La vida no es bonita

Cómo se le explica a una niña que está siendo golpeada diariamente por quienes mejor han de comprenderla que esos pequeños ignorantes están diciendo cosas sin sentido.

25 DE MAYO DE 2018 · 12:00

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Tiene 11 años, un ondulado pelo castaño que siempre lleva atado en una coleta, los ojos verdes, la tez morena. A su corta edad es muy madura, cuando te ganas su confianza puedes ser premiado con una charla interesante sobre videojuegos y libros de Harry Potter. Me parece preciosa, entrañable, dulce.

Su madre, con ojos vidriosos me cuenta que hace varios años que su niña no sonríe como antes, que vive presa de complejos infundados por sus compañeros de clase. Dice que apenas quiere salir y que si lo hace, no la ve disfrutar. Cuando están a solas e intenta ayudarla, ella se aferra a la inexplicable idea de que la vida no es bonita.

Ha comenzado su travesía por diferentes psicólogos, según su madre, no todos prestos a ser útiles. Yo veo tanta bondad en sus ojos, tanta vida por vivir, tanta belleza en toda ella que me pregunto cómo puede sentirse fea, inservible, poca cosa.

Se me acelera el pulso cuando pienso que en vez de estar jugando, soñando, divirtiéndose, haciendo cosas propias de su edad, ella tiene que arreglar algo que otros han roto, intentar creerse lo que es una realidad que han solapado con insultos y mentiras.

La llaman gorda, cerda, friki, pelo de payaso… un listado de insultos que han hecho de ella un ser apocado y triste.

Perjudiciales son las palabras mezquinas volcadas en un corazón sensible pues logran mermar el latido de éste.

Injusta una sociedad en la que velamos por los derechos de los más indefensos y somos necios para saber inculcar amor al prójimo.

Niños que se comportan como verdaderos tiranos mientras sus progenitores alardean de sus resultados en los exámenes.

Algunos, no todos, están demasiado preocupados por la formación académica de sus hijos que delegan en “otros” la educación en valores,  incapaces de verter en ellos actitudes empáticas, solidarias.

Cómo se le explica a una niña que está siendo golpeada diariamente por quienes mejor han de comprenderla que esos pequeños ignorantes están diciendo cosas sin sentido, que ha de aprender a no tenerlos en cuenta, que debe ser valiente e ir con la cabeza alta.

Cómo se mira a los ojos de una niña tan hermosa y se le explica que ésos que la insultan son pequeños monstruos que desaparecerán algún día.

Me quedo con la insatisfacción de poder hacer bien poco, mostrar mi desaprobación, mi repulsa hacia quienes miran a otro lado, quienes siguen creyendo que sus hijos son buenos chicos, chicas, porque nunca traen un suspenso a casa. Que ante cualquier queja que se les da por parte de un ser dañado ellos siempre cuestionan la honorabilidad de sus pequeños logrando que te plantees que tipo de compañeros tiene tu hijo, tu hija en el cole.

La educación comienza en el hogar, no busques que alguien enmiende lo que tú no sabes educar.

Sé un ejemplo a seguir para ellos, un espejo en el que encuentren el reflejo de la persona en la querrán convertirse.

Que el cuidado por los demás sea una prioridad y así establecer un compromiso ético.

Que la bondad, el amor, el respeto sean bases primordiales en las que fundamentar sus vidas.

Eso no engrosará su currículum, pero de seguro hará que nuestros hijos sean mejores personas.

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