Israel Martorell: Para mí el Evangelio es encarnacional

La misión se ejerce en lo cotidiano, necesitamos recuperar la centralidad del Evangelio y el corazón misional de la iglesia.

18 DE ABRIL DE 2015 · 19:45

Israel Martorell, predicando.,
Israel Martorell, predicando.

Seguimos con las entrevistas a mujeres y hombres de esta generación. Hoy hablamos con Israel Martorrell Alonso (Terrassa, Barcelona, 1975).

Es diseñador gráfico y publicista y le apasiona enseñar tanto como aprender. Ha cursado estudios de Teología (Proyecto Éfeso), Redes Sociales (Máster en Social Media Manager en la UNED) y está cursando Pedagogía (UNED). Lleva más de 20 años sirviendo al Señor en diferentes entidades y ministerios: en el departamento de comunicación de la Sociedad Bíblica, en Juventud para Cristo como coordinador en Madrid, como líder juvenil en su iglesia local y participando en eventos en España; también colaboró con Misión Cristiana Europea para explorar el uso de tecnología en la obra pionera, y un tiempo muy breve con Diaconía Madrid, apoyando un programa de intervención con menores. Además, fue director y socio fundador de Imvisual Design, un estudio de diseño y agencia publicitaria. Desde hace casi tres años sirve con su familia en la Iglesia Cristiana Evangélica de Palma de Mallorca.

 

Pregunta.- ¿Quién es y a qué se dedica Israel Martorell?

Respuesta.- Tengo 40 años, actualmente vivo en Palma de Mallorca, aunque este verano estaré volviendo a Madrid. Estoy casado desde hace 14 años con Sonia Aguilera y tengo dos hijos gemelos de tres años: Moisés y Gabriel. Soy obrero a tiempo completo de la Iglesia Cristiana Evangélica de Palma de Mallorca, dedicado especialmente a las áreas de enseñanza y comunicación. Soy publicista y diseñador gráfico de profesión y tuve una empresa durante años llamada Imvisual que fue precursora de muchos proyectos que supusieron una renovación de la imagen corporativa de multitud de entidades cristianas, además de trabajar con importantes empresas del sector editorial. Me apasionan la tecnología, el marketing, el cine, la comunicación, las redes sociales y la pedagogía, y creo que son herramientas que nos permiten transmitir el Evangelio de forma más eficaz, por eso he impulsado multitud de proyectos en esos ámbitos, entre ellos este medio Protestante Digital en sus primeros años de vida.

 

P.- ¿Cómo colaboras en la difusión del evangelio a través del ministerio que llevas a cabo?

R.- En mi iglesia local a través de la predicación del Evangelio en multitud de contextos y de muchas formas. Desde estrategias de comunicación, diseño de materiales gráficos, comunicación en redes sociales, involucración activa con mi barrio, participación en un grupo pequeño, predicación desde el púlpito, tomando un café y en general en cualquier oportunidad que se me pueda presentar en mi vida cotidiana, porque para mí el Evangelio es encarnacional, se vive en cada momento y no necesito un ministerio específico para presentarlo porque todo apunta hacia él.

Si te refieres a ministerios más específicos, actualmente estoy en un proceso de cambio y abierto a lo que el Señor nos muestre, somos siervos y el Maestro debe ir por delante de nosotros. En septiembre estaremos volviendo a Madrid después de una increíble etapa en Palma de Mallorca donde hemos podido influir en la visión y liderazgo de una iglesia local y donde hemos aprendido muchísimo. Mi corazón y el de mi familia está en ayudar a la gente a ser más como Jesús y cada vez más enfocado en el ministerio pastoral pues hemos sido llamados a ello por nuestro Señor. Además creemos que la necesidad de pastores es muy grande en España; también sentimos que debemos impulsar el inicio de nuevas iglesias y ayudar en la contextualización de la iglesia, por eso estamos involucrados en un movimiento a nivel europeo de plantación de iglesias, apoyando en la creación de una plataforma de formación online y potenciando comunidades de aprendizaje. Además, queremos impulsar un ministerio para ayudar a las iglesias a usar la tecnología como una herramienta para compartir el Evangelio.

