Arthur Gordon Kinder, gran estudioso de la España heterodoxa del siglo XVI

La historia siempre fascinante de los esfuerzos realizados, todos fuera de España, por un puñado de hombres y mujeres que se resistieron a seguir dominados por el catolicismo.

16 DE AGOSTO DE 2019 · 12:45

Tesis doctoral de A Gordon Kinder.,
Tesis doctoral de A Gordon Kinder.

Teniendo como telón de fondo la feliz noticia de la traducción, luego de una larga espera, del libro Casiodoro de Reina: reformador español del siglo XVI, de Arthur Gordon Kinder (1927-1997), profesor de la Universidad de Manchester, por parte de la Sociedad Bíblica, bien vale la pena hacer un recuento de los textos dedicados por este investigador británico a algunos aspectos de la heterodoxia española en el siglo XVI.

Ciertamente, el libro de 1975 (Casiodoro de Reina: Spanish Reformer of the Sixteenth Century), basado en su amplia tesis doctoral (Three Spanish Reformers of the Sixteenth Century: Juan Pérez, Cassiodoro de Reina, Cipriano de Valera, 509 pp.), defendida en junio de 1971 en la Universidad de Sheffield, es su obra más famosa al respecto, existen otros trabajos suyos que lo colocaron a la vanguardia de la investigación sobre los avatares de algunos reformadores.

Su muerte temprana truncó la posibilidad de ampliar los diversos trabajos de abordaje de la realidad religiosa en un periodo fundamental de la historia de las reformas europeas.

En estas páginas ya se ha escrito antes sobre él (C. Martínez G., “Arthur Gordon Kinder y Casiodoro de Reina”, 22 de septiembre de 2018).

Un seguimiento cronológico de la labor de Kinder puede servir para apreciar el enorme valor de sus contribuciones a la historia siempre fascinante de los esfuerzos realizados, todos fuera de España, por un puñado de hombres y mujeres que se resistieron a seguir dominados por el catolicismo de su época y que avizoraron la posibilidad de un cambio significativo en su país.

Lamentablemente, el peso con que la Corona y la Inquisición, en un férreo contubernio, impidieron a toda costa que los grupos reformistas autóctonos y las reformas foráneas ejercieran una mayor influencia en el desarrollo de las nuevas ideas teológicas y religiosas.

 

Libro editado por Andrew Pettegree.

Aparte de su libro más conocido, publicó Spanish Protestants and Reformers in the Sixteenth Century: a bibliography (1983; 1994), Confessión de fe christiana. The Spanish Protestant confession of faith: London, 1560/61 (1988), Michael Servetus (Bibliotheca dissidentium, t. 10, 1989), Alumbrados of the Kingdom of Toledo: Jacobus Acontius (Bibliotheca dissidentium, t. 16, 1994) y John Bidle (Bibliotheca dissidentium, t. 25, 2006).

Como se puede ver, de su tesis derivaron varios ensayos que, de manera autónoma, se ocuparon de varios temas, con la fortuna de que algunos se publicaron en español.

La lista, sin ser exhaustiva, es bastante aleccionadora acerca de los diferentes abordajes que hizo como parte de sus investigaciones: “Juan Pérez de Pineda (Pierius): un ministro calvinista español del evangelio en el siglo XVI en Ginebra”(1976), “Juan Morillo, teólogo católico en Trento, superior calvinista en Frankfurt” (1977), “La Confesión Española de Londres, 1560/61” (1978), “The pursuit of Spanish heretics: new information on Casiodoro de Reina” (1980), “Reformadores sevillanos del siglo XVI” (1982), “Cipriano de Valera, reformador español (¿1532-1602?)” (1985), “Un grupo de protestantes del siglo XVI en Aragón desconocido hasta ahora” (1986), “Dos cartas hasta ahora desconocidas de Juan Pérez de Pineda, protestante sevillano del siglo XVI” (1986), “Antonio del Corro” (1986), “¿Cuál ha sido la verdadera influencia de Servet en Casiodoro de Reina?” (1987), “Juan de Valdés” (1988), “Un documento interesante sobre la persecución de herejes españoles en Flandes: los gastos del contador Alonso del Canto entre 1561 y 1564” (con R.W. Truman, 1990), “Protestantism in Sixteenth-Century Spain” (1992; también en A. Pettegree, ed., The early Reformation in Europe),“La literatura religiosa como un arma ofensiva. El puesto de Cipriano de Valera en la Guerra de Inglaterra contra España” (1995), “Obras teológicas de Antonio del Corro.

Las dos redacciones de la Tabla de Ia obra de Dios y la Monas theologica” (1995) y “The protestant pastor as intelligencer: Casiodoro de Reina’s letters to Wilhelm IV, landgrave of Hesse-Cassel (1577-1582)” (1996), “Ydiota y sin letras: evidence of literacy among the Alumbrados of Toledo” (1996) y “Creation of the Black Legend: Literary Contributions of Spanish Protestant Exiles” (1996).

En 1990, Kinder redactó un pequeño texto que acompaña la edición facsimilar de la Biblia del Oso editada por la Sociedad Bíblica de España. Allí, sus palabras resumen años de estudio y familiaridad directa con todo lo que tuviera que ver con esa Biblia clásica y su traductor.

