Análisis del conflicto árabe-israelí

Hace más de dos meses que apareció publicado mi artículo sobre “El Enigma de Israel y Palestina” en este foro de Protestante Digital. Ha sido gratificante porque hubo bonitos comentarios, tanto a nivel de Cartas al Director -excepto uno- como a título personal, hasta pidiéndome permiso para hacer fotocopias sobre dicho artículo para compartir con otras personas a quienes deseaban informar debidamente, porque entendían que carecían de la adecuada información objetiva.

30 DE SEPTIEMBRE DE 2006 · 22:00

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Por este motivo, en este momento (*), me decido a seguir compartiendo sobre este tema porque el conflicto sigue y observo constantemente en los medios de comunicación la desinformación latente que hay, quienquiera que sea el informante. Hay pocos medios de comunicación objetivos en sus crónicas y es por eso que me decido volver a escribir de nuevo, aunque no de mi pluma, sino por medio de un correo que un viejo y querido amigo y hermano en la fe del Mesías de Israel, Samuel del Coso, me ha enviado, y que éste sí ha salido de la pluma de un periodista chileno, con el título de: CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ, por Raúl Hermosilla Hanne, presentándose de la siguiente manera: No tengo ancestros árabes ni judíos, así como tampoco especiales simpatías o intolerancias raciales hacia ellos, lo que comienzo por aclarar, a fin de que en las líneas que siguen no se traten de ver connotaciones que no sean estrictamente históricas y del más limpio análisis político. Pero bien, la opinión pública mundial cree -en general- las siguientes falsedades: 1.- Que los judíos no tienen derecho a un estado en Tierra Santa, porque la abandonaron por cientos de años, durante los cuales fue ocupada por los palestinos, quienes jamás salieron de allí, por lo que sólo a ellos pertenece. Impugnan la resolución de las Naciones Unidas que al retirarse los ingleses, reconoció la existencia allí del estado judío. 2.- Que los israelíes están agrediendo con fines expansionistas a los poblados palestinos, y los atacan con modernísimo armamento, mientras éstos sólo tienen piedras para defenderse. Ambas cosas distan mucho de la verdad, como paso a analizarlo.
  1. Israel, con su capital Jerusalén, se convirtió en nación en el año 1312 antes de Cristo, vale decir, 2 mil años antes del surgimiento del Islam.
  2. Los refugiados árabes en Israel comenzaron a identificarse como parte de un pueblo palestino en 1921, esto es, 30 años después que llegaran a Israel 85.000 judíos.
  3. Desde la conquista del territorio por parte de los judíos en 1272 antes de Cristo, los judíos han tenido dominio sobre la tierra por mil años, con una presencia continuada durante los 3.300 últimos años.
  4. La presencia árabe data desde la conquista en el año 640 de la era actual, conquista que se mantuvo hasta el año 1072.
  5. Por más de 3.000 años Jerusalén ha sido la capital judía. Nunca ha sido Jerusalén la capital de ninguna entidad árabe o musulmana. Aún cuando los jordanos ocuparon Jerusalén, nunca trataron de hacerla su capital, y los líderes árabes nunca la visitaron.
  6. Jerusalén se menciona más de 850 veces en el Tanaj (Biblia Hebrea). En el Corán, Jerusalén no es mencionado ni una sola vez.
  7. El Rey David fundó la ciudad de Jerusalén. Mahoma nunca fue a Jerusalén, y sólo una leyenda señala que desde allí subió al cielo.
  8. Los judíos rezan mirando hacia Jerusalén. Los musulmanes rezan mirando hacia la Meca.
  9. En 1948 los refugiados árabes fueron alentados por los líderes árabes para salir de Israel, con la promesa de librar la tierra de judíos. El 68% de ellos se fue sin haber visto jamás un soldado israelí.
  10. Los judíos del mundo árabe -en su mayor parte- fueron forzados a huir de tierras árabes, debido a la brutalidad y persecución de los mismos árabes.
