Notas sobre las primeras iglesias anabautistas menonitas en la zona metropolitana de la Ciudad de México (III)

A Kenneth Seitz le impulsaba saber que “el Señor nos ha dado el ministerio de la reconciliación. El Señor nos ha dado a los cristianos una misión, un trabajo por hacer.

23 DE JUNIO DE 2019 · 09:20

Kenneth Seitz y familia 3 de octubre de 1958, al salir de Lansdale, Pensilvania, hacia la Ciudad de México.,
Kenneth Seitz y familia 3 de octubre de 1958, al salir de Lansdale, Pensilvania, hacia la Ciudad de México.

Incorporación de Kenneth Seitz y familia

Kenneth Leroy Seitz y su esposa Grace llegaron a la ciudad de México el 17 de octubre de 1958, después de haber salido de Lansdale, Pensilvania, en carro el 3 de octubre y hacer visitas en el trayecto.1

Les acompañaron un hijo (David) y tres hijas, Lois, Eunice y Frances. No hicieron el viaje otros dos hijos: Kenneth Lee (19 años), quien estudiaba en Eastern Mennonite College y Delbert (posiblemente estudiando preparatoria). Un hijo más, de acuerdo con información recabada, James, murió en la infancia.2

Kenneth L. Seitz nació el primero de diciembre de 1916 y Grace Heebner el 4 de junio de 1915. Se casaron el 28 de marzo de 1937. Él se graduó en 1954 de Eastern Mennonite College y siguió estudios en Eastern Mennonite Seminary.

Ella completó estudios de preparatoria. De 1954 a 1958 Kenneth tuvo cargos pastorales en iglesias de Virginia y West Virginia.3 Pasaron por un proceso de evaluación y recibieron capacitación, finalmente obtuvieron el visto bueno de FMBMC y emprendieron el viaje a México.

A Kenneth Seitz se le asignó un salario mensual de 480 dólares.4

Al explicar por qué ir a México, Kenneth Seitz externó que desde 1951 sintió el llamado del Señor para dirigirse al sur y, en consecuencia, comenzó a estudiar español. Antes de arribar a la capital mexicana sabía bien de la existencia de un núcleo de creyentes encabezado por Dolores Vorhauer.

Lo impulsaba saber que “el Señor nos ha dado el ministerio de la reconciliación. El Señor nos ha dado a los cristianos una misión, un trabajo por hacer.

Tenemos el mensaje de reconciliación para anunciarlo hasta los confines de la tierra, las buenas nuevas de paz entre Dios y los seres humanos mediante la sangre de Jesús. Nosotros queremos llevar este mensaje de paz y perdón a los adoloridos corazones en México”.5

Al llegar a la Ciudad de México, Kenneth comprobó lo que conocía por noticias y cartas, que había “trabajo establecido aquí mediante el testimonio de dos hermanas [en la fe], Dolores Vorhauer y Dolores Zapata”.

Con ellas colaboraba Rhoda Stoltzfus, “una gran ayuda en la obra”. La familia Seitz se instaló en Asturias 88, Colonia Álamos, casa de Dolores Martínez Zapata, tenía acondicionado un salón grande con bancas y plataforma para el expositor(a).6

En el primer reporte que hizo Kenneth Seitz de actividades llevadas a cabo en Asturias 88, octubre de 1958, contabilizó dos servicios, en el dominical de la mañana el promedio de asistentes fue de quince personas, y por la tarde diez. Visitó aproximadamente doce hogares.7

En cuanto a las reuniones en Sucre 111, las Dolores y Rhoda consignaron que en el mismo mes solamente hubo un servicio, visitaron veinte casas y reportaban doce conversiones, además continuaban dando clases de inglés.8

Para noviembre en Asturias la asistencia dominical matutina fue de quince personas, y la vespertina de diez. Adicionalmente fue repartida folletería y hubo actividad evangelística en un parque.9

