La última composición de Bach

Juan Sebastián Bach fue uno de los más grandes compositores de toda la historia. Su sensibilidad musical no tenía límites. Cuando estaba en su lecho de muerte le dictó a su mujer las notas de su última composición, titulada “A las puertas de tu reino eterno”.

07 DE OCTUBRE DE 2010 · 22:00

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Sabía quién había sido su inspiración, y conocía muy bien que Dios mismo le estaba dando la bienvenida a una vida nueva. Le esperaba aún más allá de la muerte. Sé que puede parecer demasiado “místico” pero en cierta manera, la relación con el Creador es así. Los que miran hacia el cielo, aprenden a vivir “desesperados” por ver a Dios, por encontrarle, por tener algo nuevo de Él en cada día... En ese deseo está la base de toda la confianza, porque sabemos que nuestro Creador, tal como nos ayudó en el pasado, estará con nosotros en el futuro. No nos queda ninguna duda, y eso precisamente es lo que enriquece nuestra existencia, ya que Dios promete estar siempre a nuestro lado y lo hace hasta en los momentos más extremos. Incluso hasta el mismo momento de la muerte. Aunque ya conozcamos a Dios y nuestra vida tenga sentido al verle, esa sensación de necesitar más de Él en cada momento, es lo que merece la pena en la vida. Es como si cada día quisiéramos estar más cerca de Él, disfrutar más de la vida que El nos regala. Porque Dios es amor, y vivimos en la medida en la que amamos. Cuanto más amamos, más vamos a sufrir, pero también más vamos a vivir. El mismo Agustín de Hipona lo dijo un día poco antes de su muerte: “Lo que hayas amado quedará, solo cenizas será el resto”. A veces, a algunas personas les cuesta mucho comprender lo que Dios puede hacer en una vida. El llena de seguridad nuestra existencia, y no sólo en el lugar en el que estamos y lo que hacemos, y las razones por las que hacemos las cosas que hacemos, sino sobre todo saber lo que hay al otro lado, saber lo que ocurre al final de nuestra vida. Si no es así, cualquier cosa que hagamos en este mundo, puede llegar a ser muy frustrante, si se puede terminar en cualquier momento, si no tiene una dimensión eterna. No es exagerado decir que cualquier cosa que hagamos, por muy buena que sea se quedará sólo en cenizas si no tiene una dimensión eterna. A las puertas del reino eterno de Dios, sólo el amor tiene las llaves para traspasarlo.

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