  11. El número de refugiados árabes que dejaron Israel en 1948 se estima en 630 mil. El número de refugiados judíos que salieron de tierras árabes se estima en 500 mil.
  12. Los refugiados árabes, intencionalmente, y a pesar de sus vastos territorios, no fueron absorbidos o integrados en las tierras de los países árabes a los cuales huyeron. De entre 100 millones de refugiados que hubo desde la Segunda Guerra Mundial, el grupo de refugiados árabes es el único que nunca ha sido absorbido o integrado a las tierras de su propia gente. Los refugiados judíos que llegaron a Israel fueron completamente absorbidos en un territorio más pequeño que cualquiera provincia chilena o que el estado de New Jersey.
  13. Los árabes están representados por 21 estados, no incluyendo a los palestinos. Hay tan sólo una nación y un estado judío. Las naciones árabes iniciaron y perdieron las 5 guerras en que Israel debió defenderse.
  14. La Carta de la Organización de Liberación Palestina (OLP) llamaba, hasta hace dos años, a la destrucción del Estado de Israel.
  15. Bajo el gobierno jordano los lugares sagrados judíos fueron mancillados y les fue negado el acceso a los lugares de oración. Bajo el gobierno israelí todos los lugares santos musulmanes y cristianos han sido preservados y hechos accesibles a gente de todos los credos.
  16. De las 175 resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobadas antes de 1990, 97 fueron contra Israel.
  17. En cuanto a la Asamblea General, de sus 690 resoluciones votadas antes de 1990, 429 fueron dirigidas contra Israel.
  18. Las Naciones Unidas se mantuvieron en silencio mientras 35 sinagogas en Jerusalén fueron destruidas por los jordanos.
  19. Igual silencio mantuvieron las Naciones Unidas mientras los jordanos sistemáticamente profanaron el antiguo cementerio judío en el Monte de los Olivos.
  20. Las Naciones Unidas se mantuvieron también en silencio mientras los jordanos impusieron una política del tipo "apartheid" para impedir la visita de los judíos al Templo del Monte y al Muro Occidental. Hasta aquí los principales hitos históricos, que nadie podría desmentir.
ANALISIS POLITICO No cabe duda de que es necesario para la paz del mundo, y no sólo para los pueblos involucrados, alcanzar una coexistencia pacífica de ambas naciones, y por eso es que se han hecho los más grandes esfuerzos -especialmente por parte de los Estados Unidos de América- para alcanzarla. Pero ello resulta cada vez más difícil y torna cada vez más peligrosa la situación, porque el real enfrentamiento que aquí se está dando, más que entre dos naciones o dos pueblos, se está transformando en uno entre el terrorismo y la civilización occidental, y así hay que comprenderlo de una vez por todas, independientemente de simpatías o antipatías de cualquiera índole. También hay que comprender que el terrorismo internacional es maestro en explotar el lado emocional de la gente, y así se condena de antemano a los gobiernos y fuerzas militares de los países democráticos, porque al defender a sus estados del terrorismo suelen causar dolorosas situaciones a la población civil. Entendámoslo de una vez por todas: No se puede combatir la violencia terrorista sin esos deplorables efectos secundarios. Por eso, las acciones militares deben ser lo más rápidas y efectivas posible, y esas poblaciones civiles deben comprender que los verdaderos responsables de sus desgracias no son quienes se defienden del terrorismo, sino los que lo practican, sin importarles las previsibles consecuencias para sus familias y poblaciones. En todo caso, no es menos cierto que el terrorismo suele ir inserto en doctrinas, ideologías o religiones, como quiera llamárseles, que exaltan esos actos como expresiones de valentía y patriotismo. Y así, un análisis político en profundidad del caso palestino, nos entrega los siguientes hechos, también indesmentibles:
  1. Los palestinos están construyendo su identidad nacional sobre las bases del victimismo y de la vocación suicida. Para gran parte de la sociedad Palestina, el terrorista que detona su cinturón de explosivos junto a hombres, mujeres y niños israelíes es un mártir, un héroe.