De esta manera se refiere a lo sucedido con Casiodoro después de su gran esfuerzo de traducción:

Después de aparecer esta Biblia, Casiodoro volvió a su vida normal, trabajando también con un impresor. Además de traducir y preparar libros para la imprenta, publicó en 1573 dos comentarios bíblicos, uno sobre el evangelio de Juan, el otro sobre el cuarto capítulo de Mateo, y en 1577, el texto de la confesión de fe redactada en 1561 para la iglesia española de Londres. Mientras tanto, siguió siendo un inquieto miembro de la iglesia reformada de habla francesa de Francfort, cuyo libro de actas demuestra cuántas veces el consistorio y él no estaban de acuerdo. Pero iba haciendo amistad con personas que tenían influencia en la iglesia luterana nacional de la ciudad imperial libre en que vivía (pp. 9-10).

 

Por cierto, en ese breve texto (una auténtica delicia, casi novelada), este autor cita una referencia poco conocida sobre el tema: la tesis de Carlos Capó, Une Bible espagnole et son traducteur sur les chemins de l’Europe au XVIe siècle: Casiodore de Reina et la Biblia de l’Ours, Bâle 1569, presentada en la Facultad Autónoma de Teología Protestante de la Universidad de Ginebra en 1985.

Juan Ignacio Tellechea Idígoras, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, publicó en 1987 un artículo breve de reconocimiento a la labor de este estudioso británico (“A. Gordon Kinder, investigador del protestantismo español del siglo XVI”), en el que resumía lo que había realizado hasta ese momento y evaluaba su perspectiva dominante:

 

Portada del libro de  Gordon Kinder.

“Más afecto a minucias biográficas que a exposiciones doctrinales, Kinder va recomponiendo la suerte y la actividad de figuras que, lejos de España, configuraron su vida insertos en el variado tablero protestante europeo en medio de grandes dificultades”. Este mismo autor hizo una reseña del libro bibliográfico de Kinder (1996).

El extraordinario interés manifestado hacia la heterodoxia religiosa en la España del siglo XVI y el magnífico dominio que tenía del tema, llevaron a Kinder a resumir, en el texto de 1992 mencionado arriba (la contribución al libro colectivo de A. Pettegree se titula simplemente “Spain”), las líneas fundamentales del desarrollo de las ideas religiosas heterodoxas de la época en ese país.

Ese texto, que cierra el volumen en cuestión, es una visión panorámica muy precisa de lo acontecido. Muestra de ello son los siguientes fragmentos:

Contrariamente a la creencia prevaleciente, la Reforma no omitió por completo a España, aunque su progreso allí fue incierto, su desaparición fue tan rápida y efectiva que dejó poco monumento permanente. […] Aunque, en retrospectiva, la situación eclesiástica en España al comienzo de la Reforma puede parecer no haber sido perturbada y estática, debe tenerse en cuenta que el país no estuvo aislado de las corrientes cruzadas de ideas religiosas en Europa durante la primera mitad del siglo XVI, y la afirmación de que no había demanda alguna para una reforma del tipo protestante se hace sin referencia a la operación despiadada de la Inquisición. […]

Cómo la vida intelectual y espiritual de España se habría desarrollado sin la Inquisición es un tema de conjetura. Lo que está claro es que a principios de la década de 1560 había logrado imponer una conformidad externa al país; Incluso desde el comienzo del siglo XVI, los escritores tuvieron que ser cautelosos acerca de cómo se expresaban, y cada vez más a medida que avanzaba el siglo. La imposición de estándares cada vez más estrictos significaba que algunas obras que originalmente habían pasado el censor fueron destruidas, para desaparecer sin dejar rastro (“Spain”, en A. Pettegree, ed., The early Reformation in Europe. Universidad de Cambridge, 1992, pp. 215, 216-217, versión propia).

 

A estas agudas observaciones agrega, luego de describir con lujo de detalles la dinámica religiosa reformista dentro del país desde la época de los Reyes Católicos y de mencionar las relaciones de los pensadores españoles con sus colegas de otros países europeos:

Hasta hace poco, los relatos de la Reforma en la España del siglo XVI habían declarado que solo en estos dos centros, Sevilla y Valladolid, la influencia del protestantismo era perceptible en estos años. Se ha visto que el resto del país no tiene más que individuos dispersos, principalmente en los puertos y en regiones no muy lejos de los Pirineos. Recientemente, sin embargo, se descubrió que había además un pequeño núcleo de evangélicos convencidos en Aragón, que llamó la atención de las autoridades al mismo tiempo que los centros más grandes. […]

Sin embargo, el hecho de que estas figuras destacadas hicieran carreras exitosas en Inglaterra y Alemania fue en sí mismo significativo: con el fallecimiento de su primera y única generación, el recuerdo de un verdadero protestantismo español había comenzado a desvanecerse. Sin embargo, dentro de España, la idea del luteranismo “llegó a ser un espectro permanente... que se hizo para ‘colaborar’ en la tarea de estabilizar un orden social feudal, aristocrático y autoritario. Nunca se usó a un enemigo de manera tan rentable” [Jaime Contreras, “'The Impact of Protestantism in Spain 1520-1600”, en Stephen Haliczer, ed., Inquisition and Society in Early Modern Europe. Londres, Croom Helm, 1986, p. 62]. Recordando continuamente los supuestos peligros del protestantismo y el peligro real de ser protestante en España, los españoles se convirtieron en católico-romanos durante los siguientes cuatro siglos (pp. 228, 235).

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