Doxología en el terremoto

¿Cuántas veces has sido capaz de cantar una preciosa doxología en los momentos más profundos y llenos de dolor de tu vida?

06 DE MARZO DE 2016 · 11:40

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“Y a Aquel qué es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha, delante de Su Gloria, con gran alegría. Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia; ahora y por todos los siglos, Amén.

                                             Judas  vrs. 24 y 25.

Supongo que es bien conocida de todos esta preciosa doxología de Judas. ¡Me encanta cantarla! Y cada vez que lo hago, todo mi ser se estremece y se postra en adoración. Simplemente observad algunas de sus palabras….. Poderoso para presentarnos sin mancha, con gran alegría….. Único y sabio Dios…. Gloria ….. Majestad…… Imperio…Potencia…

Como de costumbre, ninguna de nuestras palabras, ni las más sublimes, tendrían el más mínimo parangón con esta belleza.

Son muchas las veces en las que me pregunto cuanta es la profundidad real de su significado para cada uno de nosotros, en la intimidad de nuestro corazón.

Es muy revelador el significado de la palabra doxología. Proviene de dos palabras griegas que aparecen con bastante frecuencia en el Nuevo Testamento. La primera es “doxa” que significa “brillo, esplendor, gloria” y en ocasiones “alabanza u honor”. La segunda palabra es “logos” que significa “palabra, expresión”. Por lo tanto doxología, quiere decir, una expresión de alabanza. Es una expresión verbal de la Gloria y Majestad del Dios infinito, maravilloso y eterno.

¿Cuántas veces has sido capaz de cantar una preciosa doxología en los momentos más profundos y llenos de dolor de tu vida?

Hubo una ocasión en que dos grandes hombres de Dios, hombres que estaban sirviendo a su Señor en el tiempo y en el lugar correcto. Simplemente por obedecer a su Maestro, se vieron en la cárcel, en el calabozo de más adentro y con los pies bien apresados por el cepo ¿Recordáis? Sí… Eran Pablo y Silas ¿Por qué? Bueno, el diablo no se queda quieto cuando le arrebatan algo. Lo sé, jamás podrá tocar más de lo que nuestro Dios le permita, pero se enfurece y nos lo hace saber. Y estos siervos del Altísimo, después de haber liberado a una pobre muchacha poseída por un espíritu de adivinación, pudieron sufrir en sus carnes un buen zarpazo del enemigo.

Sé que nos parece tan injusto…. Obedeciendo a Dios, haciendo Su voluntad y en Su tiempo, y terminan donde terminan. ¿Cómo reaccionaríamos tú y yo? Es fácil cantar una maravillosa doxología en tiempos preciosos de paz y bonanza en nuestras vidas ¡muy fácil! Otra historia, es hacerlo cuando nos ahogan “los cepos”, “el calabozo de más adentro” es lúgubre, frío, húmedo y oscuro. Y ni vemos, ni comprendemos, ni entendemos nada. Pero ellos comenzaron a cantar una doxología y tan alto, que todos los demás presos los podían oír.

Es entonces, cuando todo el poder del único y sabio Dios de majestad se  despliega inmensamente, ocurre un tremendo y sonoro terremoto, y todas las cadenas se rompen y caen al suelo hechas añicos.

¿Te encuentras viviendo un período de paz y contento?.... ¡Canta con alegría una preciosa doxología!

¿Estás sufriendo profundamente por algo qué te oprime el corazón con fuerza?... ¡Canta la más bella de las doxologías! 

Sea cómo sea, las puertas de los cielos se abrirán, podrás llegar al corazón del Padre y toda Su gloria te cubrirá con el más maravilloso Amor del Universo, el incomparable Amor del Dios vivo, ¡inigualable e insondable como el mar!

Quiero regalarte una de las canciones más preciosas para mi.. Toda la gloria, de Cara a cara Band. Dice en alguna de Sus frases:

Todo lo qué soy, se lo debo a Él…. Si he logrado metas, es porque llevo en mi las huellas de Jesús de Nazareth…… Toda la Gloria y todo el Honor, sean tributados a Cristo el Señor….. Qué se cante en todo el mundo, qué el dueño de mis triunfos es Jesús de Nazareth….

Mientras estaba escribiendo este artículo, me llamaron para avisarme que había partido con el Señor una hermana muy amada para mi, Antonia Calviño. Hace tan sólo unos días qué fuimos a visitarla; Puede que ni se acordara de lo que había comido. Pero cada vez que me veía, me miraba, me tomaba el rostro entre sus manos y decía… ¿Cómo no te voy a conocer bonita? Entonces me sentaba a su lado con sus manos entre las mías y juntas recorríamos todos aquellos himnos antiguos de los que no se olvidaba… Y su rostro se iluminaba de un modo muy especial. 

En estos momentos puedo decir las viejas palabras del himno…

 Roca de la eternidad, terminose el canto acá; 

pues ayer su voz calló para oírse en triunfo allá.

 Canta ya sin más temor, sin fatigas ni dolor.

 Do los vientos ni la mar, la podrán jamás tocar.

Roca de la eternidad, hallo en ti refugio y paz.

¡Un beso hasta el cielo mi querida Antonia! Este artículo va dedicado a ti. ¡Espérame en el cielo, corazón! …… Bea.

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