Dos testimonios impactantes de Venezuela

A los europeos nos sorprenden las formas en las que Dios está actuando en Latinoamérica, pero no hay duda de que lo está haciendo.

25 DE ABRIL DE 2017 · 11:30

Caracas, este 24 de abril en las marchas convocadas. ,Caracas venezuela
Caracas, este 24 de abril en las marchas convocadas.

Este fin de semana pasado me han sacudido dos testimonios de manifestaciones de la oposición en Venezuela, después de las muertes en los recientes acontecimientos.

“Yo quiero dar un fuerte aplauso a todos los venezolanos valientes que salieron a la calle a defender a Venezuela. Yo quiero como periodista dejarles un mensaje, pero más que como periodista y como venezolana, como hija de Dios, porque ¿cuántos reconocen que necesitamos también una intervención de Dios para que Venezuela salga adelante? ¿Cuántos lo reconocen?”

Es la voz de una periodista que se dirige a una de las múltiples marchas de estos días, en una grabación que acabo de recibir. Continúa:

“Yo creo que tenemos en el cielo un Dios que primeramente es un Dios justo, y nadie se va a escapar de la justicia divina de Dios. Se puede escapar de la justicia terrenal, […] pero de la justicia celestial nadie se quedará impune. Por eso yo quiero hoy con muchísimo respeto regalarles una oración supercortita para poner a Venezuela primeramente en manos de Dios. Dice en Su Palabra que la ira del hombre no obra la justicia de Dios, así que por nuestra parte también tenemos que dejar que Dios haga de Su parte y dejar que Él tome la venganza.

Si usted quiere acompañarme conmigo en esta oración, levante sus manos al cielo con fe, porque sin fe nadie puede agradar a Dios; y vamos a poner nuestras vidas en manos de Dios, y vamos a poner a Venezuela en manos de Dios, porque tenemos un Dios poderoso y tenemos un Dios sobrenatural ¡Y vamos a decir fuerte, Venezuela! ¡Que se escuche fuerte, que se escuche en el reino de los cielos! Vamos a decir:

Señor Jesús: En esta hora yo pongo a Venezuela en tus manos; cúbrenos con tus alas; que tu reino se establezca en este lugar, que tu voluntad, que es buena, perfecta y agradable, se cumpla en mi país. Hoy pongo mi vida en tus manos y te reconozco como mi único Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida, y no lo borres jamás. Te amamos, Señor; Venezuela te pertenece. En el nombre de Jesús, Amén”.

(Los manifestantes levantaron sus manos, repitieron cada una de las palabras y las cerraron con una ovación).

Podemos debatir sobre la forma de desarrollar la presencia de los evangélicos en la vida pública, sobre si es adecuado reclamar la implementación del modelo cristiano en la sociedad, o si ese modelo es tan sublime que no debemos pretender establecerlo en esta sociedad caída, pero el discurso de nuestra hermana acalla el debate con su valentía y convicción. Puedo reconocer la pertinencia de las diversas posturas en esta cuestión, pero sólo tendrán autoridad moral cuando se acompañen del coraje de esta hermana.

El otro episodio no necesita comentarios y nos hace recordar aquel otro –dramático– de Tianamen:

Los diputados marchaban en la “Marcha del Silencio”, convocada este pasado sábado 22 de abril por la Mesa de la Unidad Democrática y apoyada por la generalidad de confesiones religiosas; allí estaban Capriles, Smolanski, Schola, Lilian y Jimeno. Llegaron a la altura de la Universidad Bolivariana y las fuerzas policiales no los dejaban pasar. Recojo literalmente el testimonio de uno de los manifestantes:

“Cuando la marcha llegó a donde estaba el piquete de la Guardia Nacional, uno de los guardias pone su arma en el suelo, se quita el casco y camina desarmado con los brazos abiertos. No entendemos qué ocurre, se hace un gran silencio, ensordecedor, pasan unos largos segundos y un segundo guardia hace lo mismo, luego son tres, cinco… todos se les unen. El capitán se monta en una de las tanquetas y manoteando al aire ordena que den la vuelta. Todos lo hacen.”

Las tanquetas acaban protegiendo la movilización.

A los europeos nos sorprenden las formas en las que Dios está actuando en Latinoamérica, pero no hay duda de que lo está haciendo. Y permítanme una profecía (nada paranormal, sino fundamentada en la contemplación de lo que sucede): si los evangélicos de esa parte del mundo saben reflexionar con inteligencia ante la Palabra y tienen sabiduría para actuar en la vida política, Latinoamérica liderará los más decisivos cambios en las próximas décadas.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - Dos testimonios impactantes de Venezuela