Carta abierta a Phil Johnson

MacArthur no es ningún hereje. Ha sido fiel a la Palabra, de ninguna manera merece ser tratado de la forma que aquel ‘profeta’ le trató.

22 DE AGOSTO DE 2015 · 08:41

Will Graham, predicando. / MP,Will Graham, Phil Johnson
Will Graham, predicando. / MP

Sábado 22 de agosto, 2015

Saludos hermano Phil,

Soy Will Graham, el que escribe en Evangelical Focus y Protestante Digital.

No nos hemos conocido en persona todavía pero empecé a seguir tu ministerio después de la conocida conferencia de Fuego extraño en 2013. Desde mi conversión en diciembre 2002, siempre me he gozado al toparme con hombres de Dios cuyos corazones arden con pasión por las Escrituras y defienden la gloria de Dios con celo santo. Por eso me encantan todos los predicadores afiliados con Grace to You Ministries. Tu ministerio incluido, querido hermano. Sin saberlo, has edificado mi vida con tanta sana doctrina durante los últimos dos años. Te doy las gracias. Bendigo al Padre por haberte concedido un ministerio tan poderoso.

Creo que ya sabes la razón por la que he decidido escribirte esta carta hoy. Escribo con temor y temblor.

Después de publicar mi artículo sobre el auto-proclamado profeta que acusó al pastor John MacArthur de herejía en Grace Community Church el domingo pasado, varios hermanos y hermanas me escribieron por Facebook hablándome sobre tu reacción ante la noticia que subí. Hice clic en tu página y leí el siguiente veredicto:

“Este artículo me dio la sensación de ser un ataque de parte de un autor que probablemente tiene inclinaciones carismáticas. El titular es técnicamente verdadero, pero es gravemente engañoso –tal vez a posta. Si alguien solamente lee el titular, pensará que se trata de un artículo que se centra en algo que MacArthur haya hecho o dicho que su “iglesia local” encontró cuestionable.

“También citaron mal a John MacArthur cuando respondió al hombre que interrumpió nuestra adoración. John no dijo: “Si yo fuera profeta, no hablaría así”. Dijo: “Si ÉL fuera un verdadero profeta, ÉL no actuaría así”.

“El artículo prosigue a referirse al “profeta (ya sacado de la reunión)” –como si ese hombre fuese un verdadero profeta, rechazado por esta iglesia grande.

Es periodismo chapucero del principio al fin. Se lee como si el artículo fuese las cavilaciones de un ama de casa carismática cuya religión fue aprendida vía The Kenneth Copeland Show en vez de ser un escritor verdaderamente profesional y objetivo.

“La gente aprenderá más sobre lo que pasó si leen las cuentas de Facebook de las personas que estuvieron allí presentes”.

¡Qué fuerte!

Tus comentarios me sorprendieron bastante, hermano Phil. Quiero aprovechar para responder a tus observaciones.

Aquí va…

Al leer tu post, lo que más me preocupó fue la aseveración de que yo había citado mal a MacArthur. Enseguida me puse en contacto con el editor de Evangelical Focus y le pedí que reemplazara “yo” y “hablar” por “él” y “actuar”. Le pedí perdón por mi error. Me mostró gracia y cambió la cita para que se leyera correctamente. La culpa fue mía. Ahora quiero pedirte a ti también, mi hermano, que me perdones. Llevaste la razón. Tu crítica fue acertada. Puesto que cité mal al querido pastor John MacArthur, le pido disculpas públicamente. Por favor, házselo saber. Espero que los dos tengáis misericordia de mí. No puedo decir nada más sino: lo siento. Sois hombres de Dios maravillosos. No quise haceros daño para nada. ¡Ni pensarlo!

En cuanto al resto de tus comentarios, sin embargo, confieso que me quedé bastante confundido.

1.- El titular

Primero, el titular. Como tú mismo has dicho, el título del artículo es “técnicamente verdadero”. Puse, en el original en inglés, ‘MacArthur acusado de herejía en su iglesia’. MacArthur sí fue acusado de ser hereje en su iglesia, ¿verdad? Tan pronto como cualquier lector hiciese clic en el enlace, podría leer el artículo entero. Cuando hacemos periodismo, pretendemos resumir muchos datos en un titular lo más corto posible. Si alguien pensara que la iglesia de MacArthur lo había acusado de ser hereje, todo lo que tendría que hacer sería leer la noticia y ver lo que aconteció de verdad. De ninguna forma quise engañar a nadie. Simplemente intenté ofrecer un titular corto que hiciese justicia al contenido del texto. No podía pensar en nada más sencillo que el titular que escogí.

2.- El profeta

Segundo, el profeta. Al principio del artículo aclaré que el escocés que subió a la plataforma era un auto-proclamado profeta. De hecho, la primera línea de la noticia pone: “Uno de los predicadores evangélicos más renombrados de los Estados Unidos –el Dr. John MacArthur- ha sido acusado de herejía en Grace Community Church por un auto-proclamado ‘profeta’”.

Luego de una apertura tan explícita, no hizo falta volver a destacar que el ministerio profético del hombre fue algo que él mismo había reclamado para sí mismo. De ninguna manera estaba apoyando sus acciones. Sólo quise describir lo que había ocurrido para mis lectores. Aun antes de enterarme de tu reacción a la noticia que subí, ya había publicado una respuesta a uno de mis seguidores en Facebook quien comparó al ‘profeta’ escocés con el profeta Elías. Le contesté: “Sí, es cierto, habla como Elías, pero ¿de verdad podemos comparar a John MacArthur –un fiel hombre de Dios- con un malvado y perverso rey como lo fue Acab?  No creo que podamos acusar a nadie de ser hereje por ser cesacionista. No es un asunto de salvación o condenación”.

