Miguel Núñez: “Volvamos a los 5 pilares de la reforma”

El pastor dominicano habla sobre su conversión y llamamiento al ministerio, sus héroes y libros favoritos, la homosexualidad, las doctrinas de la Reforma y la predicación contemporánea.

26 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 21:05

Pastor Miguel Núñez,
Pastor Miguel Núñez

Saludos en el amor del Señor, hermanos y hermanas. ¿Cómo estáis?

Esta semana estamos en Brisa fresca estamos con Miguel Núñez, pastor titular de la Iglesia bautista internacional de Santo Domingo (República Dominicana). Médico de profesión y pastor de vocación, Núñez es fundador y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. Actualmente es uno de los expositores bíblicos hispanoparlantes más conocidos a nivel mundial.

¡Espero que todos disfrutéis de la entrevista!

Will Graham (WG): Pastor Núñez, estoy muy contento de que puedas estar con nosotros hoy en Brisa fresca. Sé que muchos de mis lectores ya te conocerán, pero para los que no te conocen todavía, ¿les podrías comentar un poco sobre cómo conociste al Señor?

Miguel Núñez (MN): Con relación a mi conversión, esta ocurrió como fruto de un proceso. Uno de mis hermanos que era piloto murió en un accidente de aviación en Estados Unidos en febrero 1983. Su muerte sacudió emocionalmente a muchos de los miembros de la familia incluyéndome a mí. Para este tiempo yo estaba viviendo en Norteamérica comenzado a hacer mi especialidad en medicina interna. En ese momento comencé a leer la Palabra por mí mismo y a leer la historia del cristianismo para entender de donde habían salido todas las diferentes denominaciones y como habíamos llegado a donde estamos. En algún momento de ese mismo 1983 entiendo que nací de nuevo de una manera que no pudiera especificar ya que de repente me encontré un día con un deseo insaciable de leer la Palabra y habiendo experimentado arrepentimiento en algún punto del camino. Esa sed por su Palabra ha continuado hasta el día de hoy, y esto sería una forma muy resumida de explicar mi conversión.

WG: Gloria a Dios, ¿y tu llamamiento al ministerio?

MN: En cuanto a mi llamado al ministerio, a partir del año 1983 como ya mencioné se produjo un deseo monumental del estudio serio de la Palabra diariamente, hasta llevarme a enseñar la Palabra en la escuela dominical para adultos y en otras oportunidades. Ocasionalmente tenía la oportunidad de predicar y durante ese mismo tiempo formé parte del cuerpo de directores de una organización misionera que trabaja con adolescentes. Todo eso hizo que mi deseo por involucrarme en el ministerio a tiempo completo era inmenso, pero en aquél entonces pensaba que lo haría permaneciendo en Estados Unidos.

Mi esposa estaba en contra de que yo abandonara mi práctica médica y entendí que esa era la forma en que Dios me estaba diciendo: “No, no ahora o no en este lugar”. Entre 1992 y 1994 mi esposa y yo tuvimos la oportunidad de regresar a Santo Domingo cuatro veces en jornadas médico-dentales. Durante ese tiempo también tuve la oportunidad de compartir la Palabra. El Señor usó estas oportunidades para abrirme los ojos a un sector amplio de la población dominicana con cierto nivel educativo pero que permanecían sin ser alcanzados con el evangelio. Eso puso en mí un deseo de regresar a Santo Domingo y para el año 1994 el Señor había cambiado el corazón de mi esposa quien también quería regresar a la nación dominicana conmigo y en esas condiciones ella ya estaba lista para apoyarme en la plantación de una iglesia.

Regresamos a República Dominicana en mayo de 1997; iniciamos un curso bíblico en agosto de ese mismo año y plantamos la iglesia en enero de 1998. En esencia Dios puso un deseo ardiente por el estudio de su Palabra; su Palabra despertó un apetito mayor por ella misma y esto fue usado por Dios para amar al pueblo de Dios y para llamar al incrédulo a la conversión por medio de la predicación de la Palabra. Así fue mi llamado al ministerio.

WG: Gracias. Me encanta eso que has dicho sobre el hambre que el Señor colocó en ti por la Palabra. A nivel práctico, hermano, ¿cómo sueles preparar un sermón o una predicación? ¿Nos podrías dar algunas pautas?

