Cristo en toda la Escritura
Jesucristo dijo que todo el Antiguo Testamento habla del sufrimiento y la gloria del Mesías.
12 DE MAYO DE 2019 · 10:00
En Lucas 24:25-26, 44-46, Jesucristo dice a dos discípulos que todo el Antiguo Testamento habla del sufrimiento y la subsecuente gloria del Mesías (cf. Jn 5:39). En esa ocasión, Jesús estaba andando con ellos desde Jerusalén hasta Emaús, una caminata de unos 10 kilómetros que habría durado unas tres horas. ¿Podría hablar usted sobre el sufrimiento y la subsecuente gloria del Mesías por el mismo tiempo? Claro que muchos empezaríamos con Isaías 53, pero ¿podría hablar de ‘todo lo que han dicho los profetas’ y de ‘la ley de Moisés, los profetas y los salmos’?
Me gustaría sugerir que una de las razones por las que muchos no podríamos superar el reto es que ya no utilizamos un método hermenéutico fundamental que los apóstoles y otros cristianos de generaciones previas sí utilizaban. ¿Cómo se llama este método? Se llama la tipología, y puede abrir unas vías tremendas para ver el sufrimiento y la subsecuente gloria del Mesías en toda la Escritura.
Cinco ejemplos de tipología cristológica en el Antiguo Testamento
Me gustaría compartir cinco ejemplos de tipología cristológica en el Antiguo Testamento que hablan de las experiencias del sufrimiento y la subsecuente gloria del Mesías. En muchos casos, cumplen también con lo que dijo el apóstol Pablo de que la ‘gloria’ vino al tercer día (cf 1 Cor 15:3-4). La clave interpretativa en estos ejemplos es la tipología, así que estamos buscando correspondencias generales entre las historias veterotestamentarias y su cumplimiento en el Mesías.
1. Adán y Eva (Gén 2)
- Adán, siendo perfecto y sin pecado, no tenía mujer. Dios le hizo caer un sueño profundo, abrió su costado y formó su mujer de su propio cuerpo. Al despertarse, Adán vio su gloriosa y perfecta mujer.
- Jesús, el verdadero Adán, siendo perfecto y sin pecado, no tenía mujer. En la cruz, le cayó el sueño profundo de la muerte. El soldado romano le abrió su costado con una lanza y emanó sangre y agua, formando así su mujer de su propio cuerpo. Al despertar de la muerte, verá a su gloriosa y perfecta mujer en la eternidad (cf. Ef 5:25-27).
2. Abraham e Isaac (Gén 22)
- Dios manda a Abraham sacrificar a su único hijo amado y los dos viajan juntos por tres días hasta el Monte Moriah1e Isaac es quien lleva la leña (en hebreo ‘leña’ es la misma palabra para ‘madera’ y ‘árbol’) subiendo la montaña; pero al tercer día Dios rescata a Isaac de la muerte en el último minuto por proveer otro sacrificio.
- Jesús, el único hijo amado de Dios, fue el sacrificio quien llevó su ‘madera’ subiendo Gólgota; pero, a diferencia de Isaac, no fue rescatado en el último minuto2porque él fue el verdadero “otro sacrificio” que Dios proveyó; sin embargo, al tercer día Dios le soltó de la muerte.
3. José y sus hermanos (Gén 37-50)
- José fue el hijo amado de su padre y fue traicionado por sus hermanos por plata; fue condenado injustamente como criminal y enviado a la cárcel (un tipo de muerte) con dos criminales, uno de los cuales era inocente y el otro culpable; luego José fue liberado de la cárcel (un tipo de resurrección) y sentado a la diestra del Faraón, desde donde salvó a mucha gente de la muerte y perdonó a sus hermanos traidores.
- Jesús fue el hijo amado de su Padre y fue traicionado por sus hermanos (Judás y los otros líderes religiosos) por plata; fue condenado injustamente como criminal y enviado a la tumba después de ser crucificado con dos criminales, uno de los cuales era inocente y el otro culpable; luego Jesús fue levantado de la muerte y sentado a la diestra del Padre, desde donde salva a mucha gente de la muerte y perdona a sus hermanos traidores.
4. Los filisteos derrotan a los israelitas (1 Sam 4-6)
- Los filisteos derrotan a los israelitas, llevan cautiva el arca y la ponen delante de su dios, Dagón. Por la mañana del tercer día los filisteos encuentran a Dagón derrumbado delante del arca, con su cabeza y manos cortadas.
- Jesús, la verdadera arca del Señor, es llevado cautivo por el verdadero enemigo, la muerte. Pero al tercer día demuestra Jesús que la ha cortado la cabeza y las manos por levantarse de los muertos.
5. Daniel en el foso de los leones (Dan 6)
- Daniel fue condenado a la muerte por su piedad (oraciones) por unos soberanos celosos y malvados, que habían engañado y obligado al rey para que le echara en el foso de muerte. Pero temprano al tercer día (es decir, el tercer día después de ser condenado por sus oraciones), fue liberado del foso y restaurado a su lugar glorioso.
- Jesús fue condenado a la muerte por su piedad por unos soberanos celosos y malvados, que engañaron y obligaron a Pilato a que le condenara a la cruz y a la tumba. Pero temprano al tercer día fue liberado de la tumba y restaurado a su lugar glorioso por su ascensión a la diestra de Dios.
III. Conclusión
Espero que estos ejemplos hayan animado a los lectores a tomar en serio las palabras de Jesús cuando afirmó que toda la Escritura habla de su sufrimiento y subsecuente gloria. El método usado aquí no ha sido la de buscar profecías sino la tipología, un método poco usado por nosotros los protestantes, pero que debemos recuperar. Ahora les animo a coger sus Biblias y leerlas con la expectativa de encontrar el mismo patrón en otras partes. Les aseguro que la búsqueda no será en vano.
1Según 2 Cr 3:1 es el mismo sitio donde Salomón construyó el Templo.
2Aunque se lo pidió: ‘Padre, si es posible, pase de mí esta copa’.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Casa Reina y Valera - Cristo en toda la Escritura