En Sucre los domingos tanto en la mañana como por la tarde la asistencia promedio fue de diez personas. Tuvieron ocho conversiones, Dolores Martínez Zapata y Rhoda Stoltzfus (Vorhauer estaba fuera de México) eran muy activas, ya que visitaron 30 casas y realizaron una reunión al aire libre en un parque.10

Para el último mes de 1958 los reportes de los dos lugares fueron más o menos los mismos de noviembre, sobresaliendo para el caso de Sucre 111 que las casas visitadas por las dos Dolores y Rhoda fueron cuarenta y dos e informaban de nueve conversiones.11

Para principios de diciembre estaban de vuelta en México Dolores Vorhauer y Eduardo López, él no fue admitido en Eastern Mennonite College. En las dos misiones recibieron “una feliz bienvenida” por parte de la hermandad al igual que por Kenneth y Grace Seitz.

Vorhauer escribió que “todos estamos muy agradecidos por tener a la familia Seitz”.12

Del 9 al 19 de enero de 1959 visitaron México, enviados por Franconia Mennonite Conference, Elmer Kolb y Jacob. R Clemens. Encontraron que la familia Seitz se estaba ajustando bien a la ciudad, “considerando su reciente llegada al campo” de misión.

El primer domingo de su estancia, 11 de enero, asistieron a tres cultos. En el primero, a las 10:30 am, en Asturias 88, los presentes fueron diecisiete personas. Eduardo López enseñó la lección para adultos en la Escuela Dominical, y Rhoda a los más jóvenes.

La predicación del sermón la hizo Elmer Kolb, con la traducción de Rhoda. David Seitz dirigió los cantos en español. En el segundo servicio, Sucre 111 a las 4 pm, asistieron veinticuatro personas. Kenneth Seitz se hizo cargo de la enseñanza y tradujo Dolores Vorhauer.

La tercera reunión, en Asturias 88, consistió de lecturas bíblicas y testimonios.13

En uno de los servicios del domingo 18 de enero “estuvieron presentes Armando y su esposa. Ella es sobrina del presidente [Adolfo López Mateos], y Armando tiene un alto puesto en el departamento de policía del gobierno. Ambos son cristianos evangélicos y tuvimos buena comunión juntos en esta y otra ocasión”.14

Las dos Dolores y Rhoda Stoltzfus se articularon bien, de acuerdo a lo observado por Jacob. R. Clemens. Notaba que “definitivamente había hambre por la Palabra de Dios entre la gente”. Por otra parte Eduardo [López] y Fernando [Carrión] conocen bien su Biblia.

Se espera que ellos lleguen a ser más fuertes y tomen posiciones de liderazgo en la futura iglesia”. Clemens concluyó de la siguiente forma su escrito; “Quiera el Señor bendecir el trabajo en México.

Quiera Él bendecir especialmente al hermano Kenneth como director de la obra. Que Él también bendiga a todos los trabajadores con unidad del Espíritu para mantener el avance de la Palabra”.15

 

Conflicto entre Dolores Vorhauer y Kenneth L. Seitz

Entre principios de diciembre de 1958 (regreso de Dolores Vorhauer a México) y principios de febrero de 1959 se suscitaron diferencias entre ella y Kenneth Seitz. Las relaciones entre Dolores y Seitz se fueron deteriorando, pero también con Eduardo López y Rodha Stoltzfus.

Al parecer Vorhauer quedó inconforme y dolida porque Eduardo no fue admitido en Eastern Mennonite College y así se frustraba su proyecto de preparación de un líder que ella consideraba aportaría mucho a la obra en México.

Adicionalmente Jacob R. Clemens (secretario de FMBMC), consideraba que la tendencia de Dolores a guiarse por revelaciones divinas que ella decía recibir colisionó con la forma de trabajar de Kenneth Seitz.16

Las diferencias entre Dolores Vorhauer, con quien coincidió Dolores Martínez Zapata, y Kenneth Seitz desembocaron en falta de unidad y separatismo al punto que “probablemente ahora es imposible un esfuerzo de reunificación”.

