¿Qué es Peregrino?

Entrevistamos a Mateo Hill con el fin de aprender más sobre el ministerio de la casa editorial 'Peregrino'.

12 DE MARZO DE 2016 · 23:10

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¡Saludos, queridos lectores! Os doy la bienvenida una vez más a ‘Brisa fresca’. Me da mucha alegría informaros de que esta semana estamos con el director de la casa editorial ‘Peregrino’, Mateo Hill.

Mateo, para que lo conozcáis un poco mejor, es un inglés casado con Judith (de Irlanda del Norte). Se conocieron en el Northumbria Bible College y se casaron en 1988. Tras un tiempo de prácticas en una iglesia bautista en el sur de Inglaterra y más formación con APEEN en Suiza, llegaron a España en 1991.

Pasaron por un tiempo de aprendizaje del idioma en Zaragoza, antes de ir a La Mancha, donde han pasado los últimos 22 años. Mateo ejerció como pastor en Santa Cruz de Mudela (donde nacieron sus dos hijos, Thomas y Jacob) y después en Cuenca. Fue en el año 2011 cuando empezó a formar parte de Peregrino, pasando a ser el director en marzo del 2013.

Ahora pasamos a la entrevista.

Will Graham (WG): ¿Podrías empezar hablándonos un poco sobre la visión de Peregrino?

Mateo Hill (MH): Editorial Peregrino existe para poner el mejor material cristiano al alcance del máximo número de personas posible. Nuestro lema es «LA EXCELENCIA DE LA PALABRA», ya que buscamos la excelencia tanto en las palabras escritas, traducidas, impresas, como la excelencia en cuanto a la Palabra, que todos nuestros títulos tengan un claro enfoque bíblico.

Sea con nuestros propios títulos, tratados o revistas, como con lo mejor de otras casas que distribuimos; tanto en España como en el mundo hispanoparlante; nuestra misión es ayudar a los creyentes a crecer en la fe y proporcionar a las iglesias herramientas para proclamar el evangelio.

WG: ¡Gloria a Dios! ¿Y cómo empezó la casa editorial?

MH: Editorial Peregrino comenzó en 1979 con la visión de hacer disponibles libros que reflejaran la fe bíblica que descubrieron los reformadores del siglo XVI. En aquel entonces el mundo angloparlante disfrutaba de muy buenos materiales que no estaban disponibles en castellano.

Fueran los reformadores y los puritanos o sus sucesores como Spurgeon o J.C. Ryle o escritores más actuales como Martyn Lloyd-Jones o Brian Edwards; el deseo era que se pudieran leer en la lengua de Cervantes.

WG: ¿Y por qué consideras que el ministerio de Peregrino es tan importante hoy día?

MH: La llegada de internet proporciona al mundo un sinfín de información que llega gratis y de forma inmediata a nuestro salón. Pero muchas veces, más información solo sirve para confundir más. Si dejáramos que internet definiera lo que es ser evangélico nos quedaríamos con que cualquier cosa sirve. ¿Cuántos de nosotros hemos escuchado a un creyente decir que había leído algo en internet y luego te suelta una barbaridad? Necesitamos volver a la Biblia y a una interpretación fiable, correcta de ella.

Los libros de Peregrino buscan ser esta ayuda idónea, al lado de nuestra Biblia, para ayudarnos a comprender más y mejor la revelación de Dios y al Dios de la revelación. En un mundo cada vez más oscuro, y con multitud de guías ciegos, es más necesaria que nunca una antorcha que nos ilumine con luz clara y fiable.

WG: ¿Cuáles son algunos de los libros y autores más vendidos?

MH: En cuanto a autores, mencionaríamos al «príncipe de los predicadores», C. H. Spurgeon; al primer obispo de Liverpool, J. C. Ryle; y cómo no, al «Doctor», Martyn Lloyd-Jones.

WG: ¡Qué bien! Son tres héroes míos. ¿Algo más?

MH: Luego, hay algunos libros que siempre venden bien. «La santidad» de Ryle es muy popular, junto con «La predicación y los predicadores» de Lloyd-Jones. Si incluimos títulos que distribuimos también, el bestseller sería «El cristiano con toda la armadura de Dios» por el puritano William Gurnall.

Últimamente hemos vendido muchos ejemplares de «¿Cuál es la misión de la iglesia?», por nombrar un libro escrito más recientemente.

WG: Genial. Es bueno saberlo. Ysi alguien quiere comprar algún libro o hacerse socio, ¿cómo lo puede hacer?

MH: Todo nuestro catálogo, casi 700 artículos entre libros propios y de otras casas editoriales, está disponible en nuestra página web. Uno puede leer una reseña o consultar el índice de cada libro, y después pagar su compra de forma segura.

La página también tiene en su área de «blog» interesantes artículos y toda la información acerca de las ventajas exclusivas de pertenecer al Club Peregrino. Para los que prefieren un trato más personal, siempre queda la opción de llamarnos al teléfono 926 34 96 34.

 

Mateo Hill

WG: A nivel más personal, hermano, ¿cómo sabías que tenías que venir a España?

MH: Me crie en una casa pastoral, y todos los años venían misioneros de España a mi casa para usarla como base para hacer visitas a las iglesias en la zona. Con 16 años, me convertí por la gracia de Dios y tres años después, en la famosa conferencia «Keswick», sentí que el Señor me estaba llamando al ministerio en el extranjero.

Con una creencia firme en la providencia de Dios, sabía que Dios me había dado un interés en España por algo, y que tenía que investigar la posibilidad de España antes de pensar en cualquier otro lugar. Empecé a orar por misioneros en España, visité el país dos veces y cursé tres años en un seminario bíblico.