 

P.- Háblanos con más detalle de este ministerio de plantación de iglesias y el de tecnología.

R.- Bueno, del primero decir que es un movimiento que en Europa ya ha ayudado al inicio de más de 1000 iglesias en apenas cinco años, el cual está basado en la centralidad del Evangelio y en comunidades de aprendizaje donde las personas que están impulsando esas iglesias trabajan juntas para contextualizar mejor, para enfocarse en el discipulado y generar una cultura de discípulos haciendo discípulos. No se trata de un método sino de recuperar la iglesia como movimiento y no tanto como institución, y hace un fuerte énfasis en una iglesia misional y que sirve a sus ciudades. No puedo desvelar mucho más porque actualmente hay un equipo de líderes en España trabajando para que en 2016 pueda ser una realidad. Seguro que os llegarán noticias.

El segundo es algo más personal, donde estoy intentando formar un equipo de personas que puedan ayudar a la iglesia en España a usar la tecnología para mejorar su presencia en su entorno. Uso de redes sociales para la proclamación del Evangelio, una plataforma de formación online para potenciar los dones y ministerios de la iglesia local, y una serie de herramientas para ayudar en la parte de la gestión, pastoral y comunicación de una iglesia local. De momento no tiene nombre, pero al igual que lo anterior el Señor es el que irá confirmando. Si te interesa participar en esta iniciativa puedes contactar conmigo.

 

P.- ¿Realizas alguna actividad fuera del ámbito evangélico? ¿Tienes amigos que no son creyentes?

R.- Sí, mantengo relaciones y he participado en varios proyectos con entidades, empresas y personas relacionadas con todas aquellas cosas que me apasionan. Gente del mundo de la estrategia digital, medios sociales, marketing, la educación y las tecnologías aplicadas a la misma, el voluntariado, la justicia social. Tengo muchos amigos no creyentes y suponen para mí parte de la misión de Dios porque, como decía anteriormente, creo que el Evangelio puede transformarlo todo, incluso aquello que no pertenece a la esfera de lo eclesial.

 

P.- ¿Crees que la iglesia va a la par de un mundo en constante transformación? ¿Dónde debe ejercer la misma su misión, siguiendo el modelo dejado por Jesús?

R.- La iglesia como institución u organización creo que en general está bastante atrás en muchos aspectos, no tanto como organismo, es decir, existen multitud de cristianos con talentos y dones increíbles, pero hemos sido incapaces de integrar nuestra fe en el trabajo y el mundo profesional. También la iglesia, especialmente los líderes son muy endogámicos en general. Somos incapaces de plantear ministerios más allá de lo cultico o de las actividades del local y eso, personalmente, creo que es un completo error. La misión se ejerce en lo cotidiano, en mi trabajo, en el pasillo de mi universidad, en la cafetería. Necesitamos recuperar la centralidad del Evangelio y el corazón misional de la iglesia. Si queremos ser relevantes tenemos que empezar a servir a nuestras ciudades en todos los ámbitos que sean necesarios y estoy seguro que allí no necesitaremos muchos músicos o predicadores, sino más bien profesionales en multitud de áreas: pedagogos, maestros, médicos, políticos, empresarios, diseñadores, fontaneros, panaderos, estrategas, etc… La iglesia debe estar donde está la gente para poder transmitir el Evangelio y su mensaje radicalmente transformador desde una posición de autoridad ganada por nuestro amor y servicio a las personas y coherencia entre nuestra fe y hechos.

 

P.- ¿Por qué se van los jóvenes de la iglesia? ¿Es algo que personalmente te preocupa?

R.- Me preocupa muchísimo y me produce un profundo dolor. Y no tengo todas las respuestas pero creo que gran parte del problema radica en lo comentado anteriormente, en nuestra falta de integración de la fe en la vida cotidiana y la falta de coherencia. A los jóvenes no les gusta la religiosidad y aquello que solo es una máscara o careta. Por otro lado, necesitamos enseñar la Biblia como un libro actual y apasionante que ofrece respuestas claras para las decisiones de la vida, para ello los maestros deben saber generar puentes entre la Palabra y la cultura, eso se llama contextualizar y es la gran asignatura pendiente de la iglesia en España, como decía Karl Barth, “el teólogo tiene que tener en una mano la Biblia y en la otra el periódico”. Los jóvenes perciben a la iglesia como un organismo o institución que muchas veces se queda por detrás o que es incapaz de ofrecer respuestas claras a los desafíos que enfrentan cada día.

