Anam Yasim: Dios ha sido fiel

Hoy, desde P+D, doy a conocer la historia de Anam Yasim, una mujer siria que, junto a su esposo Radi, llegó a España hace ya un año. La conocí en el retiro de mujeres que hace unos días, del 25 al 27 de septiembre, se celebró en el Centro de conferencias y campamentos "Eduardo Turrall" en Toral de los Guzmanes, un pequeño pueblo leonés donde la población se dedica sobre todo a la explotación agrícola y ganadera. Es una delicia caminar por sus estrechas y laberínticas calles, donde logras no perderte gracias a la amabilidad de los vecinos que responden gentilmente a cualquier pregunta, pues para ellos ya es normal convivir con las distintas actividades evangélicas que allí se realizan a lo largo del año. Una de ellas es el retiro anual de mujeres.

Como comentaba, en el mencionado retiro, conocí a Anam, mientras escuchábamos las interesantes charlas que impartió la conferenciante Carmen Arenas, bajo el epígrafe "Edifica tu vida". Además, las mujeres pudieron participar en diversos talleres alrededor del tema principal, así como otro dedicado a las manualidades. Como todos los años, se obtuvo una ofrenda solidaria que en esta ocasión se destinó a Emsimision, una organización que colabora en acciones humanitarias en países de extrema pobreza, entre ellos, Burkina Faso (África).

La solidaridad siempre se pasea por este retiro, así que también en el mismo Amán Yasim pudo exponer bisutería elaborada por ella, con el fin de incrementar los recursos necesarios para cubrir las necesidades de su familia. Además, como cada año, Alianza Solidaria puso su stand informativo, dando a conocer los programas que apoya desde España.

En medio de intensa y grata actividad, Anam y yo pudimos charlar, gracias a Nerea, una amable joven de la iglesia de León que hizo de intérprete. Pudimos oír su conmovedora historia, como la de tantos sirios que tienen que salir de su país por la dramática situación que allí se vive. Después de la larga travesía han podido llegar a la tierra donde hay pan y acogida. Y confirmación de que hay refugio bajo las alas de su Dios. Así lo ha experimentando a través de la hospitalidad del pueblo de Dios en León

La voz de Anam nos ha transmitido el sentir de todos aquellos que huyen de Siria; no conocemos sus nombres pero ya hemos oído su voz.

Pregunta.- ¿Por qué tuvisteis que salir de Siria?

Respuesta.- Por la situación de guerra. Siria era un país desarrollado, muy bueno para vivir, muy tranquilo. La gente tenía un buen nivel de vida y no necesitaba salir. Es triste la guerra; hay bombardeos, muertos, todo está siendo destrozado por los yihadistas. Ya hay muchos muertos por su violencia.

Nosotros vivíamos en una pequeña ciudad llamada Yaramana, situada cerca de Damasco. Un día fuimos a la casa de una prima para desayunar. Diez minutos antes de nuestro regreso a casa, una bomba había destruido todo el edificio. Nos quedamos sin casa y coche, pero lo peor fueron los 200 muertos que dejó la bomba, ver a nuestros vecinos muertos, cuerpos destrozados... Una gran tristeza.

P.- ¿Qué hicieron después de este trágico suceso?

R.- Fuimos al Líbano, donde teníamos un hermano; allí conseguimos un visado de turista y vinimos a España. Estuvimos un mes en Madrid y luego nos trasladamos a León. Desde un primer momento nos integramos en la iglesia de esta ciudad, pues yo ya era creyente.

Al llegar a España nos pusieron en contacto con una ONG, ACCEM, que nos ha ayudado por un año. El 1 de agosto se nos cortó la ayuda y el día 3 de ese mismo mes tuvieron que operar a mi esposo de una grave afección al corazón. Estar en la iglesia fue crucial para nosotros pues un grupo de hermanos se comprometieron a ayudarnos, garantizándonos la subsistencia. Y también ya contamos con las ayudas de la Cruz Roja y del Ayuntamiento.

La fidelidad del Señor ha sido muy grande pues la operación de mi esposo Radi se llevó a cabo con éxito. En Siria le habían dicho que no era posible llevar a cabo la operación; no le dieron esperanzas. En León, un equipo de médicos le aseguraron que sí y lo operaron. Está estupendo.

P.- Si se resuelve el conflicto en vuestro país, ¿volveríais a Siria?

R.- Sí, seguro tendríamos trabajo y una buena situación.

P.- Sé que tienes tres hijos, ¿dónde se encuentran en estos momentos?

R.- Los dos hijos están en Canadá y Australia, y la hija en Líbano, a la espera de un visado para poder viajar a España y reunirse con nosotros. Es difícil conseguir el visado porque no se quieren recibir más refugiados. Son muchos los que quieren salir y Europa ya no quiere más refugiados.

P.- ¿Dónde se encuentran vuestros otros familiares?

R.- Tenemos hermanos en Siria, Canadá, Venezuela y Líbano.

P.- ¿Cómo conociste a Jesús?

R.- Fue la esposa de mi hermano quien me habló de Él. Esto fue antes de la guerra. El Señor ha hecho grandes cosas con mi familia. Leer la Biblia me da consuelo, me da paz.

Antes, mi marido no era creyente, yo le leía la Biblia en voz alta para que escuchara, pero él no escuchaba. Hasta que vinimos a España. Como vivíamos en una habitación y al tener tanto tiempo libre, empezó a escuchar. Y ya en la iglesia de León escuchó mucho más a través de las predicaciones. Además tenía la facilidad de conocer el idioma español pues había vivido dos años en España mientras estudiaba medicina.

P.- Piensas que Dios os ha traído a España con un propósito?

R.- Sí, Dios nos facilitó el conseguir un visado, algo muy difícil de alcanzar para otros; hay que hacer largas colas. La mano de Dios estuvo en todo.

P.- ¿Os habéis sentido acogidos en León?

R.- Todos han sido muy buenos: los vecinos, la Cruz Roja, el Ayuntamiento, los médicos... Especialmente en la iglesia nos hemos sentido como en familia. Agradecemos a todos ellos. También a la familia de César y Juani, hermanos que nos han acogido con inmenso cariño. Juani es como si fuera de mi propia sangre; su casa es mi casa.

Finaliza la entrevista. Agradezco a Anam por haber contestado a nuestras preguntas, aun a costa de derramar muchas lágrimas al recordar los trágicos sucesos que propiciaron que ella y su esposo huyeran de Siria. Esperamos que pronto pueda reencontrarse con su hija.