La sequía en España

Cada día hay más estudios que demuestran que las sequías son muchas veces producto de la mano del hombre.

27 DE ENERO DE 2018 · 22:22

Embalse de Yesa, en Aragón, en septiembre de 2016. / Basotxerri, Wikimedia Commons (CC 4.0),
Embalse de Yesa, en Aragón, en septiembre de 2016. / Basotxerri, Wikimedia Commons (CC 4.0)

‘No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo’ (proverbio inglés)

‘No hay vida sin agua’, (Albert Szent Gyorgyi)

Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, 14 pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna’. Jesucristo, en Juan 4: 13-14. 

España está seca. El país más árido de Europa, el sureste de la península ibérica se considera una de las zonas más vulnerables a las sequías. Aquí está el único desierto de Europa, en Almería, escogida por Hollywood durante décadas para producir muchas películas ‘del oeste’. 

La palabra ‘desierto’ es una zona donde la escasez del agua para la vida es permanente. El problema es que muchas zonas semiáridas se están convirtiendo en desiertos, por la reducción de la pluviosidad. Este proceso de reducción progresiva de la cobertura vegetal se llama desertización, y aunque las causas pueden ser cambios naturales en la pluviosidad, cada día hay más estudios que demuestran que las sequías, y la misma reducción de la pluviosidad, son muchas veces producto de la mano del hombre tanto a nivel local, como ocurre en los bosques ecuatoriales de Amazonia (la deforestación produce menos vegetación que emite vapor de agua al cielo), como a nivel mundial, con el calentamiento del planeta. En resumen, cortamos los árboles y cambiamos el clima. 

 

Imagen de AEMET, comparando la cobertura vegetal 2014 a 2017.

La definición de la sequía es un periodo de falta de lluvia en una zona, sea de origen atmosférico (lluvia), de agua de la superficie o subterránea.

Y la sequía en España? La última gran sequía desde los años 40 fue en 2012, con un descenso de 75% en las lluvias (1). Anteriormente la gran sequía de 1990 a 1995 hizo estragos en la agricultura. La globalización del comercio redujo el impacto, que se vio principalmente en los precios y una menor competitividad en el comercio exterior de ciertos productos, como las verduras y las frutas. Hace dos años que tenemos un gran déficit de lluvias (ver gráfico de los embalses abajo)  y parece que el actual periodo puede batir todas las marcas, aún a pesar de cierta recuperación de los embalses por las recientes borrascas en enero 2018. 

‘De las 16 cuencas hidrográficas que hay en España, las dos que tienen menos reservas son las del Segura y el Júcar, a la que pertenece el embalse de Contreras, con una capacidad de 850 hectómetros cúbicos de agua y ahora mismo solo hay 86, un 10% de su capacidad (3).

Muchos pueblos, con granjeros que tienen animales a su cargo, se abastecen ahora de camiones cisterna. Las ciudades tienen prioridad, pero la agricultura y el turismo van a ser los primeros afectados, y si la tendencias continúa, esto afectará mucho a la economía y al empleo.  

En el pasado la solución fué construir embalses. Aquí hay más embalses (1226) que ningún otro país de Europa, regulando un 57% de los ríos del país, pero el problema se centra en la gestión del agua. Con un número estimado de un millón de pozos ilegales vaciando los acuíferos, y una política agraria no apropiada al enfatizar el regadío en vez del buen uso del secano en un país mayormente de secano, el problema actual es inevitable. Las sequías son normales en España, pero lo que no es normal es que falte el agua, si se administra bien. Mala mayordomía y mala previsión. Por lo menos el gobierno está en estos momentos iniciando una campaña televisiva de ahorro del agua, como por ejemplo, cerrar el grifo cuando se lavan los dientes. Hasta en el lluvioso Reino Unido a veces han tenido que llamar la atención al ahorro, ejemplificado en la polémica llamada por televisión de compartir la ducha (gran sequía de 1976). 

En las últimas décadas el incremento en el consumo del agua por las ciudades, el ocio, el turismo en la costa, la industria y la agricultura, ha hecho que las sequías antes consideradas normales ahora se vean críticas, aparte de que son más severas. Ciudades como Barcelona han tenido que hacer planes de emergencia, hace unos años, para traer agua en barcos de desaladoras del Levante español. Veremos si esto se repite y se amplía. 

Es desconcertante observar que las autoridades no parecen estar preocupadas, a pesar del record histórico y la curva alarmante en el gráfico abajo. Embalses con 3,5%, o 4% de su capacidad (León y Sevilla), 0,5% Soria, el principal embalse de Gran Canaria, y no parece que haya reacción. Que hubiera por lo menos un debate y medidas preventivas, como recomendar medidas de reducir el consumo, y planes a medio y largo plazo. 

