Caminando con Jesús en la caravana (en medio de las complejidades)

La gran mayoría de la gente que está en el Centro Benito Juárez salió de Honduras porque la situación actual les era completamente intolerable.

01 DE DICIEMBRE DE 2018 · 20:20

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El lunes, 19 de noviembre, mi esposa y yo tuvimos el privilegio de acompañar a un grupo de pastores y líderes de Los Angeles en una visita de asesoramiento a los hondureños que habían llegado a Tijuana. El domingo 18 habían habido unas protestas pequeñas afuera del Centro Deportivo donde los ha alojado el gobierno mexicano. El lunes el gobierno de EEUU cercó la frontera a vehículos por unas tres horas para poner nuevas barreras en el cruce vehicular fronterizo de San Ysidro. Durante la semana el presidente Trump también amenazó con cerrar completamente todos los cruces fronterizos entre los EEUU y México.

Lo primero que notamos al cruzar al lado mexicano era que Tijuana seguía su curso normal. Después de pasar un poco de tiempo en el nuevo cruce peatonal orando por personas que iban a presentar sus peticiones por asilo político nos fuimos a un centro comunitario que sirve como lugar de organización para el cuidado de personas deportadas por EEUU a México y ahora de refugiados que esperaban poder presentar sus casos al gobierno de EEUU. Allí vimos de primera mano el trabajo sacrificado de tantas personas que están ayudando a deportados, a refugiados y a la gente marginalizada de Tijuana en general.

De allí nos fuimos a la Unidad Deportiva Benito Juárez donde el gobierno mexicano está hospedando a los de la caravana. Lo que vimos fue un proyecto cada vez más organizado de parte del gobierno y muchas organizaciones buscando la manera de ayudar. También vimos el orden que los mismos refugiados están manteniendo dentro del centro.

En medio de todo esto escuchamos las historias de los de la caravana. Norma (nombre ficticio) nos contó de los miembros de su familia que han sido asesinados, incluyendo a una hermana que mataron mientras ella iba en la caravana. Su historia se repite entre tantas de las personas de la caravana que han perdido seres queridos a la violencia que ha hecho que se identifique a Honduras como el país de más homicidios fuera de un país en guerra.

 

Caminando con Jesús en la caravana (en medio de las complejidades)

Durante nuestro tiempo allí y en los días posteriores hemos escuchado muchas interpretaciones sobre los que han llegado en la caravana. Unos los describen como invasores, personas listas a forzar su entrada a los EEUU. Otros han cuestionado los “intereses” detrás de la caravana, diciendo que la finalidad es de crear una crisis en la frontera que se le pueda culpar al presidente Trump. También hay aquellos que han declarado que entre la caravana van muchos criminales que buscan entrar a EEUU por este medio.

No es de dudar que hayan intereses políticos de muchos tipos alrededor de la caravana. El presidente Trump los utilizó durante la reciente campaña política. Y es claro que hay personas en Honduras que se benefician de que salga a luz la situación atroz que se está viviendo en ese país. También es verdad que el gobierno de México, y de Tijuana en particular, se encuentra en una situación complicada. Y no es de dudar que algunos criminales se hayan unido a la caravana.

Estas interpretaciones encontradas se hicieron notar en los eventos del domingo, 25 de noviembre. Una marcha con intenciones pacíficas se hizo un desorden y algunos intentaron cruzar la frontera para entrar a EEUU como parte de la protesta. Algunos analistas vieron prueba de que la caravana es una invasión de criminales y otros vieron acciones injustas en las reacciones de los agentes fronterizos. Y el gobierno mexicano arrestó a los instigaron el intento de cruzar la frontera y prometieron deportarlos.

 

Caminando con Jesús en la caravana (en medio de las complejidades)

Sin embargo, nosotros nos encontramos con la realidad de que la gran mayoría de la gente que está en el Centro Benito Juárez salió de Honduras porque la situación actual les era completamente intolerable. Muchos han visto a seres queridos asesinados y muchos están bajo amenaza de muerte. Su deseperación, y su creencia en un futuro mejor, les ha motivado a tomar una acción peligrosa creyendo que el pueblo de EEUU es un pueblo que responde ante la realidad del sufrimiento de otros.

Una de las organizaciones hermanas que participó en la visita pastoral desde Los Angeles fue Mateo 25. Tiene este nombre recordando las palabras de Jesús “en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40). Durante nuestra visita a Tijuana nos encontramos a Jesús “disfrazado” de deportado, de refugiado, de madre viuda, de niños pequeños y de personas marginalizadas. Que cuando Cristo venga en gloria nos diga: 

Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí (Mateo 25:34-36).

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Caminando con Jesús en la caravana (en medio de las complejidades)