10 consejos para escuchar una predicación
Cómo sacar más provecho de la predicación de la Palabra.
11 DE FEBRERO DE 2017 · 22:20
Si la predicación de la Palabra de Dios es la parte más importante del culto evangélico, entonces aprender a escuchar el sermón adquiere una importancia vital.
En este breve artículo, pretendo compartir diez consejos para escuchar la predicación en el Día del Señor a fin de sacar el máximo provecho de los mensajes que el Señor nos trae. ¡Confío en que os bendecirá a todos!
1.- Ora durante la semana
En tus oraciones diarias, pide al Señor que bendiga el mensaje del pastor. Ora para que tu congregación sea edificada en la enseñanza sana de la Palabra. Si le das tanta prioridad a la Palabra en tus oraciones en casa, sin duda estarás pendiente de cada palabra del mensaje una vez que llegues a la casa del Señor el domingo.
2.- Prepara tu alma
Levántate temprano en el Día del Señor para preparar tu alma y orar para que el Señor hable a la congregación. Fija tu corazón en el Evangelio, las principales doctrinas de la Palabra y el amor de Cristo por los pecadores; y no permitas que nadie o nada amortigüe tu alegría espiritual.
Una vez que llegues a la iglesia, tómate un tiempo para orar antes de que comience la reunión. Mantén tu alma en perfecta paz ante la presencia del Señor.
3.- Llega a la iglesia temprano
No vayas a la carrera a la iglesia. No hay nada peor que llegar a la casa del Señor cinco minutos tarde porque no saliste de tu casa a tiempo. En vez de planear que llegas a la iglesia un minuto antes de las once, ¿por qué no llegar allí quince o veinte minutos antes para leer la Palabra y buscar al Señor? Si vas apresuradamente de su casa a la iglesia, ten la seguridad de que estarás enfadado y molesto cuando llegues allí y no serás capaz de aprovechar al máximo el mensaje.
Escuchar una predicación es una actividad solemne y santa. Tienes que asegurarte de que tus facultades estén en sintonía para recibir la Palabra.
4.- Acuéstate temprano el sábado por la noche
Si sabes que vas a escuchar la Palabra el domingo, asegúrate de conseguir un buen descanso el sábado por la noche. Vete a la cama temprano. Si tienes un sueño reparador, estarás mucho mejor preparado para enfrentar el día siguiente. Así que a las diez u once, apaga el móvil, cierra el ordenador portátil y ¡a la cama!
5.- Siéntate en las primeras filas
Siempre es una buena idea tratar de buscar un asiento en la parte delantera. Personalmente hablando, hacerlo siempre me ha ayudado mucho. Me doy cuenta de que cuando estoy sentado en la parte de atrás me resulta más fácil distraerme con la gente que está delante de mí. Pero si estás sentado en los primeros bancos, es más difícil que alguien le moleste. Como norma general, tendrás que llegar temprano para sentarse en el frente; pero el esfuerzo extra valdrá la pena.
6.- Apaga el móvil
En algunas iglesias que he estado, tienen un letrero colocado en la puerta de entrada que prohíbe el uso de móviles en el templo y creo que es una gran idea. Estoy seguro de que habrás escuchado algún tono de llamada durante el sermón.
Otro problema es que si uno tiene su móvil activado, siempre está la tentación de conectarte y así ya no estarás adorando a Dios porque no estarás prestando atención al mensaje. En cualquier caso, una persona que no es capaz de pasar una sola hora sin mirar su teléfono móvil está atada. Eso sería una señal preocupante.
7.- Coge un bolígrafo y un cuaderno
Una gran manera de interactuar con el mensaje es conde un bolígrafo y un cuaderno. Lo bueno de anotar el esquema y los comentarios de un predicador es que durante toda la semana puedes refrescar tu mente con el contenido del mensaje. ¡De esa manera recibes doble o triple bendición!
También vale la pena revisar los versículos bíblicos que se citan en el mensaje una vez que llegues a casa. Si tomas notas durante el sermón, definitivamente obtendrás mucho más de él.
8.- Disciplina tu mente
No dejes que tu mente se distraiga. Mantente enfocado en el mensaje en cada momento. ¡Es la Palabra del Dios viviente! No hay nada más importante en el mundo que lo que se proclama desde el púlpito.
Así que si oyes que la puerta de la iglesia se abre detrás de ti, no te vuelvas para ver quién es. Si oyes a alguien levantarse de su asiento, mantente firme en el predicador. Una vez más, ¡no dejes que nada te distraiga! ¡Olvídate de todo lo demás! ¡Disciplina su mente! ¡Recibe la Palabra!
9.- Habla con la gente acerca de la Palabra predicada
Una disciplina saludable es la de hablar sobre la Palabra una vez que el mensaje ha terminado. Esto se puede hacer cuando te diriges a casa en el coche. ¿Por qué no preguntarle a algún hermano o hermana en el Señor acerca de lo que más le ha bendecido o desafiado acerca del mensaje? O una vez que llegues a casa, pregunta a tu familia acerca de las cosas que el Señor puso en sus corazones cuando la Palabra era predicada.
10.- Repasa el mensaje
Por último, asegúrate de repasar el mensaje durante la semana. Si tienes tu cuaderno, podrás repasar el mensaje en tu tiempo devocional y así orar la Palabra con un sentido más profundo en el corazón. Podrías incluso copiar el mensaje en tu ordenador portátil y tener un archivo entero lleno de predicaciones.
Meditar en el mensaje ayudará a anclar las grandes doctrinas de la Palabra en tu alma y estimulará tu crecimiento en la piedad. No te olvides de buscar formas de aplicar el sermón a tu vida durante el resto de la semana.
Conclusión
Son diez simples y sencillos pasos. Pero si los pones en práctica, pronto verás cuánto más puedes aprender de la predicación de la Palabra. Entonces, ¿por qué no empezar con la lista de diez consejos este sábado? ¡Estoy seguro de que serán una gran bendición para tu vida espiritual!
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