Embarazo: ‘estorbo’ español, ‘carga’ rusa y ‘enferma’ en Malaui

El idioma -salvo excepciones- no trata bien al embarazo. Un lingüista español diría que las acepciones de la palabra en castellano son claramente peyorativas

LONDRES · 21 DE MAYO DE 2014 · 22:00

,
La palabra tiene significados absolutamente despectivos y otros sumamente positivos en una lengua u otra. Algo similar ocurre en castellano, que confronta expresiones como «la dulce espera» y la acepción de «estorbar» Las definiciones de la palabra «embarazo» que contiene el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) son las siguientes: embarazo. 1. m. Impedimento, dificultad, obstáculo. 2. m. Estado en que se halla la hembra gestante. 3. m. Encogimiento, falta de soltura en los modales o en la acción. Y si decidimos buscar el significado de embarazar, también en el diccionario del RAE, estas son las entradas: 1. tr. Impedir, estorbar, retardar algo. 2. tr. Dejar encinta a una mujer. 3. prnl. Dicho de una mujer: Quedarse embarazada. 4. prnl. Quedar impedido con cualquier embarazo. Es decir, a bote pronto, un lingüista español diría que las acepciones de la palabra en castellano son claramente peyorativas. Tiene connotaciones como que el embarazo es un impedimento y un estorbo, que chocan directamente con expresiones tan usadas y positivas como «estar en estado de buena esperanza» o «la dulce espera» de nueve meses que comprende el embarazo, desde la fecundación del óvulo hasta el parto. Un completo estudio publicado por la BBC fue más allá al examinar las variaciones de 180 grados que experimenta la denotación de la misma palabra en distintos idiomas y llegó a conclusiones sorprendentes. En ruso, y por extensión en todas las lenguas eslavas que comparten la misma raíz etimológica de la que evolucionó el término, la palabra más comúnmente empleada para designar que una mujer está encinta es «beremenaya». ¿Cuál es su significado? «Carga» o incluso «castigo». Cada uno puede extraer su propia opiniónl; sin embargo, los lingüistas consultados defienden que no existe necesariamente una conexión directa entre el significado de la palabra y la imagen cultural o costumbrista que se quiera proyectar por parte de quienes la utilizan en el momento actual, para mejor o para peor. En China por ejemplo se han encadenado décadas de dictadura con una política del hijo único aplicada a rajatabla hasta que el actual presidente comunista Xi Jinping alzó levemente la mano para con este comando. Ante esto, contrasta el significado que adquiere en mandarín la palabra embarazada: «Youxi», un término ancestral que data de mucho antes del comunismo. Es la unión de los caracteres «you» y «xi» que denota «tener felicidad». Ateniéndonos en exclusiva al idioma y su significado, en China tener un hijo no sería ni impedimento, ni una carga, ni un castigo, ni enfrentamiento con Gobierno ninguno. Muy llamativos son significados alternativos como el de una tribu amazónica, la pirahã, donde hablan de las mujeres que se encuentran en estado como de aquellas que tienen el «estómago grande». Descriptivo, no hay duda. Ésta es la traducción exacta del término que emplean, «koohiaaga», según recoge el canal de información británico. En el corazón de África, es «enfermedad». Y sin duda, no puede ser subjetivo que se ajuste a la realidad, por las dificultades enormes que tienen para sobrevivir y recibir ayuda sanitaria adecuada las embarazadas y parturientas en países del corazón del continente negro, como en Malaui. En esta república africana suele designarse a las embarazadas hasta con tres expresiones distintas en el idioma nativo, el «chichewa»: «matenda», «pakati» y «wodwala». Al explorar las tres palabras, todas vertebran en una corriente común: «Enfermedad». Una mujer encinta sería alguien enfermo. Las tres palabras están ligadas de forma implícita a esta condición adversa para la salud que (y en realidad así es así) puede poner en una complicada tesitura a la mujer que espera dar a luz a un bebé. «Entre la vida y la muerte» sería otra de las traducciones correspondientes a esa terna de palabras, con lo que resulta muy ilustrativo de la situación que afrontan las futuras madres en este país en vías de desarrollo. Estar encinta es estarlo entre la vida y la muerte en algunos rincones del planeta El lenguaje a veces va por libre, y no está muy claro el origen de la palabra «pregnant» en inglés, que pudo cruzarse en su evolución también con la vertiente del francés de la misma. Según dijo a la BBC el lingüista de la Universidad de Columbia John McWhorter, esa palabra inglesa proviene de un latinismo que significa «antes de nacer» y la alusión sería meramente cronológica. No obstante, en el idioma anglosajón, «pregnant» también tiene en la actualidad un contenido de algo henchido de sentido, significado y emoción en lo que se hace, otro matiz agregado para los curiosos de las lenguas.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Sociedad - Embarazo: ‘estorbo’ español, ‘carga’ rusa y ‘enferma’ en Malaui