidad y ‘buen rollo’, casi siempre) cómo sus hijas desde bien pequeñas van vestidas como adultas, y no de cualquier tipo, sino con las ropas que una mujer usaría para llamar la atención de cualquier hombre”. Martín añade: “Con esto no quiero decir que esas niñas ni las mujeres que visten de forma provocativa lo hagan con esta intención, pero es una ingenuidad plantear este tema sólo desde el punto de vista de quien escoge la ropa y no desde el de quien va a verla. Dicho de otra forma, el efecto que produce en los varones este tipo de vestimenta, actuación, forma de hablar… que ha llegado a ser considerado normal entre buena parte de la población, no es positivo”. Es más, “está generando la idea de que las niñas están preparadas para la sexualidad antes de tiempo, ellas mismas llegan a creerlo así”. Toda esta “trivialización” lleva una tendencia muy peligrosa en la que se promueve, sin querer en unos casos, y muy intencionalmente, en otros, “que las niñas puedan ser consideradas como estímulo sexual”, alerta Martín. LA TECNOLOGÍA, LIMITADA Para evitar casos como el de Amanda Todd, la chica que se suicidó después de sufrir bullying cuando alguien difundió una imagen íntima que con sólo 13 años había enviado a un desconocido, hay que tomar medidas. Especialmente en relación al móvil o al ordenador. “Los padres a menudo cometemos el error de pensar que para ejecutarse ciertas normas o límites en casa los chicos han de entenderlas, pero esto no es así”, defiende Martín. “Desde luego, si no las entienden será más difícil que las cumplan, pero aun en el caso de que se les expliquen e insisten en que no las entienden, ha de llevárseles a cumplirlas”. Si es necesario, se debe ser drástico: “Si han de estar alejados de tecnologías o tenerlas bajo estricta supervisión, que así sea. En estas edades no hay aún criterio para decidir y comprender profundamente estas cosas y hay, por otro lado, bastante poco autocontrol (incluso a nivel de maduración cerebral) para cumplirlas. Por lo tanto, el criterio ha de ser otro y bien distinto”. PADRES: SER CLARO CON LOS RIESGOS Superestrellas hedonistas, la provocación como camino al éxito fácil y las nuevas tecnologías. El cóctel crea el ambiente propicio para fomentar tendencias muy peligrosas entre los adolescentes, como el ‘sexting’. Los padres deben ser claros. “Deben hacerles a sus hijos las consecuencias que esto trae, no sólo de forma pública, sino de manera privada para ellos”, concluye Martín. “Pero esto es imposible si no se parte de una educación en valores y moral desde el hogar. Cada vez los padres se han hecho más asépticos en este sentido, y la educación espiritual, a un nivel más allá, ha quedado en muchos casos absolutamente descatalogada”. Pueden responder a la pregunta "¿Qué factor consideras clave para evitar tendencias imitativas perjudiciales en los adolescentes?", entrando en la encuesta en Protestante Digital.

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