Monstruos de doble vida: el psicópata suele ser varón, con vida social normal y apreciado en su trabajo

Los psicópatas viven entre nosotros. El compañero en el trabajo o en la facultad, un vecino, el jefe. Cualquier puede serlo. Muchos ni siquiera llegan a realizar actos violentos, pero todos comparten características comunes, aunque en distintos grados. Haciendo gala de una frialdad extrema, no sienten en absoluto el sufrimiento de sus semejantes, a quienes tratan más como a cosas que como a personas, son egocéntricos, agresivos, manipuladores y no les importa lo que la sociedad piense de los act

MADRID · 05 DE MAYO DE 2008 · 22:00

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El trastorno afecta al 3% de la población. De cara a los demás, pueden ser seductores y amables y suelen llegar lejos en la vida, sobre todo en el ámbito laboral, aunque es frecuente que hayan tenido algún problema con la justicia. Por lo general, los psiquiatras no consideran a los psicópatas enfermos mentales, sino “víctimas” de un "trastorno antisocial de la personalidad", una “anomalía psíquica” que no impide a estas personas darse cuenta de la maldad de los actos que cometen. Según el psiquiatra Lluís Borràs, profesor de Medicina Forense de la Universidad de Barcelona, de todos los tipos de psicópata, el más peligroso es el que compagina su psicopatía con una parafilia sexual, como el sadismo, el fetichismo o la pederastia. Borràs explica que hay personas que son pederastas en potencia pero no llevan a cabo su inclinación, ya que cuando piensan en el daño que pueden hacer se frenan. La asociación de la desviación sexual y la psicopatía es peligrosísimo, "porque el psicópata sí es capaz de llevar estos actos a cabo", explica Borràs, que agrega que la mayor parte de los asesinos sexuales son psicópatas. Para Jerónimo Sáiz, profesor visitante de Psiquiatría en la Universidad de Columbia (EEUU), Fritzl presenta un extraordinario perfil psicopático. Sufre un trastorno que provoca que desprecie al resto del mundo y que esté convencido de ser como un dios que puede disponer de todo lo que quiera según su capricho, afirma Sáiz. Entre la mayor parte de los especialistas existe consenso a la hora de situar la prevalencia de este trastorno en el 3% de la población, lo que se traduce en la existencia de unos 1.350.000 psicópatas en España, que en su mayoría viven sin causar grandes problemas. Según Borràs, los casos más peligrosos son muy difíciles de detectar, ya que no son locos, sino criminales organizados, personas inteligentes que planifican muy bien sus acciones. Además, suelen tener una doble vida. Para el psiquiatra David Huertas, autor del libro "Violencia, la gran amenaza", se pueden diferenciar varios subtipos de psicópatas, entre los que está el violento, capaz de matar sin que su frecuencia cardiaca suba y el seductor-manipulador, el más frecuente, que se sirve de los demás para conseguir sus fines y, al mismo tiempo desprecia la dignidad de los otros y el sufrimiento ajeno. ¿UN TRASTORNO INNATO? Las causas que provocan la psicopatía no están claras para los expertos. El profesor de Psiquiatría de la Universidad de Granada Jorge Cervilla cree, en todo caso, que el trastorno tiene una "heredabilidad baja" y que son más importantes los factores ambientales. También puede ocurrir que la víctima del psicópata persiga algún beneficio, como sucedió con Bernd-Juergen Brandes, el alemán que en 2001 pidió por masoquismo formar parte del menú de Armin Meiwes, el caníbal de Rotemburgo. En general, los psicópatas son difíciles de recuperar, aunque existen tratamientos, sobre todo para los agresores sexuales, con los que pueden mejorar mucho. Sin embargo en torno al 5% son irrecuperables. Según señala Cervilla, aunque no son considerados enfermos mentales, en países como España, donde la jurisprudencia es "confusa", los psicópatas pueden llegar a conseguir algún tipo de eximente por su trastorno en los tribunales, lo que para él constituye un error, porque son personas conscientes de las consecuencias de sus actos.

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