MN: 1. Leo el texto del domingo siguiente el domingo anterior en la noche o al otro día, lunes.

2. Durante la semana mientras reflexiono en el texto trato de identificar el tema principal de ese mensaje y sus puntos secundarios.

3. Lo anterior me permite construir una estructura que salgo del texto mismo para exponer lo más fielmente posible lo que el texto dice.

4. Trato de escoger un título que pueda resumir el tema central del sermón.

5. Cuestiono el texto: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué dijo quien? ¿Cómo lo dijo? ¿Por qué lo dijo? ¿En qué circunstancias lo dijo?... Las preguntas son interminables.

6. Presto atención a los verbos y sus tiempos. Los verbos frecuentemente llevan la “voz cantante” y sobre todo cuando estos están en imperativos. Estos verbos nos ayudan con frecuencia a encontrar el tema central del sermón.

7. Presto atención a las frases conectoras: “Por tanto”; “Por consiguiente”; “Así que”; “Desde entonces”; etc.

8. Presto atención a adjetivos que nos ayudan a ver como el autor describe las diferentes cosas a las que hace referencia: pequeño, grande, hermoso, malo, santo, justo, verdadero, etc.

9. Presto atención a los adverbios: de tiempo (entonces, luego, temprano); de lugar (arriba, abajo); de modo (a prisa, conforme).

10. Presto atención al número (singular o plural).

11. Trate de conocer todo lo que el texto dice para poder hacer una buena exposición pero al mismo no olvide que el texto se escribió hace dos mil años y que por tanto tendrá que encontrar la manera en cómo ese texto se aplica a su iglesia. Estas aplicaciones pudieran estar al final del mensaje como a lo largo de todo el mensaje. Yo prefiero hacerlas a lo largo de toda la exposición.

WG: Genial. Uno de mis héroes del siglo XVIII, Jonathan Edwards, siempre hacía la aplicación al final. Pero cuando predico, sigo más bien tu estilo aplicando el mensaje a lo largo de la prédica. Espero que el señor Edwards nos perdone. Pastor, en tu opinión, ¿cuáles serían dos o tres de los desafíos más importantes para los predicadores actuales?

MN: 1. Como hacer que una nueva audiencia pueda valorar un sermón verdaderamente expositivo, libre de emocionalismo, pero no de emociones.

2. Como mantener la atención por un período de 50-60 minutos cuando están acostumbrados a exposiciones más cortas.

3. Como lograr que la gente no simplemente acepte el sermón como interesante, sino que desee aplicarlo en su vida para el cambio.

WG: Ahora una pregunta más personal. ¿Nos podrías nombrar algunos de tus héroes en la fe y explicarnos el porqué?

MN: En cuanto a mis héroes de la fe, uno de ellos es Juan Calvino, y una de las razones principales es como Calvino concibió el mundo como el teatro donde Dios estaba tratando de desplegar su gloria. De tal manera que, para Juan Calvino, todo lo que tenía que ver con la vida humana era importante para Dios, justamente porque en el quehacer diario del ser humano, Dios estaba tratando que su gloria fuera desplegada y de esa manera ser reflejado a los hombres. Y por tanto, bajo esa concepción el cristiano va a entender que él tiene una necesidad de impactar su sociedad, justamente por lo que ese mundo representa.

Anterior a Calvino, Martín Lutero, me llamó la atención impresionantemente porque Lutero tuvo que enfrentar toda una sociedad que tenía un solo poder político-religioso, delante del cual tuvo que pararse prácticamente solo y poder confiar en el poder de Dios para triunfar en contra de ese poder político-religioso es algo que para mí es prácticamente inimaginable pero ocurrió. Lutero al contemplar o mirar hacia atrás lo que había sucedido, dijo que lo único que hizo fue predicar la Palabra y que el resto lo hizo la predicación de la Palabra.

Eso es en héroes del pasado.

WG: ¿Y alguien más actual?

MN: En el presente, yo creo que Charles Spurgeon es otro de los grandes héroes de la fe por el impacto que tuvo en la sociedad de su tiempo con una iglesia con miles de miembros y la forma cómo pudo impactar su generación en medio de corrientes seculares y movimientos fuertes en contra de la fe cristiana.

