Phillis Wheatley, poeta
Fue guardada por un Dios que más tarde conocería como su Dios, Creador, Salvador y Señor, a través de personas Suyas que la tomaron, rescataron, enseñaron, ayudaron y le transmitieron la fe.
16 DE MARZO DE 2019 · 22:20
No hace mucho, me encontré, por pura “casualidad” algo qué me pareció de los más hermoso……
“Fue llamada Phillips, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró. Había nacido en Senegal. En Boston, los negreros la pusieron en venta:
-¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!
Fue palpada, desnuda, por muchas manos. A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca. Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados. Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta.”
La poeta.
Eduardo Galeano
Tanto me gustó y me emocionó la historia de esta preciosa e increíble mujer, y el modo de presentarla por Galeano……… ¡Pero era poeta! Que me traspasó el alma por mil motivos, mujer, afroamericana, cuestionada, marcada…...¡Pero era poeta! Así que decidí ahondar en su vida y en su historia.
Permitidme ahondar un poquito en todo esto…
Nacida en Senegal en 1753, esta preciosa mujer fue capturada en su más tierna infancia, contando con tan sólo siete años de edad. Fue sometida a la horrenda esclavitud; viajando rumbo a Estados Unidos junto con otros cautivos, en dirección al mercado de esclavos de Boston.
Creo que puedo decir, Dios quiso que aquella mujer fuera comprada por un matrimonio de espléndidos y benditos, además de inteligentes mercaderes, los Wheatley, que pronto comprendieron que aquella niña poseía una gran inteligencia y que su destino no estaba en los duros campos de algodón; así, se aseguraron de que la chica recibiese una buena educación, incluyendo estudios de latín, griego, mitología e historia. Muy pronto, su educación y destreza dieron frutos, y esta increíble chiquilla, vio su primer poema publicado en 1767 a la edad de 13 años, en el Newport Mercury. A esta obra lírica siguieron otras más, y la joven creció en popularidad y reconocimiento.
Su poesía fue admirada por muchas de las figuras destacadas de la Revolución Norteamericana, como la de George Washington, quien se refirió a ella por su “gran Genio poético” y le agradeció personalmente por un poema que escribió en su honor; Aun así, Phillis seguía siendo una “simple esclava” para muchos, que creían que era imposible que una esclava negra pudiese tener tal entendimiento y sensibilidad. Al fin y al cabo, los negros no tenían alma, como argumentaban muchos de los seguidores de Thomas Jefferson, uno de sus mayores críticos, ¿no es cierto? Se me estremece el corazón al escribir esta tremenda barbaridad.
A causa de todo esto, en 1772 Wheatley tuvo que defender su capacidad literaria en las cortes. Fue examinada por un grupo de intelectuales de Boston, entre ellos John Erving, el reverendo Charles Chauncey, John Hancock, Thomas Hutchinson, el gobernador de Massachusetts, y su teniente gobernador Andrew Oliver. Terminaron por concluir, que ella era la autora de los poemas adscriptos a su persona y firmaron un certificado que fue publicado en el prefacio a su libro de Poems on Various Subjects, Religious and Moral, editado en Aldgate, Londres en 1773.
Este inconmensurable hecho para mi, mujer del siglo XXI, es algo inigualable, el primer reconocimiento en la historia de los Estados Unidos de la igualdad intelectual entre blancos y negros. Un hecho que parece sin demasiada importancia en nuestros días, pero que en su momento supuso algo impresionante, y el chispazo que originó multitud de reivindicaciones que no pedían nada más que algo que, simplemente caía por su propio peso, el reconocimiento de los mismos derechos que, como persona, les correspondía.
Los afroamericanos aún tuvieron que soportar muchas décadas de opresión y de constante lucha por alcanzar la igualdad, viviendo momentos intensa y profundamente duros y difíciles; ya que el fin de la esclavitud, no supuso realmente el término de toda aquella crueldad inhumana; sino más bien el comienzo de los cimientos de las grandes barreras del racismo y la exclusión social, pero la voz de Phillis Wheatley, no dejó ni dejará de motivar a los corazones de los hombres y mujeres , tal como yo, en pleno 2019.
Permitid que os traiga algún excelente poema de esta inigualable mujer:
SOBRE SER TRAÍDOS DE ÁFRICA A AMÉRICA
Fue la misericordia la que me trajo desde mi tierra pagana,
le enseñé a mi alma ignorante a entender
que hay un Dios, que hay un salvador también:
no lo conocía ni lo buscaba, me redimió.
Algunos vieron nuestra raza azabache con ojos de desprecio,
"Su color tiene un tinte diabólico".
Recuerden, Cristianos, Negros, negro como Cain,
púlete y únete al tren angelical.