  2. La Autoridad Palestina llama a su juventud a seguir el ejemplo, a través de los medios de comunicación, de su sistema educativo, e incluso ofrece incentivos económicos a las familias del "shahid" (mártires). En la sociedad palestina la exaltación a la muerte y al suicidio ha tomado dimensiones de culto. Una amplia gama de justificaciones religiosas, sociales, políticas y económicas sirven de base ideológica para el reclutamiento de este tipo de terroristas.
  3. El movimiento nacional palestino se define a si mismo por negación al movimiento nacional israelí, y busca la venganza y no la conciliación. Resulta evidente que es con este espíritu que Arafat ingresó en el proceso de paz iniciado en Oslo, y es sin duda lo que lo motivó a patear el tablero de las negociaciones y elegir la opción de la violencia.
  4. El problema no es la falta de una solución al conflicto palestino-israelí, ya que todos sabemos cuál es: un estado palestino y un estado judío, uno al lado del otro. No es verdad que los palestinos se embarcaron hace 18 meses en esta aventura de violencia y muerte para terminar con la ocupación israelí, o para conseguir un estado palestino. Arafat se retiró de las negociaciones cuando controlaba el 90% de su población, el 99% de los territorios en Gaza, y el 45% de los territorios en Judea y Samaria. Arafat se retiró cuando se le ofreció un estado palestino en el 97% de todos los territorios. No hay que ser demasiado perspicaz para comprender que los palestinos están en guerra con Israel porque antes que darle fin al conflicto y darse por satisfechos, prefieren no concretar el sueño de un país propio, y no detenerse hasta ver a Israel humillado, vencido, derrotado, y tal vez desaparecido.
  5. Resulta también claro que la decisión de Arafat de enfrentarse con Israel es una decisión estratégica y no un hecho circunstancial. La Autoridad Palestina de Arafat ha llevado a cabo atentados contra ciudadanos israelíes en cooperación con grupos fundamentalistas como el Hamas y el Jihad Islámico, ha cooperado y recibido asesoramiento del Hezbollah (grupo apoyado por Siria y por Irán), ha adquirido armamentos prohibidos por los acuerdos que Arafat en persona firmó. Arafat ha degradado así la relación Israelí-Palestina, de una relación de negociación a una de enfrentamiento. Al rechazar Arafat la paz, volvió al recurso del terrorismo, que fue el que lo hizo célebre.
  6. No es precisamente con piedras -como proclaman las autoridades palestinas- que luchan, ya que no fueron piedras las que explotaron en el café, en Tel-Aviv, en el hotel, en Netanya, en el supermercado, en Jerusalén, en el restorán, en Haifa, o en la discoteca, en Tel-Aviv. Tampoco el barco Karin-A transportaba 50 toneladas de piedras, ni el misil Kassem está hecho de piedra.
  7. A Israel no le queda más opción que la de ejercer su derecho a legítima defensa ante los crímenes que los palestinos están cometiendo en contra de sus ciudadanos.
URGENTE NECESIDAD Resulta así de urgente necesidad que las Naciones Unidas, y principalmente Estados Unidos, ordenen y respalden con la fuerza el cese del terrorismo en este conflicto, para que una vez sin actos de ese tipo durante un tiempo prudencial, se reinicien las conversaciones de paz con nuevos delegados. La paz es también anhelada por una respetable porción del pueblo palestino, que no anida el odio en sus almas ni justifica el terrorismo como método de acción política, y que es perfectamente capaz de vivir en armonía con sus vecinos judíos, y forjar un futuro civilizado a sus descendientes. Pedro Navarro Vírseda Presidente de FOCULPRIBIS XXI
(*) Este artículo fue recibido en agosto, aunque no se ha publicado hasta hoy, por lo que hemos redactado o quitado aspectos temporales -o muy locales- que habían quedado desfasados sin cambiar en nada lo esencial de su contenido.

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