Durante todo este tiempo (pasaron 9 años entre «Keswick» y llegar a España como obrero) iba creciendo en mí la convicción de que Dios me estaba llamando precisamente a esta tierra, hasta tal punto de saber que si no venía a España sería desobedecer al Señor.

WG: ¿Y quiénes son algunos de tus héroes en la fe? ¿Por qué?

MH: Primero, haría mención a los santos del Antiguo Testamento, sin distinción; es decir, todos los que aparecen en la galería de la fe en Hebreos capítulo 11. Me asombra su gran fidelidad con tan pocos conocimientos y recursos. En cambio, nosotros tenemos toda la revelación de Dios, el Verbo escrito y encarnado, y nos cuesta tanto serle fieles a nuestro Dios.

En segundo lugar, D. Carlos Buffard y su padre Don Percy, misioneros en España, siempre me han servido de referencia en mi trabajo aquí. A Don Percy no lo conocí, pero lo que uno lee y escucha acerca de él, predicando el evangelio en España durante los 20 años anteriores a la Guerra Civil es todo un ejemplo de amor por Cristo, amor por el evangelio y amor por los españoles (la biografía de Percy está disponible en Editorial Peregrino).

Su hijo, Carlos, era uno de los misioneros que pasaba por mi casa, un hombre que demostraba que el carácter fuerte, tan necesario para estar en la obra del Señor, siempre tenía que ir cogido de la mano de la gracia y la humildad en la persona.

Por último, mi padre. Me enseñó, y me sigue enseñando, que servir al Señor es necesariamente un trabajo duro, que tenemos que estar dispuestos a «sudar la camiseta»; y que aunque la obra a veces parece el peor trabajo del mundo, es siempre el mejor y más glorioso que podemos tener.

WG: Si pudieras recomendarnos algunos libros que más te han influenciado a lo largo de los años, ¿cuáles serían?

MH: El primer libro que me impactó es todo un clásico: «En sus pasos: ¿Qué haría Jesús?» por Charles M. Sheldon. Es una obra de ficción en la que se imagina qué pasaría en la Iglesia y la sociedad (en este caso a finales del siglo XIX) si antes de cualquier decisión las personas, los creyentes, preguntasen: «¿Qué haría Jesús?».

Sería muy fácil descartar el libro como fantasía, pero creo que hay que asumir el desafío que nos presenta. Si no influimos en nuestra sociedad ni tampoco en la Iglesia donde somos miembros; algo estamos haciendo mal.

Mi segundo libro sería, «El Avivamiento: un pueblo rebosante de Dios» por Brian Edwards, ¡y no lo digo porque sea un libro de Peregrino! Recuerdo haber leído este libro en inglés en mis primeros meses en España, ya por el 1991. ¡Cuán fácil es olvidar el poder de Dios y caer en la rutina de ser cristiano y «hacer iglesia»!

Pero nuestro Dios es un Dios capaz de irrumpir en la historia, y en la vida de su pueblo, para acercarnos a Él, cosa que después afecta, cambia y transforma a la sociedad que nos rodea. Quiera Dios hacerlo hoy aquí en España, donde nunca se ha visto tal cosa hasta ahora. Este libro me recordaba, y me recuerda, que el Dios que lo ha hecho tantas veces en otros tiempos y lugares es capaz de hacerlo hoy, aquí.

WG: Al ver lo que el Señor está haciendo en España y en el mundo hispano, ¿cuáles son tus esperanzas y preocupaciones?

MH: Empezamos con mis preocupaciones. Una de las cosas que más me preocupa es cómo vamos borrando la línea que divide lo correcto del error. Seguramente es fruto del posmodernismo, pero es algo sumamente peligroso. Vemos que lo que era pecado o herejía en el pasado, hoy en día es aceptable, es simplemente una expresión diferente, una interpretación paralela pero válida de nuestra fe.

Nos hemos vuelto hombres y mujeres grises cuando las Escrituras son de blanco y negro. Actualmente me preocupa, por ejemplo, la confusión que hay sobre la homosexualidad, el ecumenismo, el liderazgo de la mujer y qué es exactamente el evangelismo.

Para ser más positivo, hay mucho para animarnos. Hace poco escribí un blog sobre ello, comentando que estoy más animado que en cualquier momento de todos mis años en España. Veo últimamente que hay un despertar de interés en la sana doctrina entre el pueblo de Dios.

Hubo un tiempo en que oías a la gente menospreciar la teología y la predicación. Pero creo que esto está cambiando, y me anima. Una iglesia que gira alrededor de la Palabra de Dios, que se esfuerza para entenderla sin imponer sus propias ideas, es una iglesia sana, una iglesia preparada para evitar el error e huir del pecado.

WG: ¡Tremendo! Y para ir acabando, hermano, si pudieras dar algunos consejos a nuestros lectores más jóvenes, ¿cuáles serían?

MH: ¡Sigue leyendo! Cultiva el hábito de lectura. Apúntate a un club de lectura o crea uno entre tus amigos. Lee de forma amplia, con variedad: doctrina, devocional, biografía, secular. No tengas miedo de leer algo que no sea de tu «escuela», sino «examina todo y retén lo bueno».

Eres y serás lo que lees. Un libro es el gimnasio del cerebro. Invierte en libros y gástate en leerlos.

WG: Muchísimas gracias, Mateo, por tu tiempo hoy. Aprovecho para agradecerte por el ministerio de Peregrino, el cual está siendo de gran bendición para mi propia vida. Me quedo con lo dicho por tu padre: “¡A sudar!” ¡Adelante en el Señor!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - ¿Qué es Peregrino?