Yo sólo espero ese día

Nuestra esperanza no se basa en lo que podamos lograr en este mundo, sino en lo que Dios está haciendo en Cristo.

16 DE DICIEMBRE DE 2017 · 22:50

Casi todos los hermanos de la iglesia trabajaban largas horas en los campos agrícolas del centro de California. Foto: Trent Erwin. Unsplash.,
Casi todos los hermanos de la iglesia trabajaban largas horas en los campos agrícolas del centro de California. Foto: Trent Erwin. Unsplash.

Uno de los himnos favoritos en la iglesia de mi niñez era “Yo sólo espero ese día”.

Varios de los líderes de la congregación lo pedían como favorito cada culto en el cual se daba oportunidad para cantar himnos favoritos.

 

//Yo sólo espero ese día cuando Cristo volverá//

Afán y todo trabajo para mí terminarán

Cuando Cristo venga a su reino me llevará.

 

Ya no me importa que el mundo me desprecie por doquier,

Ya no soy más de este mundo, Soy del reino celestial.

Yo sólo espero ese día cuando me levantaré

De la tumba triste y fría con un cuerpo ya inmortal.

 

Entonces allí triunfante y victorioso estaré,

A mi Señor Jesucristo cara a cara le veré.

Allí no habrá más tristezas, ni trabajos para mí,

Con los redimidos al Cordero alabaré.

Casi todos los hermanos de la iglesia trabajaban largas horas en los campos agrícolas del centro de California. Habían conocido la gracia de Dios en sus vidas y tenían esperanza para el futuro. Pero sus vidas eran difíciles y, humanamente hablando, no se perfilada un futuro mejor en esta tierra.

También, por ser evangélicos, éramos marginados en nuestra pequeña comunidad latina. A pesar de todo eso, los hermanos podían seguir adelante con esperanza porque creían en la segunda venida de Cristo y en la resurrección.

Algunas personas han criticado este himno por su mensaje escapista. Sin embargo, para los hermanos de mi iglesia era un mensaje de esperanza. A pesar de vivir en un mundo que no valoraba su trabajo, por ser campesinos, y que los despreciaba por ser evangélicos, ellos sabían que Dios caminaba con ellos y que podían creer en el futuro.

Cómo líder cristiano sé que debo trabajar para mejorar la vida de personas como los campesinos entre los cuales me crié. Necesito luchar por la justicia y por una vida mejor para los pequeños y los que el mundo desprecia.

Los hermanos de mi iglesia no tenían manera de luchar, al igual que muchos hoy. Así que, debo luchar a su lado y a su favor.

Pero los hermanos de la iglesia de mi niñez me recuerdan que nuestra esperanza no se basa en lo que podamos lograr en este mundo, sino en lo que Dios está haciendo en Cristo.

Seguiré trabajando, pero también esperando “ese día cuando Cristo volverá” y terminen las tristezas y los trabajos bajo el señorío de Cristo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Yo sólo espero ese día