WG: ¿Y alguien vivo?

MN: En nuestros tiempos modernos, yo creo que vale la pena citar a John MacArthur que tiene cuarenta y tantos años predicando la Palabra, defendiendo el rol de la iglesia local y defendiendo el rol de la predicación expositiva; y ver todavía a sus 70 años la integridad que ha mantenido y lo derecho de su caminar. Y R.C. Sproul es otro de los maestros contemporáneos que vale la pena citar por su énfasis en la santidad de Dios y en su despertar en la doctrina de la reforma.

WG: ¡Vaya! Calvino, Lutero, Spurgeon, MacArthur y Sproul. Hermano, me parece que nuestros héroes son los mismos. Ahora, más seriamente, te comento con el corazón quebrantado que aquí en España algunos líderes e incluso denominaciones liberales se están abriendo a la teología gay. ¿Ha pasado algo parecido en la República Dominicana?

MN: En nuestro país recientemente hemos tenido una gran influencia en esa dirección porque el embajador norteamericano que nos ha sido enviado, justamente es un activista gay; sin embargo la iglesia ha estado teniendo un rol protagónico en pronunciarse en contra de la influencia que él ha estado ejerciendo. Lo hemos hecho a través de los periódicos y otros medios de comunicación; visitando el Congreso Nacional; orando y ayunando. Hemos tenido entrevistas con diputados y con la presidenta del Senado, expresándoles nuestra preocupación, los efectos negativos de movimientos como estos sobre todo en la sociedad, y la inestabilidad que eso causaría a la familia de una nación y como consecuencia a todo lo que es la nación.

WG: ¿Cómo podemos responder ante todos estos movimientos pro-homosexuales?

MN: Yo creo que el cristiano tiene que pronunciarse y usar tantos medios como sea posible para expresar su opinión, pero tiene que hacerlo de una manera racional, no fanática, que sea clara y convincente.

WG: Y ya que estamos hablando de la República Dominicana, ¿cómo está siendo recibido el evangelio en Latinoamérica?

MN: Creo que Latinoamérica está en una nueva etapa, donde recibió el evangelio, yo creo que del 70 para acá uno pudiera hablar de la evangelización verdadera de Latinoamérica, pero fue un evangelio muchas veces un tanto diluido, una evangelización masiva que no produjo los mejores resultados. Últimamente ha habido un resurgir de las doctrinas de la reforma y son esas nuevas enseñanzas para muchos, lo que sorprendentemente está teniendo tanta aceptación de parte de jóvenes entre la edad de 20 a 40 años que han ido despertando a la realidad del poder de la Palabra y a las verdades que el movimiento reformado propulsó en un momento dado, que cambiaron la faz de Europa y que yo tengo la esperanza que puedan cambiar la faz de nuestro continente.

WG: Amén. Comparto tu anhelo por Latinoamérica. Deseo que este continente de Europa vuelva a percibir la gloria de las doctrinas de la reforma también. Hablando doctrinalmente, ¿cuáles son las verdades que más tendríamos que volver a proclamar hoy en día?

MN: 1. La Biblia como la verdad infalible, inerrante, no negociable, como la revelación de Dios, que el hombre debe estudiar, escudriñar y manejar con precisión. Yo creo que ha habido mucha imprecisión en el manejo de la Palabra.

2. Nuestra predicación tiene que ser cristocéntrica. El Antiguo Testamento, apunta a Cristo de principio a fin y el Nuevo Testamento gira en torno a Cristo.

3. Enfatizar el valor de la predicación expositiva. Hemos escuchado mucha predicación temática, emocional con revelaciones extra-bíblicas, tenemos que volver a predicar lo que el texto dice, no determinar lo que quiero decir y luego buscar un texto que apoye lo que quiero decir. Si eso no cambia, no tenemos esperanza porque seguiremos predicando opiniones de hombre y no la opinión de Dios.

4. Enfatizar lo que fueron las 5 solas de la reforma. Sola Scriptura: la Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica. Sola gratia: salvación por gracia solamente. Sola fide: salvación a través de la fe solamente. Solus Christus: salvación en Cristo solamente. Soli Deo gloria: salvación para la gloria de Dios solamente.

