Manchester United, éxito y fracaso

Lo que realmente cuenta es la actitud, la motivación, la razón por la que hacemos lo que hacemos y lo que hay en nuestro corazón para hacerlo.

18 DE ABRIL DE 2013 · 22:00

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Os escribo hoy sobre algo que no he podido ver con mis propios ojos pero que un buen amigo me comentó que hay escrito en un cartel en inglés en una de las puertas del vestuario del equipo de fútbol Manchester United: Seis normas básicas para el trabajo en equipo: · Las 6 palabras más importantes: Admito que he cometido un error · Las 5 palabras más importantes: Has hecho un buen trabajo
 · Las 4 palabras más importantes: ¿Cuál es tu opinión?
 · Las 3 palabras más importantes: Si te parece
 · Las 2 palabras más importantes: Muchas gracias
 · La única más importante: Nosotros
 · La menos importante: Yo Todos deberían tomar nota del asunto. Como hemos dicho en otras ocasiones, vivimos demasiado obsesionados con nuestro triunfo personal y con lo que nosotros conseguimos en cada victoria. La verdad es que pocos deportistas son señalados como jugadores de equipo; a veces parece que la mayoría solo se preocupa de lo que ellos pueden hacer y lo que pueden ganar. Olvidan que un solo jugador no puede ganar una competición de equipo. Y olvidamos también que el éxito y el fracaso son solamente dos impostores: ninguno de los dos debe gobernar nuestra vida si no queremos perder de vista todo lo que es realmente importante. El éxito y el fracaso son circunstanciales y momentáneos. Permanecen en el recuerdo solo unos pocos días, hasta que aparece un nuevo desafío. Lo que realmente cuenta es la actitud, la motivación, la razón por la que hacemos lo que hacemos y lo que hay en nuestro corazón para hacerlo. Los que vencen son los que no se preocupan demasiado por los resultados, sino por hacer las cosas bien. Los verdaderamente triunfadores son los que no viven obsesionados con lo que otros dicen, ni por lo que ellos han podido hacer, sino que vuelven a comprometerse una y mil veces en el desafío de darlo todo cada día, en cada momento, en cada lucha. ¿Sabes? Aparentemente, la vida del Señor Jesús fue un fracaso: nunca salió de su país ni escribió nada. Ni siquiera sus familiares creían en él, y los responsables religiosos fueron los primeros en llevarlo a la muerte. Pero él hizo la voluntad del Padre y vivió regalando amor y gracia a todos los que le rodeaban. Es el mayor triunfador de la historia. Muchos de los primeros cristianos entregaron sus vidas como mártires por amor al evangelio, y miles de personas lo siguen haciendo hoy en países donde no existe la libertad de conciencia. Aparentemente sus vidas no tienen sentido, son un fracaso... pero Dios y la historia los declaran vencedores. «Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres» (Filipenses 2:5-7). El mundo juzga éxitos y fracasos en función de la publicidad y la gloria momentáneas. Dios lo ve todo a la luz de la eternidad. La verdadera gloria tiene mucho más que ver con el nosotros que con el yo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Manchester United, éxito y fracaso