 

P.- ¿Piensas que las iglesias apoyan a los que tienen dones artísticos?

R.- Supongo que habrá de todo, en general creo que algunos se apoyan más que otros y me resulta, a veces, frustrante. Todo lo que tiene que ver con la música se potencia de forma incluso exagerada, idolatrando a cantantes o músicos. Sin embargo, ¿qué pasa con los escultores, poetas, escritores, pintores, actores o como es mi caso los diseñadores gráficos? Todos esos oficios, y más que no he nombrado, también son artistas con muchas cosas que aportar a la expresión de adoración de la iglesia, pero también a nuestra proyección pública pues vivimos en una sociedad donde el arte se valora de forma muy positiva, una sociedad altamente creativa e imaginativa que sigue explorando nuevas formas de comunicar. Es ahí donde veo que la iglesia no presta la suficiente atención.

 

P.- ¿Piensas que ha llegado la hora para que se dé un ecumenismo entre las iglesias evangélicas?

R.- No es que piense que es el momento, sino que es un mandato claro e indispensable reflejado en la oración de Jesús en Getsemaní para todo momento. Lo lamentable es que estamos todavía lejos de que sea una realidad, y lo digo con dolor, pero con total franqueza. Nuestra unidad no es nada real, porque de qué me sirve hacer juntos una campaña si el resto del año ni nos hablamos, no tenemos estrategias conjuntas a largo plazo para alcanzar nuestras ciudades o simplemente no veo que cada semana nos juntemos para orar unidos. Es necesario renunciar y para ello hay que matar el orgullo y ego propio. Es un camino difícil, pero al mismo tiempo un desafío para las nuevas generaciones que creo están mucho más abiertas a la colaboración y el compartir, ya que ése es el nuevo paradigma social impulsado por las redes sociales y la internet: compartir, dialogar y conversar. Precisamente, y por este motivo, creo que necesitamos una renovación amplia del liderazgo de las iglesias en España, ofreciendo sitio y lugar a nuevas personas. Eso supone que aquellos que estamos en el liderazgo tenemos que aprender, muchas veces, a dar un paso atrás, o asumir nuevos roles, que permitan potenciar los dones de los demás, porque al final no se trata de mí, sino de que cada persona llegue a la madurez en Cristo.

 

P.- ¿Y qué me dices de la escasez de las relaciones entre los mayores y los jóvenes dentro de las iglesias? Parece como si hubiera una brecha intergeneracional...

R.- La brecha generacional existe por varios motivos: uno es que los cambios sociales en las últimas décadas son enormes; según algunos estudios hoy día tardamos tan poco en duplicar nuestros conocimientos que lo que estudies hoy en tu carrera no servirá para dentro de 4 años. Pero además, por cuestiones puramente comerciales nuestra sociedad ha decidido segmentar a la población por generaciones y en muchos casos hemos imitado esto en la iglesia. Cada vez estoy más convencido de la necesidad de vivir la fe en familias, donde grandes y pequeños tienen un protagonismo y pueden participar en nuestros encuentros comunitarios, pero para ello necesitamos desaprender mucho y aprender nuevas expresiones de iglesias más integradoras, donde las diferencias nunca son barreras para centrarnos en Jesús. En este sentido una persona debería encontrar en su iglesia el padre, la madre, el hijo/a, el hermano/a, abuelo o tío que nunca tuvo o no ha podido tener por diferentes circunstancias de la vida o porque ahora no están cerca como ocurre con muchos inmigrantes. Estamos llamados a ser comunidades de reconciliación y eso incluye a jóvenes y adultos.

 

P.- ¿Debemos los evangélicos tener mayor presencia en la esfera de lo público?