Yo creo que esos 5 pilares representan verdades que tienen que ser proclamadas nuevamente y finalmente, predicar un evangelio que no sea antropocéntrico sino completamente centrado en Dios. La Biblia está centrada en Dios de principio a fin y lo mismo todo el universo.

WG: Sí, señor. ¿Y cuáles son dos o tres de los libros cristianos que más le han influenciados?

MN: En cuanto a los libros que me han influenciado quizá sea una pregunta difícil de responder simplemente porque los tengo categorizados en mi mente de acuerdo a la temática.

Cuando pienso en la santidad de Dios, yo creo que el libro de R.C. Sproul “La santidad de Dios” es un libro que tuvo un gran impacto en mi vida.

Cuando pienso en Dios como Dios, el libro de J.I. Packer “Conociendo a Dios”. “El conocimiento del santo” de A.W. Tozer fue un libro que también impactó mi vida.

Cuando pienso en la soberanía de Dios, el libro de A.W. Pink “La soberanía de Dios” me ayudó a entender como Dios es soberano y como se extiende su soberanía a todos los ámbitos de la vida del hombre.

En cuanto a liderazgo espiritual, el libro de Henry Blackaby “Spiritual Leadership”. “Liderazgo espiritual” de Sanders, ese libro también marcó mi vida bastante.

WG: Excelente. No conozco los últimos dos libros que has mencionado. A ver si los busco. Pero los de Sproul, Packer, Tozer y Pink me han impactado también. Pues, una pregunta final, hermano Núñez. Tenemos miles de lectores jóvenes en Protestante Digital, si podrías darles unos consejos, ¿cuáles serían?

MN: Recordando que yo fui joven… cuando nosotros somos muy jóvenes, tenemos mucha pasión pero nos falta experiencia; en la medida que los años van pasando muchas veces vamos acumulando experiencias, pero quizá nos faltan energías. Entonces una de las cosas que yo quisiera recomendar al joven es que él necesita esperar por el acumulo de experiencias.

En segundo lugar, hay una prueba que yo llamo la prueba del tiempo. Necesitamos la prueba del tiempo para ver si la gente va a perseverar en el camino y para ver si la gente es lo que aparenta ser en un momento dado, eso es vital; y por tanto necesitamos tener paciencia para en el tiempo mostrar consistencia.

En tercer lugar, creo que el joven necesita cultivar su carácter que es lo que va a eventualmente garantizar que pueda mantener una vida de integridad. La integridad es un valor casi en extinción hoy en día que se compromete a todo paso.

En cuarto lugar, el joven (y yo fui joven como dije) es muy orgulloso, cree que lo sabe todo (y yo estuve ahí) y cree que lo puede todo. Y luego tú aprendes que ni lo sabes todo, ni lo puedes todo. No solamente que es Dios el único que lo sabe y puede todo, sino que hay personas a tu alrededor con más experiencia, con más años que saben más que tú y que incluso pueden más que tú; y eso va a ser cierto de cualquiera de nosotros y esa realidad también nos ayuda a vivir de una manera más humilde.

En quinto lugar, en la medida en que tú vives, vas aprendiendo que en el camino mucha gente te va a herir intencionalmente y no intencionalmente, y que necesitas desarrollar un piel gruesa y un corazón grande, de lo contrario nunca podrás imitar a Cristo, quien fue tan ofendido, potencialmente herido, físicamente y emocionalmente, pero que continuó amando todo el tiempo.

En sexto lugar, tienes que ser un gran lector, no puedes liderar bien sin ser un gran lector. Dios nos ha dado dos mil años de historia de iglesia con gente sabia, gente a quien Él le ha dado dones y talentos, sabiduría y ese legado se ha acumulado, nosotros tenemos que aprender de ese legado.

WG: Muchas gracias, hermano, por estos consejos. Gracias por dedicarnos algo de tu tiempo libre. Deseamos que el Señor le siga respaldando en todos los sentidos. Recibe un fuerte abrazo de parte de todo el equipo de Protestante Digital en España.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - Miguel Núñez: “Volvamos a los 5 pilares de la reforma”