Alfredo P. Alencart: Estar juntos debe ser lo cotidiano

No estamos muy acostumbrados al mestizaje de géneros literarios, pero conviene mezclarlos: así es posible que se alcance a muchos más corazones.

12 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 16:50

Alfredo Pérez Alencart. / Foto: Héctor Rivas,
Alfredo Pérez Alencart. / Foto: Héctor Rivas

Entrevistamos al profesor y poeta Alfredo Pérez Alencart, actual presidente de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos, para que nos comente acerca de la antología "Los frutos del árbol", recientemente publicada por Adece.

 

Pregunta.- Formas parte de ADECE, que acaba de editar un libro digital titulado ‘Los frutos del árbol’. ¿Cómo han conseguido reunir a una treintena de autores que aportan obras suyas de diversos género?

R.- Se ha reunido a treinta y cuatro autores tratando de seguir las enseñanzas del Rabí de Galilea, pues todos somos miembros de un único Cuerpo. Estar juntos no debería ser lo anecdótico sino lo cotidiano. Para esta primera antología de textos varios tuve el encargo de la Junta Directiva. Para los próximos encuentros iremos rotando de coordinadores, pues así se comparten mejor los esfuerzos y las satisfacciones. Por ello acopiamos, en un sólo cuerpo, los aportes de todos los miembros de Adece que se sumaron a la convocatoria. Así surge la idea de ´Los frutos del Árbol’.  Asumo que no es fácil, ni estamos muy acostumbrados, al mestizaje de géneros literarios, pero conviene mezclarlos: así es posible que se alcance a muchos más corazones que, por desconocimiento, hasta ahora hayan estado reacios a adentrarse en la poesía o el ensayo, en el cuento o los artículos, en la novela o en la fotografía.

 

P.- ¿Es esta una manera de promocionar la creación y difusión de la obra de los asociados de ADECE?

R.- Así es. Creemos que formar parte de la Alianza no es sólo para estar inscritos y abonar una cuota anual. ADECE está ofreciendo alternativas de promoción de la obra de sus miembros, tanto en el ámbito cristiano como en publicaciones seculares.

En esta primera muestra hay trabajos de treinta y un socios, además de tres invitados especiales. Los socios y sus trabajos albergados en la antología son: Stuart Park (Caminar dentro de la Biblia); Asun Quintana (Atravesando el Jordán); Samuel Lagunas (Unión mística); Manuel de León (La hija del maestro); Jordi Torrents (Kafka y el monstruo); Febe Jordà (Por si acaso); Héctor Rivas Cigarrán (Fotografías); Juan Carlos Martín (Llámame Zaulo); Antonio Cruz (La muerte del Neandertal); Noa Alarcón (El dilema); Beatriz Garrido (Dos poemas); Isabel Pavón (Jedida); Juan Simarro Fernández (Confesiones); Rodrigo Quezada Reed (Voz de mil pastores); Alejandro Roop (Advertencia del roble); Samuel Lagunas (La vida de Jesús en el cine); Verónica Rossato (De Marruecos con amor); Jonatán Soriano (Flores en el fusil y el corazón en las manos); Adrián Fonseca (Ni un paso en toda su vida); Olga Moros (Poemas); Juan M. Torrero (Encuentro, gozo y despedida); Rubén Bernal Pavón (Pastor al volante); Lola Cuadrado (Relato y fotografía); Gerart Neri (Poemas de cualquier tiempo); Julio Pérez (La irresistible influencia de la voz); Daniel Oval (¿Cómo poder conectar con una generación que está en constante cambio?); Antonio Cárdenas (Dos relatos); Daniel Pujol (Reflexiones y poemas); Dorel Baciu (Pirograbados); Joel Forster (Sin sorpresas); Pedro Tarquis (Dominus Iesus y otros poemas); Juan Antonio Monroy (Mi amigo Pedro) y Alfredo Pérez Alencart (Tríptico).

Los invitados especiales son los teólogos y ensayistas Samuel Escobar (Un paseo por la obra de Vargas Llosa); Máximo García Ruiz (¿Conservador o liberal? y otros artículos) y Luis Cruz-Villalobos (¡La Iglesia ha muerto!... ¡Viva la iglesia!).

 

P.- Veo que es una edición con Hebel, de Santiago de Chile. ¿Podrías ampliar un poco sobre esto?

R.- Hebel es una editorial dirigida por Luis Cruz Villalobos, pastor presbiteriano y psicólogo de profesión, además de artista y poeta de amplia obra publicada. Realmente es otro ministerio, pues son ediciones digitales de libre acceso desde cualquier parte del mundo. Agradecí y agradezco su ímprobo trabajo en la maquetación de este volumen. Esta antología es el resultado de un primer acercamiento para futuras coediciones entre Adece y Hebel.