 

La sequía en España

 

Embalse de Los Barrios de Luna, León, a 4% de su capacidad el 4 de septiembre 2017,  con pancarta de Greenpeace. / El Pais.

Los medios no han parado de enseñarnos imágenes de estos embalses casi vacíos. A pesar de los avisos de los meteorólogos, climatólogos y algunas ONG’s, es sólo ahora cuando las fábricas y las ciudades empiezan a  ver peligrar el suministro, cuando hay una reacción. Las pocas lluvias recientes darán un pequeño respiro a los granjeros - la semilla puede que ahora empieza a germinar, pero si las lluvias no siguen varios meses esos campos sembrados se secarán. Y ya han llegado los anticiclones del invierno.

¿Cambio climático? Es importante no especular o dramatizar, sino referirnos a la información recogida por los científicos. Tenemos datos de medidas, y modelos de cambio clímático, cada vez más perfeccionados. Hace años que predecían un incremento en los eventos meteorológicos extremos, como las sequías y las lluvias torrenciales, estos as veces asociados con un incremento de la intensidad de los huracanes/ciclones/tifones (son lo mismo). 

En un mundo cada día más poblado, con muchos habitantes viviendo a en zonas marginales en países tropicales, al nivel del mar o al lado de los ríos, en sus vegas, no es de sorprender que las noticias sobre sequías e inundaciones sean cada día más frecuentes. En un mundo con poca gente los eventos extremos no se convierten en desastres naturales. 

Los datos muestran un incremento continuo de la temperaturas, pero ¿puede este hecho tener relación con la sequías? Los datos de temperatura fiables (medición con instrumentos) en España son desde los años 50 del siglo pasado. La reconstrucción de las sequías a partir de la dendrocronología en España (el estudio de los anillos de crecimiento de los árboles), en la zona de Teruel por la Universidad de Zaragoza, ha hecho posible conocer los años secos y húmedos desde 1674 hasta 2012. El periodo más seco fue de julio 2011 a julio 2012. Este estudio no permite hacer predicciones de manera directa de eventos extremos futuros, aunque estas reconstrucciones sí se utilizan para validar los modelos de cambio climático futuro. “Lo que se está viendo durante el siglo XX y lo que llevamos del XXI es un aumento en la recurrencia de los fenómenos extremos, tanto de años secos como de años húmedos” (1). Sequías y lluvias más extremas. Esto es lo que los modelos climáticos han estado diciendo en los estudios a nivel global en los últimos años.  

En la Biblia la sequía es una señal de alejamiento de Dios, la consecuencia de la desobediencia. Las tierras bíblicas son parecidas a las de este lado del Mediterráneo. Si las borrascas del atlántico no llegan a España, no traen agua tampoco al mediterráneo oriental. Y la sequía allí siempre ha sido frecuente y, en una sociedad ganadera, un gran peligro. Hoy en día el estado de Israel se protege de sus peores consecuencias acaparando el agua de la zona (el Mar de Galilea y el río Jordán), a expensas de los países y pueblos próximos, como Jordania y la zona de Cisjordania, al igual que lo hace Turquía, reduciendo constantemente el agua que fluye por tierras de Siria e Irak hacia el Golfo Pérsico. 

La sequía es un tiempo de sufrimiento para la fauna, la flora y el hombre, y la Biblia nos habla bastante de la sequía. No debe sorprendernos mucho, porque una buena parte de las tierras bíblicas son de carácter semiáridas, otra parte desérticas, y otra parte desiertos con ríos exóticos que las atraviesan, como en Egipto y Mesopotamia. 

El pueblo de Israel fue llevado por Dios a la tierra prometida, un ‘puente’ de montes mediterráneos, con un verano largo y seco, un pasaje de comunicación entre dos zonas desérticas, Mesopotamia y Egipto, regado por grandes ríos. Se les enseña a depender de Dios para su bienestar. El es el que manda la lluvia, que produce el fruto de la vid, el cereal, y es Dios quien les advierte de que mientras dependan de El y no de las alianzas de poder con las dinastías de Egipto, o Babilonia o Asiria, tendrán paz en la tierra y lluvias de bendición. Por medio del profeta Hageo, Dios advierte a los judíos que han vuelto de su exilio de su pereza en reconstruir el templo, ya que se dedicaban primero a construir y decorar sus casas con madera del monte, no limitándose a las piedras. 

v4: ¿’Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?’. 

Los versos 5 y 6 muestran que era una labor inútil.  Debían obedecer a Dios y construir primero Su casa, el templo, como les había ordenado. Les había rescatado después de 70 años de exilio, y volvían con un propósito restaurador. Tenían ante todo que poner a Dios primero en sus vidas. Recuerda las palabras de Jesús en Mateo 6:33, 

‘Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas’. Lecciones para nosotros hoy?