Mi pregunta es: ¿por qué se fijó tanto ese ‘profeta’ en MacArthur? ¿Dónde están los verdaderos profetas denunciando los abusos cometidos en la iglesia? ¿Dónde están los voceros que se levantan para condenar el cristianismo liberal y la teología pro-gay? Esto es lo que quiero saber. MacArthur, según mi perspectiva, es un profeta para nuestra generación. Hay pocos como él. Qué Dios levante a diez mil más como él. Y sólo para aclarar pública y abiertamente: amo a John MacArthur. Siempre le he amado y le seguiré amando.

3.- Kenneth Copeland

Tercero, Kenneth Copeland. Describiste mi artículo como “las cavilaciones de un ama de casa carismática cuya religión fue aprendida vía The Kenneth Copeland Show”. Vale, te perdono por tacharme de “ama de casa”. La verdad es que me hizo sonreír. No te guardo rencor por eso. Entiendo que estabas enfadado. Pero, ¿aprendí de Copeland? ¿Kenneth Copeland? ¿Kenneth ‘Dame Dinero’ Copeland?

Creo que pocos nombres me hacen arder con tanta ira como el suyo. Claro que hay otros: Creflo Dollar, Jessie Duplantis, Joyce Meyer, Benny Hinn, Joel Osteen, Eddie Long, Todd Bentley además de la media naranja de Kenneth, esto es, Gloria Copeland. Mi viejo hombre casi resucita cada vez que oigo sus nombres. Fui a una predicación de Gloria Copeland en 2003 como recién convertido y nos dio siete lecciones a partir de Deuteronomio sobre cómo hacernos ricos. En aquél entonces no entendía gran cosa acerca de las cosas del Señor, pero sí entendí que aquella mujer estaba muy desviada en su doctrina.

Te puedo asegurar: no tengo ni el más remoto interés en el ministerio de Kenneth Copeland. No sé cuántas veces habré advertido a la gente acerca de su ministerio a lo largo de los años. Los falsos maestros como él sólo buscan pasta. ¡Las cosas como son! Considero a Copeland y a su banda como enemigos del Evangelio de Cristo. ¡Es así de serio!

4.- Inclinaciones carismáticas

En cuarto lugar, me has acusado de revelar “inclinaciones carismáticas”. Con respecto al debate entre el cesacionismo y el continuacionismo, reconozco que me siento identificado con la postura de Wayne Grudem, D.A. Carson y John Piper. Me veo como un “continuacionista cuidadoso”. Históricamente hablando, no estoy convencido de que los dones del Espíritu cesaron después de la muerte de los apóstoles. Veo los dones obrando en los días de Justino Mártir, Ireneo y Tertuliano.

Pero nunca aprobaría aquello que sucedió el domingo pasado. Ahora bien, si John MacArthur fuese Kenneth Copeland, pues, a lo mejor sí lo aprobaría. Pero MacArthur es MacArthur. No es ningún hereje. Ha sido fiel a la Palabra, a su mujer y a su iglesia durante más de 45 años. De ninguna manera merece ser tratado de la forma que aquel ‘profeta’ le trató. El Señor le dará más joyas para su corona. Su reacción ante el hombre fue bien loable.

Para ir terminando

Para concluir hermano, espero que esta carta haya servido para aclarar las cosas. De nuevo, no puedo dejar de daros a ti y a John MacArthur las gracias por todo el bien que habéis sembrado en mi vida en estos años. Llevo una década siguiendo a John MacArthur.

Vosotros sois una fuente de inspiración para los creyentes jóvenes de Europa. Aquí necesitamos modelos piadosos a seguir. En algunos sitios, el Liberalismo y la Teología Gay están pegando fuerte. En otros, la música está usurpando el lugar de la Palabra y la fe se ha convertido en una montaña rusa de emocionalismo. Algunos hermanos mayores en la fe me han escrito intentando persuadirme de que la homosexualidad es un don de Dios. Rehúso –con todo lo que hay en mí- seguir a tales personas como modelos a seguir. Han prostituido las Escrituras.

Todos mis héroes tienen una cosa en común: son fieles a la Palabra de Dios y no la suavizan con el fin de ganar más fans. Por eso te considero a ti y a John MacArthur como dos ejemplos brillantes para mi vida.

Gracias por tomar el tiempo de leer mi respuesta, hermano Phil. Si en alguna ocasión te apetece venir a España, mi casa es tu casa. Cuenta con nosotros. Nos encantaría tenerte por aquí predicando en esta nación, ministrando la Palabra de vida. Si te puedo ayudar de cualquier forma, todo lo que tienes que hacer es decírmelo. Sería un auténtico gozo servir a un mensajero del Señor como tú.

Te amo en Cristo Jesús. Y oro para que el Espíritu de Dios te dé poder para seguir predicando la Palabra con denuedo a tiempo y fuera de tiempo.

Qué tengas un precioso día en la casa del Señor con tu familia mañana y disfruta de la semana que tienes por delante.

Tu hermano agradecido,

Will Graham

(Córdoba, España)

 

Esta carta también se ha publicado en inglés (Evangelical Focus): “An Open Letter to Phil Johnson”.

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