 

P.- ¿Tenéis algún otro proyecto similar para más adelante?

R.- ‘Los frutos del árbol’ es el segundo libro editado dentro de la colección Kyrie, iniciada por Adece el pasado año con la publicación del ‘Libro de las primicias’ de la poeta y narradora malagueña Isabel Pavón. En los dos meses venideros publicaremos otros dos libros digitales, uno titulado ‘Ofrendas para Teresa’, con la conferencia que la filóloga y pastora Asun Quintana dio, sobre Teresa de Jesús, en el reciente encuentro de Adece celebrado en Madrid. También se incluirán los textos y poemas escritos y leídos por Isabel Pavón, Beatriz Garrido y Olga Moros, más tres poemas de la abulense que acaba de cumplir cinco centurias. Probablemente el prólogo será de la escritora catalana Febe Jordá.

También publicaremos en formato Ebook la conferencia que dio Daniel Jándula durante el encuentro de Adece celebrado en Barcelona, el año pasado. Se titula ‘Escrito en piedra: Dios como autor’. Llevará prólogo de Juan Carlos Martín, secretario de nuestra Alianza.

Y claro, para el encuentro del próximo año, a celebrarse en Santiago de Compostela, habrá otra antología cuyo título y contenidos tendrá que gestionarlo otro miembro de la Junta directiva.

 

P.- ¿Qué valoraciones ha recibido la antología, una vez que se ha difundido?

R.- Lo cierto es que muy positivas, también dentro del ámbito protestante. Y digo esto porque nuestros propios hermanos son algo remisos a reconocer algo que no sea ‘cultual’. La antología, al estar también disponible en revistas literarias digitales, como Crear en Salamanca, por ejemplo, que la tiene en su portada, ha sido descargada por mucha gente del mundo secular. Desde allí me han llegado las valoraciones más positivas, empezando por la calidad de los aportes ofrecidos, de los frutos cosechados. Salió una amplia cobertura en El Norte de Castilla y en La Razón, además de varios medios digitales de carácter secular.

Cabe destacar que los escritos nuestros se realzan con la pintura del Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca y cuya obra está vinculada a numerosas publicaciones de poetas y escritores de España, Portugal e Iberoamérica. Tanto la portada, portadillas interiores y contraportada han salido de los pinceles de este destacado pintor que mucho viene colaborando con proyectos culturales y solidarios generados desde ámbitos del protestantismo español. Recordemos que el pasado mes de abril, Miguel Elías recibió el “Premio Unamuno, amigo de los Protestantes 2015”, en un emotivo acto celebrado en la Casa-Museo Unamuno de la Usal.

 

P.- ¿Crees que es fácil publicar para un escritor cristiano?

R.- Publicar bajo un sello editorial de cierto prestigio no es fácil para nadie, sea cristiano o no, máxime en estos tiempos de vértigo comunicativo y de precariedad económica. Ahora bien, lo primero que uno debería plantearse es si lo que escribe tiene cierta calidad. Todo escritor, y más todavía uno que se considere cristiano, debe tender a la excelencia de lo que pretende publicar, porque no basta con citar a Dios por todas partes y esperar que hagan cola para comprar su libro. Eso puede funcionar en su reducido círculo de amistades o hermanos de iglesia, aunque hasta en estos espacios tengo mis dudas.

 

Portada de Los frutos del árbol.

P.- Estimas que los escritores tienen receptividad en iglesias, eventos evangélicos, medios de comunicación…

R.- Falta mucho camino por recorrer, muchas mentalidades por abrir. Pero considero que lo mejor no es criticar a los responsables. Fueron educados así y les cuesta cambiar, salir de sus cuatro paredes donde tienen toda la seguridad del mundo, aunque el mundo no se entere de sus existencias. Pero cuando se les demuestra que a través de la poesía y demás expresiones artísticas es posible lograr una mayor receptividad en ámbitos ciudadanos, allí donde realmente debemos estar para difundir nuestros valores cristianos, las cosas empiezan a cambiar en algo.

Recuerdo que hace unos años, cuando estaba dando una charla sobre estos temas en el Seminario Teológico de Lima, un grupo de escritores creyentes me hicieron una pregunta cuya respuesta implicaba darles la razón por el escaso o nulo apoyo de sus pastores a las expresiones literarias o artísticas que les planteaban.

