Éxodo en Castilla y León: ¡nos quedamos sin niños!

Vivimos sumergidos en una cultura urbana que lo invade todo. Parece que lo rural no existe.

06 DE MARZO DE 2017 · 12:09

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La España interior está en peligro de extinción. La despoblación avanza sin freno en la España interior, en muchas regiones pero también en Valladolid. Informa la Federación de Municipios y Provincias el órgano nacional que vela por los intereses nacionales de las administraciones locales:

  • Hay 57 pueblos donde residen 3.639 personas
  • 58 pueblos en peligro de extinción en Valladolid
  • El pueblo de Aguasal, 24 habitantes
  • 1 de cada 4 pueblos se sitúa en peligro de extinción

¿Quién irá que les predique?

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Romanos 10:14-17 (RVR1960)

En riesgo otros tanto pueblos. El peligro claro está entre el mercado laboral y la despoblación. En los pueblo y municipios pequeños no hay oportunidades laborales.

Las localidades con menos de 1.000 habitantes corren grandes riesgos. Y en este radio hay 184 pueblos vallisoletanos de un total de 225. Después viene León y otras regiones de España. Pero aquí nos estamos centrando en la España profunda.

La mujer rural necesita apoyo. Hoy en la provincia somos 523.679. Para el 2031 seremos 490.490.

Los columpios en los parques están vacíos. Hay localidades donde sólo hay búlgaros. Estos niños búlgaros, cuando nos hemos quejado de la inmigración, son la pequeña luz del pueblo. Estas familias no son españolas. ¿Qué pasará cuando decidan marcharse? ¿Qué pasará cuando decidan irse a otra localidad? Que estos pueblos desaparecerán, morirán.

Vivimos sumergidos en una cultura urbana que lo invade todo. Parece que lo rural no existe. Junto con esa España moderna y superpoblada en sus muchas ciudades, existe otra que está olvidada, que es rural, agrícola, cultural. Ésta se debate entre el ser y no ser. Población envejecida, verdaderos desiertos demográficos. Hay un mal llamado éxodo que es un mal endémico.

No se trata de que nos lamentemos, tampoco de que oremos únicamente, se trata de que reconozcamos el derecho a que las personas en los pueblos tienen a conocer a Cristo y desarrollar una estrategia común para ir al interior con urgencia.

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