FMBMC respaldó decididamente a Seitz y expresó que no podía seguir apoyando a Vorhauer si ella continuaba sosteniendo que recibía revelaciones divinas sobre cómo realizar la obra.17

El Comité Ejecutivo de FMBMC evaluó la situación y le hizo llegar sus conclusiones a Dolores Vorhauer. Sus integrantes le comunicaron a Dolores Vorhauer que valoraban el trabajo de ella y de Dolores Martínez Zapata como iniciadoras de la obra.

Le recordaron a la primera que durante los primeros contactos y visitas a México fue reconocida como integrante de la Iglesia menonita, por lo que era esperable se condujera de acuerdo a lineamientos de dicha Iglesia y el FMBMC.

Igualmente subrayaron que en las entrevistas del Comité Ejecutivo con ella se le comunicó que la obra en México sería coordinada por el director a ser enviado.

El Comité Ejecutivo consideraba que Dolores Vorhauer había dado señales inequívocas de su indisposición a trabajar con el programa de FMBMC, lo que resultaba en falta de unidad y distanciamiento de las partes.18

En la misiva le señalaron a Dolores Vorhauer haber tomado acciones, hecho acusaciones y fuertes críticas contra Rhoda, la familia Seitz y Eduardo López, lo que no demostraba amor cristiano, por lo que le sugirieron leer Mateo 7:1-2; Romanos 4:4; Juan 13:35 y 17:21; y 1 Corintios 13.

Finalmente hacían de su conocimiento que por decisión unánime del Comité Ejecutivo se le reconvenía a reconocer que ella había actuado erróneamente y, en consecuencia, cambiara de actitud mostrando disposición a trabajar con los lineamientos del FMBMC aplicados por Kenneth Seitz. Mientras tanto contaría con el apoyo financiero por un mes más.19

Kenneth y las Dolores tuvieron conversaciones para explorar la posibilidad de saldar las diferencias. De acuerdo al primero, Vorhauer parecía estar dispuesta a cumplir con las condiciones de FMBMC e implementar las directrices en el grupo de Sucre 111.

Después cambiaba de actitud y se quejaba de haber sido tratada injustamente, tanto que había sido quebrantada “física y espiritualmente”.20

En el reencuentro inicial, después de intercambiar puntos de vista por “dos horas y media”, Dolores Vorhauer manifestó sentirse incapaz para continuar con la obra en la Colonia Moderna.

El misionero le aconsejó regresar a Nueva York para descansar y reunirse con su familia, a lo que Dolores respondió que su esposo no la recibiría a menos que renunciara a su fe.21

Según Seitz el sentir general de la comunidad que comenzó a reunirse en otro lugar (lo que se verá en el siguiente apartado) era que no deseaban la presencia las Dolores debido a lo que “conocían de sus vidas y doctrinas”.22

En mayo el Comité Ejecutivo hizo del conocimiento de Dolores Vorhauer que si bien Kenneth Seitz había sido “paciente y tolerante tratando de ayudarla en su trabajo”, ella seguía en las mismas conductas que ocasionaron el conflicto.

Por esta razón ya no podía ser considerada integrante del equipo, a menos que después de seis meses hubiese pruebas claras de querer comprometerse con los lineamientos de FMBMC y el encargado de ver por su cumplimiento, Kenneth Seitz.23

Después de la carta citada en el párrafo anterior ya no hay noticias de Dolores Vorhauer en el archivo resguardado por el Heritage Mennonite Center. Esto hace concluir que ella no se ciñó a los requisitos de FMBMC y, posiblemente, continuó por su cuenta el trabajo.