Dios quiso que ese mismo día un periódico de difusión nacional en Perú publicara en página entera una entrevista que me hicieron y cuyo titular era “Sacerdote de la Palabra”. Me acerqué a mi maletín, extraje el periódico y enseñé la página. El buen número de pastores y responsables de iglesias que allí estaban captaron de inmediato el mensaje. Salvo hacer una broma en cuanto a lo de ‘sacerdote’, no necesité dar ninguna larga explicación sobre el valor o no valor de la literatura que escribe un cristiano que no se avergüenza de su fe, pero sí de cualquier trabajo encuadernado que ofrece "gato por liebre".

 

P.- ¿Cómo estimular a los jóvenes escritores que van surgiendo en nuestro ámbito?

R.- Dándoles posibilidades de canalizar sus expresiones, pero también orientándoles, enseñándoles a borrar, a suprimir banalidades, a podar lo escrito hasta lograr una impronta propia. No conviene el ‘buenismo’, porque no todos tienen el don de la escritura o de las artes. Hay que alentarles diciéndoles que a lo excelente se llega tras duro trabajo de lectura, de revisión, de vida vivida. Algunos sueñan despiertos y luego sufren desengaños de los que ya no se levantan nunca. Constancia, entrega, voluntad hasta el final…

De todo esto hay que hablarles cuando de estimular a los jóvenes se trata.

 

P.- Y ahora Alfredo, ¿por qué escribes?

R.- Porque la escritura para mí es una necesidad existencial, como el respirar. Hablo de la escritura poética, evidentemente. La otra, la prosaica, puedo hacerla o no. Y de hecho la practico en periódicos de papel y digitales desde hace 25 años.

Escribir es una vocación, un ejercicio para purgar el espíritu y para existir junto a diferentes historias de digna libertad multiplicándose en otros ojos, en otras sensibilidades. Escribir de lo que está arraigado en uno mismo: luego habrá quien sintonice tu misma frecuencia, lectores que hagan suyas tus parábolas.

Ahora bien, escribir poesía es intentar un diálogo con la historia del hombre, retozar en la música antigua de la Palabra primera, en su pálpito sagrado. 

 

P.- ¿Piensas que desde tu escritura puedes difundir las Buenas Noticias?

R.- No sólo lo pienso. Lo he practicado por activa y por pasiva. Mi poemario ‘Cristo del Alma’ contiene mucho del Evangelio que nos legó nuestro Amado galileo. Pero también tengo otros libros donde el Mensaje está muy presente, como en ‘Oídme, mis hermanos’, ‘Regreso a Galilea’ o ‘Prontuario de infinito’. Habré escrito más de cien artículos en prensa española y portuguesa con anclaje pleno en la Biblia. Y se publicaron sin objeción alguna por los directores de dichos medios.

 

P.- ¿Hay poesía en la Biblia?

R.- Desde Génesis hasta Apocalipsis. Ah, Juan de Patmos se supera en este colofón. Podría hacer una respuesta-río ante esta pregunta. Pero para qué abundar ante lo evidente: el Dios joven es Poeta, como lo es su Padre, y David, Salomón, ‘Eclesiastés’, Miqueas, Isaías, Job, Jeremías, Sofonías, Miqueas, Habacuc, Nahum, Amós, algunos cánticos de Débora, Moisés… y Jesús, un Poeta mayor.

Pero cuidado con entender como poesía sólo los cánticos de alabanza. Los poetas bíblicos, por mandato de Dios, escribieron una poesía social que es más dura que cualquier manifiesto comunista, más interpelante que cualquier tratado de Derecho, como cuando el poeta Isaías escribe: “Vosotros, que por dinero declaráis inocentes al culpable/ y desconocéis los derechos del inocente”. O más ‘actual’, si cabe, el propio Isaías: “Esconde a los desterrados/ no entregues a los que andan errantes”. Pocos obedecen los innúmeros mandatos que hay en la Biblia, pues es más cómodo estar centrados en uno o dos temas

La poesía es Vida y la Biblia contiene los mejores nutrientes que los profetas-poetas anotaron siguiendo al Verbo que para el creyente ya no es misterio.

 

P.- ¿Cómo se puede acceder a la antología "Los frutos del árbol"?

R.- A la antología se accede, de forma gratuita, a través de los siguientes enlaces:

http://www.adece.es/new/lib/pdf/2015_LOS_FRUTOS_DEL_ARBOL.pdf

http://issuu.com/hebel.ediciones/docs/2015_-_los_frutos_del_arbol_rev_/1

http://www.crearensalamanca.com/wp-content/uploads/2015/07/2015-los-frutos-del-arboldefinitiva.pdf

 

Finaliza la entrevista. Mil gracias, Alfredo, por tus oportunas apreciaciones acerca de esta obra publicada desde Adece. Esperamos que muchos lectores se atrevan a degustar de sus frutos.

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