Otra onda G

Pronto, detectar ondas G se convertirá en rutina y dejará de salir en portada. Somos, literalmente, comparables a un ciego a quien se acaban de ofrecer ojos.

18 DE JUNIO DE 2016 · 21:07

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La noticia acaba de llegar: han detectado otra onda gravitacional (onda G), y una tercera detección está siendo analizada. Este segundo evento es el resultado de la fusión de dos agujeros negros de 14 y 8 masas solares. El bebé pesa 21 soles. Nació a 1,4 mil millones de años luz de nosotros. Hagamos las cuentas: 14 + 8 = 22. Sobra 1 ¿verdad? Absolutamente. El fruto de la fusión pesa menos que la suma de los objetos iniciales. La masa perdida, se la llevaron las ondas G detectadas bajo forma de energía.

Más allá de la confirmación de la relatividad general de Einstein, ya explicada en su tiempo en Protestante Digital, el evento confirma otra cosa. Veamos esto.

Supongamos que es usted astrofísico/a. Sospecha fuertemente que las ondas G existen, y le gustaría detectarlas. Empieza así el inventario de todos los eventos que podrían generarlas: el Big Bang, la fusión de dos agujeros negros ligeros, pesados, muy pesados, la fusión de dos estrellas de neutrones, etc. Digamos para simplificar que se necesita un cataclismo que implica enormes masas en un breve periodo de tiempo.

Una vez hecho el cálculo del tipo de ondas que deberían emitir estos fenómenos, falta un paso importantísimo antes de construir un detector: estimar la frecuencia de ocurrencia de dichos eventos. Tomemos el ejemplo de la fusión de dos agujeros negros. ¿Cuán a menudo sucede? Es una pregunta que hay que contestar antes de hacer nada. ¿Se imagina pidiendo 600 millones de Euros para detectar algo que debería ocurrir una vez cada 10 millones de años? Yo tampoco.

Contestar la pregunta "¿Cuán a menudo sucede?" requiere un buen conocimiento de la demografía del cosmos. ¿Cuántos agujeros negros tenemos allí? ¿Con qué frecuencia van a colisionar? Etc. Es este conocimiento, tan implícito como indispensable, el que la detección de dos ondas G a unos meses de intervalo, también valida.

El detector está parado ahora por motivos de mantenimiento. Otros están en construcción o en proyecto. Ya se está analizando la posible detección de una tercera onda. Pronto, detectar ondas G se convertirá en rutina y dejará de salir en portada. Somos, literalmente, comparables a un ciego a quien se acaban de ofrecer ojos. La era de la astronomía gravitacional ha comenzado, pero como se ha visto, no empezamos desde cero.

 

Autor: Antoine Bret (antoinebret.com) es doctor en Física, Profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha y con frecuencia, Profesor Visitante en el departamento de astrofísica de la Universidad de Harvard. Colabora con el Centro de Ciencia y Fe (www.cienciayfe.es/es/centro) en España, y con la web Francesa ScienceetFoi.com.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tubo de ensayo - Otra onda G