También las palabras de los profetas siguientes nos muestran la relación entre la provisión de Dios de la lluvia y la obediencia. El es Señor de los elementos. Permite que llueva, y me pregunto si no nos quiere enseñar algo a los hombres y las mujeres de la tierra sobre nuestro alejamiento de El. ¿La forma que tratamos a Su mundo, - porque es de El y no nuestra (2), no tiene consecuencias? ¿Nos sorprende? 

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.

Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.

Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.

10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.

11 Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos’.

¿Nos suenan estos productos? ¿Qué efectos está teniendo la falta de lluvia sobre la producción agrícola española? Si no hay agua para el secano, tampoco habrá en los embalses y el regadío, y el vergel de Europa, con su trasvase de agua y regadío artificial se convertirá en polvo.  

El siguiente pasaje muestra (como en Esdras 5:1-2), como las palabras del profeta tuvieron efecto en los gobernantes (Zorobabel) y el pueblo. Se habian centrado en sí mismos, e  la vía más cómoda. ¿Paralelismos con el hombre de hoy?

El modelo bíblico para una correcta relación con la tierra

El pueblo de Israel fue instruido a administrar la tierra y los recursos, en Levítico, a realizar una economía sostenible, donde la tierra y el hombre descansara de su labor. Una llamada a un equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Y que dependiera de Dios, el que provee la lluvia, y no en los pueblos vecinos para sus alianzas políticas. Esta falta de fe en el Creador y sustentador de todo, y el rechazo a la responsabilidad de ser buenos mayordomos y gestores de los recursos prestados por Dios, que es el dueño de todo, se puede ver claramente hoy en día. 

Si el amor perfecto para Dios y nuestro prójimo es lo más importante (Mateo 22:34-40), entonces una relación rota, tanto con Dios como con los demás, es la raíz del mal. El no amar a Dios tiene consecuencias. Dejamos de cuidar de las cosas de las que a Dios le importa, incluyendo la tierra.  Tenemos una relación intima con la tierra. El no cuidar la creación es por ello sintomático de una rotura de la relación de amor con nuestro prójimo, esté cerca o lejos, en tiempo o en espacio.

Tres pasajes claves para reflexionar: 

1. Levítico 24:8 a 24, donde se nos describe el modelo del Jubileo. Cabe preguntar si aplicamos estos principios a nuestra forma de vivir, como afectaría la relación con nuestros vecinos, y con la tierra.

2. Éxodo 20:8-10 y Levítico 25:1-7 nos enfatizan la importancia del Sabat, el día de descanso. ¿Si aplicáramos estos principios al mundo del trabajo y la vida cotidiana, tanto a nivel personal como comunitaria y eclesial, como cambiaría nuestro mundo? 

El cristiano está llamado a ser luz y sal en este mundo, a no conformarse a él, y a ser siervo del Rey de reyes aquí y ahora. Hemos absorbido una forma de pensar, una teología, alejada de la verdad bíblica en este aspecto práctico de la aplicación a los principios bíblicos a la vida y a la economía. Una teología de ‘espera’, de pasividad, o únicamente centrada en un testimonio verbal del evangelio. Si no se acompaña por una vida que refleja la propia vida de Cristo, de un amor por los demás, implicando un cambio de prioridades y una renuncia a una forma de vivir centrada únicamente en una mejora del bienestar personal, será poco creíble para un mundo que busca hechos y está harto de mensajes. El mismo sacrificio de prioridades, por amor a los demás, es un fuerte testimonio. 

Démonos cuenta que con Dios hay restauración ahora, y esperanza. El es quien da el agua de vida. El reino de Dios se instauró a partir de la venida, muerte y resurrección triunfal de Cristo, sellando la victoria sobre la muerte y el poder mortal del pecado, y nuestro día a día debe reflejar esta realidad. 

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”’. Juan 7: 37-38.

 

Notas

1. Las sequías en España: Radiografía de los últimos 318 años   

2. https://www.iagua.es/noticias/espana/agencia-sinc/16/06/27/sequias-espana-radiografia-ultimos-318-anos

3.  The worst drought in Spain in 70 years Archived June 28, 2012, at the Wayback Machine.

4. Salmo 24:1  ‘Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan;..’

5. Antena 3 Noticias: http://www.antena3.com/noticias/ciencia/espana-esta-viviendo-una-de-las-sequia-mas-destructivas-de-lahistoria_201711175a0efd870cf2ebaa16833798.html

6. www.embalses.net10 de enero 2018

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