¿‘Mi’ iglesia, o la iglesia de Jesucristo?

Iniciábamos la semana pasada esta serie de escritos de reconocidos expositores de la Palabra de Vida. Bajo el acrónimo LEE  reprodujimos el trozo de una de las prédicas que el Dr. Martin Lloyd Jones desarrolló sobre el Sermón del Monte¹ en la célebre Westminster Chapel de Londres. 

Este autor adaptó la traducción de aquel texto con el fin de repasar las diferencias reales entre un cristiano y un mundano.

En este artículo enfocaremos la naturaleza de la naciente iglesia del día de Pentecostés y veremos las diferencias que hay con exitosas ‘iglesias cristianas/evangélicas’ actuales. 

Para ello, compartiremos un escrito del predicador John MacArthur. En un sesudo análisis de la iglesia desde el punto de vista del NT el conocido expositor compara el plan de Señor para Su iglesia con un modelo muy en boga en su país, EE.UU., que se exporta al mundo. 

Dice MacArthur: 

Lamentablemente, las buenas nuevas - que un pecador puede encontrar el perdón de los pecados ante un Dios santo, colocando su confianza y  entregando toda su vida a Jesucristo - son a menudo eclipsadas por los  programas orientados al "éxito" y a un interés en el resultado final. 

Ello resulta en que muchas iglesias se convierten en meros centros de entretenimiento, empleando tácticas que atraen eficazmente a las personas;  pero no son capaces de ministrarles como debieran una vez que vienen.

Note usted la condición del Señor en esta gran promesa: "Yo edificaré Mi iglesia". La garantía que Cristo otorga sólo es válida cuando Él construye la iglesia a Su manera. Cuando usted sigue Su plan, puede confiar plenamente en que Él está haciendo el trabajo a través suyo; y que nada, ni siquiera las puertas del infierno, pueden detenerlo.

Entonces, ¿cuál es el plan? Para empezar nada más lógico que revisar el principio de la primera iglesia - la iglesia en Jerusalén. Se formó en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo llenó a 120 creyentes que se habían reunido para una reunión de oración. Y el Señor añadió 3.000 almas más en la tarde de ese mismo día³. 

Esos nuevos creyentes no sabían nada sobre cómo construir una iglesia. No tenían ningún precedente, no tenían un libro sobre la iglesia, ni siquiera tenían el Nuevo Testamento. 

Sin embargo, se construyó a la manera de Jesús; y como tal es el modelo para la iglesia de hoy.

Es necesario volver al plan: Estudio de la Biblia, comunión y oración

El NT revela el plan que siguieron: 

"Ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." ⁴

Esos son los elementos vitales que conforman la función real y la vida de la iglesia - ¡y todo eso en un solo versículo!

La iglesia en Jerusalén estaba colmada de verdaderos cristianos - aquellos que continuamente se adherían a la enseñanza apostólica.

Si la iglesia se va a construir de acuerdo a Cristo, será redimida y fortalecida por el poder del Espíritu Santo. Un miembro no salvo, que no tiene al Espíritu Santo, no tiene la capacidad de superar la voluntad propia, los planes personales y el amor al pecado. Sólo los creyentes tienen el poder divino para renunciar a esas cosas y manifestar el Espíritu de Dios.

A pesar de que la iglesia primitiva no tenía un Nuevo Testamento, tenía la Palabra de Dios en  forma de "enseñanza de los apóstoles." La iglesia en Jerusalén se había comprometido a recibir esa Palabra. La doctrina es la base de la iglesia; usted no puede vivir lo que no sabe o no entiende. Es por eso que Pablo instruyó a Timoteo: que "prediques la palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina." ⁵ Ese momento ha llegado. 

Si su iglesia no está enseñando la verdad directamente de la Biblia, ¿cómo va a reconocer cuando surjan los errores? ¿Cómo va a crecer? 

Nunca permita que nadie que no se haya comprometido a liderar a la congregación a través de un estudio profundo y penetrante de la Palabra de Dios se ponga de pie en el púlpito.

El foco central de la comunión de la iglesia primitiva era la partición del pan: la Mesa del Señor. Fue el símbolo más apropiado de su comunión, ya que les recordaba la plataforma de su unidad: la salvación en Cristo y la fidelidad a la doctrina apostólica. Si comparte esas cosas en común con los demás creyentes, entonces la mesa del Señor - la comunión - es también el símbolo más apropiado de su unión.

Comemos y bebemos en recuerdo del amor abnegado de Cristo que lo llevó a la cruz. En su comunión, convierta en hábito practicar la misma clase de amor que Cristo demostró por usted. En la práctica, siempre puede dar su vida por aquellos que Dios pone en su camino. 