Es cierto que tenía tendencia pentecostal, por lo cual no se articulaba bien a los énfasis teológicos y doctrinales sostenidos en aquella época por la Conferencia Menonita de Franconia. Muy probablemente también jugó en su contra el ser una mujer de carácter decidido e independiente.

Solamente informaba que realizaría determinada acción (por ejemplo el viaje a Estados Unidos con Eduardo López con el fin de inscribirlo en Eastern Mennonite College), y no solicitaba permiso como esperarían las instancias directivas.

Desarrollaba funciones pastorales sin tener nombramiento expreso para ello e impartía el bautismo.24 Fue su perseverancia al escribir varias cartas un factor decisivo para que FMBMC decidiera enviar misioneros a México.

 

1 Carta de Kenneth Seitz a Fellow Laborers in the Harvest Field, p. 1, 12 de noviembre de 1958, Ciudad de México, MHC.

2 Jacob R. Clemens, Interview Report, 12 de diciembre de 1957, Harrisonburg, Virginia, caja 6, folder 78, HMC; carta de Kenneth Seitz a Herbert Derstine, 19 de agosto de 1964. Harrisonbug, Virginia, caja 6. Folder 78; HMC, https://mla.bethelks.edu/mediawiki/index.php/Seitz,_Kenneth_Leroy_(1916-2008)

3 Questionaire for prospective Mission Workers, Franconia Conference, agosto de 1958, caja 6, folder 78, HMC, https://franconiaconference.org/a-half-century-of-service-remebering-kenneth-l-seitz-sr/?lang=es; https://mla.bethelks.edu/mediawiki/index.php/Seitz,_Kenneth_Leroy_(1916-2008)

4 Carta de FMBMC a Union National Bank, 5 de febrero de 1960, Souderton, Pensilvania, caja 6, folder 78, HMC.

5 Kenneth y Grace Seitz, “Why are we going to Mexico”, Mission News, septiembre-octubre de 1958, p. 5.

6 Carta de Kenneth Seitz a Fellow Laborers in the Harvest Field, p. 2, 12 de noviembre de 1958, Ciudad de México, MHC.

7 Keneth Seitz, Activities Report FMBMC, octubre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

8 Dolores Vorhauer, Dolores M. Zapata y Rhoda Stoltzfus, Activities Report FMBMC, octubre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

9 Keneth Seitz, Activities Report FMBMC, noviembre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

10 Dolores Vorhauer, Report FMBMC, noviembre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

11 Keneth Seitz, Activities Report FMBMC, diciembre de 1958, ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC; Dolores Vorhauer, Report FMBMC, diciembre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

12 Carta de Dolores Vorhauer a FMBMC, 8 de diciembre de 1958, Ciudad de México, caja 7, folder 40, MHC.

13 Jacob. R. Clemens, “Visiting with Our Missionaries in Mexico”, Mission News, March-April 1959, p. 7.

14 Ídem.

15 Ídem.

16 Carta de Jacob R. Clemens a M. Grath, 9 de febrero de 1959, Lansdale, Pensilvania, caja 6, folder 79, MHC.

17 Ídem.

18 Carta de Jacob R. Clemens a Dolores Vorhauer, p. 1, 21 de febrero de 1959, Souderton, Pensilvania, caja 7, folder 40, MHC.

19 Ibíd., p. 2.

20 Carta de Kenneth Seitz a Jacob R. Clemens, recibida el 7 de marzo de 1959, p. 1, Ciudad de México, caja 6, folder 79, MHC.

21 Ibíd., p. 2.

22 Ídem.

23 Carta de Jacob R. Clemens a Dolores Vorhauer, 7 de mayo de 1959, Souderton, Pensilvania, caja 6, folder 79, MHC.

24 Kenneth Seitz, Activities Report FMBMC, marzo de 1959, Ciudad de México, caja 7, folder 21, MHC.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Notas sobre las primeras iglesias anabautistas menonitas en la zona metropolitana de la Ciudad de México (III)