Sé lo que hicisteis el último verano (III)

Los campamentos son lugares apropiados para aprender a trabajar en equipo, a servir a los demás sin recibir nada a cambio.

02 DE JULIO DE 2016 · 20:00

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3. El equipo de producción

“No hay nada más grande que una persona pasando de muerte a vida. Los campamentos son un espacio ideal para ello, en medio de la naturaleza, sumergidos en un ambiente espiritual increíble, de comunidad, de iglesia (…) Allí puedes encontrar personas que te aceptarán, consuelo y abrazo, la reflexión que no tienes tiempo para hacer en lo cotidiano, puedes renovar tu fe y tomar fuerzas para seguir, descubrir tus temores y cómo vencerlos, conocer tus dones y ampliar tus perspectivas hacia un futuro de servicio en el Señor.”

“En esos días conectamos con las cosas importantes de la vida: tiempo con amigos, de juego, de deporte y, por supuesto, tiempo con Dios.”

Si en el principio Dios creó los campamentos… Entonces tomó al hombre y lo puso en el huerto para que lo cultivara y lo cuidara.

La creación es maravillosa, un verdadero regalo para todos y cada uno de los sentidos. La naturaleza, la belleza, la creatividad, las relaciones personales e incluso el trabajo, entendido como una relación sana y productiva de cuidado y cultivo de la creación original, son experiencias vitales indispensables. Aunque, siendo muy sinceros…

“Organizar un campamento lleva un trabajazo… No lo sabes bien hasta que te toca organizarlo a ti.”

Y aun así, muchas personas deciden trabajar con entusiasmo y dedicación en el campo… digo, en los campamentos. Gestor@s de espacios de campamentos, director@s de tiempo libre, cociner@s, personal de mantenimiento, monitor@s, personal de limpieza y voluntari@s en áreas muy diversas invierten su tiempo, su ilusión, su esfuerzo y, habitualmente, también días de vacaciones con el objetivo de servir y bendecir a otras personas, principalmente menores de edad, en campamentos de aventuras, de deporte, de familias, de adolescentes, de niños, de inglés o simplemente de ocio y amistad.

¿Por qué lo hacen? ¿Por qué creen que vale la pena tanta dedicación, sacrificio y trabajo normalmente no retribuido con dinero? ¿Cuál es el valor añadido de trabajar en este formato?

A continuación, algunos testimonios respecto a sus opiniones y motivaciones al respecto:

“Lo bueno de los campamentos es que favorecen la comunión 24h durante días, por lo que siempre hay oportunidades para animar y aconsejar con la Palabra de Dios.”

“Entre monitores, directores y los equipos de servicio de cocina, limpieza y mantenimiento, se crea un gran vínculo. Trabajar todos juntos, que te apoyen cuando ya no puedes más, que oren por ti, que te cambien la siesta o te cubran un turno, quedarte charlando, comentando anécdotas o asuntos personales… Nos convertimos en amigos trabajando en nombre de Jesús.”

“Vale la pena porque siempre veo cómo Dios obra. Me explico, ver a un adolescente necesitado, convencido de su pecado, decidir que quiere vivir para Dios no tiene precio… Es impresionante.”

Planificar durante semanas, en ocasiones, durante meses, para preparar todos los detalles de un trabajo que luego se realiza en solo 6 ó 7 días es una experiencia muy intensa. Los campamentos son lugares apropiados para aprender a trabajar en equipo, a servir a los demás sin recibir nada a cambio, a experimentar nuestras propias motivaciones en el servicio, a alcanzar el agotamiento físico y mental en un tiempo récord para desnudar nuestras profundas razones internas, y, por supuesto, a sacrificar derechos, tiempo de ocio o parte de nuestra libertad adulta para ajustarnos a esquemas, horarios y rutinas que otros necesitan por su bien.

También es una gran oportunidad para abrir espacios de servicio a gente joven que quiere desarrollarse, involucrarse, ayudar, poner en práctica sus dones y talentos. Cada campamento suele tener otro campamento paralelo con experiencias muy enriquecedoras entre aquellos que trabajan de forma entregada y desinteresada. Para mí, está claro que…

“Pasar un verano en campamentos es mucho más que pasar un tiempo de ocio, es invertir, enriquecer, edificar de una manera sabia en nuestras vidas y en las vidas de los que amamos.”

Desde hace ya un par de semanas y durante todo el verano, miles de niños, adolescentes, jóvenes e incluso adultos y familias van a invertir un valioso tiempo de descanso, reflexión y comunión en campamentos a lo largo y ancho del país. Una gran decisión y…

“Nos gustaría que cualquier persona pueda pararse un momento y orar por todas aquellas personas que van a venir a los campamentos y que Dios pueda obrar en sus vidas.”

¿Te unes a la oración?

También te animo a dejar comentarios de agradecimiento bajo este artículo, dedicados a aquellos que, con su servicio en campamentos o retiros, te hayan servido a ti y a los tuyos. Así animamos a todos los que tienen todo un verano de trabajo por delante.

La semana que viene nos acercaremos a la perspectiva de aquellos que predican y dan talleres y conferencias en los campamentos, retiros y tiempos de reflexión.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tramontana - Sé lo que hicisteis el último verano (III)