¿Ora habitualmente por los demás creyentes? ¿Les anima, edifica, satisfaciendo sus necesidades físicas? ¿Los ama lo suficiente como para confrontarlos cuando están pecando? Estas son las señales de la verdadera comunión cristiana. Se trata de la iglesia como debe ser.

El texto dice que los creyentes se dedicaban continuamente a la oración. Lamentablemente, en la actualidad, la misma devoción a la oración es a menudo relegada. Las iglesias pueden llenar bancos ofreciendo entretenimiento, pero cuando se lleva a cabo una reunión de oración, sólo unos pocos fieles aparecen. Los primeros cristianos recordaban la promesa del Señor: 

"Si algo pidiereis en Mi nombre, Yo lo haré." ⁶ Como demostraron dependencia del Señor, los resultados fueron asombrosos⁷. 

Construcción a medida: maravillas, amor y gozo

¿Qué sucede cuando los verdaderos creyentes permanecen bajo enseñanza bíblica, en comunión espiritual y con devoción a la oración? "Y sobrevino temor a toda persona." ⁸ 

"Temor", la palabra griega para miedo, habla de un sentimiento de reverencia. Se reserva para ocasiones especiales cuando las personas están maravilladas por algo divino o poderoso que desafía toda explicación humana.

Su iglesia debe ser capaz de infundir temor en su comunidad. Esa primera iglesia ciertamente lo hizo. Ese versículo dice que sobrevino temor a toda persona porque "muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles." Aunque los milagros y las maravillas de los tiempos apostólicos ya no son necesarios ahora que la Palabra de Dios está completa, el poder de Dios permanece expuesto. 

¿Qué podría ser más milagroso que dar vida a personas que están muertas en pecado? Él sana a la gente de sus heridas, restaura hogares y lleva a la gente de la esclavitud del pecado a Cristo. En resumen, Él transforma vidas. Cuando la iglesia sigue el plan de Dios, Él hará cosas maravillosas y de gran alcance en las vidas de las personas ante un mundo que observa.

La iglesia primitiva estaba colmada de amor - "tenían en común todas las cosas" ⁹. Había propiedad privada en la iglesia primitiva - los creyentes no vivían en una comunidad - pero nadie poseía nada al punto de excluir a alguien que tenía una necesidad. Los verbos griegos en el versículo 45 traducidos "vendían" y "repartían" muestran que continuamente estaban vendiendo y compartiendo sus recursos según era necesario. Esa clase de amor sacrificial es el resultado de la obra del Señor en los creyentes obedientes que siguen Su plan.

El Señor bendice a los que trabajan de acuerdo a Su plan

Primero, a la iglesia obediente  Él colma con alegría ¹⁰ y alabanza ¹¹. ¿Cómo no habrá de sentirse feliz cuando usted ve a Dios obrando en su medio? ¿Cómo no habrá de alegrarse cuando usted ve que Dios usa Su iglesia para tener un impacto eterno en el mundo? 

Segundo, Él añade a su número ¹². Este portentoso pasaje concluye diciendo que "el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos."

Conclusión. Quiero ver crecer a la iglesia, y yo sé que usted comparte ese deseo. Mi oración es que dejemos que Dios construya la iglesia a Su manera mientras esperamos el regreso de nuestro Señor. Si quiere sacar el máximo provecho de su iglesia, sólo tiene que seguir el modelo; les animo a usted y a sus líderes de la iglesia a que hagan lo mismo.

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Notas

Ilustraciones: Portada del libro ‘El Plan del Señor para la iglesia’ y una foto del autor, el Dr. John MacArthur.

01. http://protestantedigital.com/magacin/38280/Ocupate_en_la_Lectura_la_Exhortacion_y_la_Ensenanza_LEE

Puede verse también lo publicado en ‘agentes de cambio’ sobre las Bienaventuranzas, citando las predicaciones del autor británico, en artículos publicados entre el 02/11/2014 y el 29/03/2015. Además, se pueden bajar todas las prédicas de Lloyd Jones en castellano gracias al sitio web: http://www.iglesiareformada.com/LloydJones_SDM_1.html

02.  Mateo 16:18. Negritas y mayúsculas son énfasis añadidos por el autor norteamericano.

03.  Hechos 2:41.

04.  Ibíd. 2:42.

05.  2ª Timoteo 4:2,3.

06.  Juan 14:14.

07.  Hechos 2:43-47.

08.  Ibíd. 43.

09.  Ibíd. 44.

10.  Ibíd. 

11.  Ibíd.

12.  Ibíd.47.