UN HIMNO AL CREPÚSCULO
Tan pronto como el sol abandonó el este central
el trueno repicó y sacudió la llanura celestial;
¡Esplendor majestuoso! desde el ala del céfiro,
exhala el perfume de la primavera en flor .
Suave murmullo de los arroyos, las aves renuevan sus notas,
y a través del aire su música flota mezclada
¡A través de todos los cielos qué tintes tan bellos se extienden!
Pero las glorias al oeste, el rojo en lo más profundo:
Así que muchos de nuestros pechos con cada resplandor virtud,
¡los templos de vida de nuestro Dios en la tierra!
Lleno de la gloria de aquel que da la luz,
y corre el azabache las cortinas de la noche,
que le permiten dormitar plácido, calmo, de su mente cansada,
en la mañana despierta más placentero, más compuesto;
así serán las labores de el día que comienza
más puro, más reservado de los lazos del pecado.
Cetro de plomo de una noche que sella mis ojos soñolientos,
entonces cesa mi canción, hasta que justo se hubiere erguido la Aurora.
Traducción del inglés por J. Diego Amoroz E.
IMAGINACIÓN
¡Imaginación! ¿Quién podría cantar tu poderío?
¿Y quién describiría la velocidad de tu carrera?
Elevándonos a través del aire para encontrar la radiante morada,
El empíreo palacio del tronante Dios,
Sobre tus alas aventajamos al viento,
Y dejamos atrás el rodante universo.
De estrella a estrella el ojo mental vaga,
Mide los cielos y recorre las regiones superiores;
Allí en un panorama abarcamos el magnífico todo,
O con nuevos mundos asombramos el alma infinita.
A LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE
Mientras que un ardor intrínseco incita a escribir,
Las musas prometen ayudar a mi pluma;
Hace poco que salí de mi tierra natal
La tierra de los errores y la oscuridad egipcia:
Padre de misericordia, fue tu mano gentil
Me trajo a salvo de esas moradas oscuras.
Estudiantes, a ti 'tis giv'n para escanear las alturas
Arriba, para atravesar el espacio etéreo,
Y marca los sistemas de los mundos giratorios.
Aún más, hijos de ciencia recibís
La dichosa noticia de los mensajeros del cielo,
Cómo fluye la sangre de Jesús para tu redención.
Verlo con las manos extendidas sobre la cruz;
La compasión inmensa en su pecho brilla intensamente;
Oye a los maldicientes, y no resiente su desprecio:
¡Qué incomparable misericordia en el Hijo de Dios!
Cuando toda la raza humana por el pecado había caído,
Se dignó morir para resucitar,
Y compartir con él en los cielos más sublimes,
Vida sin muerte, y gloria sin fin.
Mejorar sus privilegios mientras se quedan,
Vosotros discípulos, y cada hora redimiste, que lleva
O buen o mal informe de ti al cielo.
Que el pecado, ese mal pernicioso para el alma,
Por medio de vosotros os fuisteis, ni os remitiereis;
Suprimir la serpiente mortal en su huevo.
Ye floreciendo las plantas de la raza humana divina,
Un Etiopía te dice que eres tu mayor enemigo;
Su dulzura transitoria se convierte en dolor sin fin,
Y en inmensa destrucción hunde el alma.
Publicadas por Fausto Marcelo Ávila
Es increíble todo lo que os acabo de dejar, hay muchísimo más; pero creo que es lo suficiente, tal vez no para captar la belleza literaria, pues son traducidos por dos personas diferentes desde el inglés, pero me emocionan muchas cosas, la que más, el que esta mujer traída y arrancada de su África natal, fue guardada por un Dios que más tarde conocería como su Dios, Creador, Salvador y Señor, a través de personas Suyas que la tomaron, rescataron, enseñaron, ayudaron y le transmitieron la fe.
Hay frases deliciosas y profundo conocimiento de Dios en esta mujer, simplemente “arrebatan” mi corazón y mi alma.
De esta maravillosa historia de vida y obra, podemos extraer multitud de lecciones… Reconozco que todo me puede, mi África, la gente de color, todo el duro tema de la esclavitud, la poesía. Pero sobre todo ello, el poder ver la mano de Dios en medio de todo esto, ¡Me paree fascinante! Escogida, llamada, dotada, utilizada… Creo que no me cabrían toda clase de adjetivos para poder expresar todo lo que siento, mi amor y admiración por mi Dios, el mismo que el de ella, su color negro azabache y mi color blanco, además… ¡Era mujer igual que yo! Creo que no tengo más que añadir, simplemente meditemos en ello, porque Dios es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Después de tanta letra, os dejo algo maravilloso que espero que os deleite tanto como a mi, es Mi Dios es real interpretado por River Churchs:
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Phillis Wheatley, poeta