R.- Decididamente sí, pero no cualquier tipo de presencia. Como dije anteriormente, creo que el Evangelio transforma todo, pero para ello también debemos saber estar en cualquier contexto. Los líderes muchas veces estamos tan alejados de la realidad que nos presentamos en lo público de maneras muy descontextualizadas; eso a la larga es contraproducente pues genera adversidad al mensaje simplemente porque el mensajero o el medio no es el adecuado. Nos queda mucho que aprender, aunque creo que se están dando saltos enormes en este sentido, por eso es importante entender que la misión no corresponde a un pastor dedicado a pleno tiempo, sino al conjunto de todos los creyentes: para tener presencia en lo público necesitamos mejores y más competentes profesionales en áreas de decisión estratégica de nuestra sociedad como la salud, la política, la juventud, el marco empresarial, la universidad, la cultura o el arte, etc.

 

P.- ¿Nos importan y estamos utilizando los medios de comunicación para diseminar la Buenas Noticias por todo el mundo?

R.- Creo que todos somos conscientes del poder de influencia de los medios de comunicación y su gran capacidad para moldear el pensamiento y cultura de nuestra sociedad. De momento nuestro uso es más bien escaso y en muchos casos muy mediocre. Espero que eso pueda cambiar y es otro caballo de batalla personal. Necesitamos, por un lado, educar un espíritu crítico que impida que cualquier contenido nos parezca positivo simplemente porque está realizado por cristianos; por otro lado, nos falta excelencia y comprender muy bien cada medio, cómo funciona, qué tipo de personas los usan y qué dones o talentos se necesitan para saber hablar adecuadamente su lenguaje y presentar aquello que hacemos de forma digna, como si fuera un trabajo para el Señor. Es nuestra imagen pública y eso ayuda mucho para presentar el Evangelio. Muchos dirán que eso es manipulación o que el Evangelio no necesita ser presentado como algo agradable o con un envoltorio especial, pero sinceramente lo que veo en las Escrituras es que los discípulos de Jesús se esforzaron por presentar las Buenas Noticias de forma que la gente pudiera comprenderlo, Dios mismo se hizo como uno de nosotros para que pudiéramos conocerle, ¿eso significa rebajar el mensaje? Pues creo que no, más bien al contrario, nos exige ser más fieles a él porque hacer la voluntad de Dios en medio de un mundo dominado por la mentira requiere total dependencia de Él y confianza en su poder y no en nuestros esfuerzos. Ahora, yo quiero cumplir con mi parte y quiero que esa parte sea lo más excelente posible y dejar que el Espíritu Santo haga la suya.

 

P.- ¿Aparte de Jesús, tienes un modelo de ayer o de hoy que te estimule a correr la carrera de la fe?

R.- Hay muchos y seguro que me olvido de alguien, pero comenzaría por pensar en mis padres y por aquellos que nos precedieron en la historia, y especialmente aquí en España, por tanta gente que ha sufrido persecución o burla por su fe como mi abuela Nohemí, un ejemplo de fidelidad y persona. Luego pienso en algunos amigos como Óscar Pérez, Álex Sampedro o Jonathan Gelabert que han influido mucho en mi crecimiento personal y pensamiento. También una serie de maestros a los que admiro y respeto muchísimo: Marcos Dodrill, Samuel Escobar, Ajith Fernando, Antonio Cruz. Como pastores que nos han escuchado y ayudado a madurar: Wenceslao Gómez, Ronaldo Anderson, Miguel Navarro y Carlos Martí Roy. Jóvenes que con su carácter, humildad y corazón siervo me inspiran y me confrontan aquí en Palma como Lina Franco y Juan Antonio García.

Pero sin duda hay una serie de autores que han influido decididamente en mi fe, mi ministerio y mi visión: Timothy Keller es mi gran referente eclesiológico; PhillipYancey, del cual he aprendido muchísimo con todos sus libros acerca de la gracia, el perdón y el dolor; Francis Chan, el cual me parece que sabe ir a lo realmente esencial del Evangelio; Dallas Willard, por todo lo que he aprendido acerca de las disciplinas espirituales, y Christopher Wright, por su relectura en clave misional de la Biblia.

 

Israel Martorell.

Y una serie de escritores que no puedo dejar de nombrar y que, aunque no siempre esté de acuerdo con ellos, también me han enriquecido enormemente: D.A. Carson, Josh MacDowell, Rob Bell, F.F. Bruce, Hans Küng, N.T. Wright, John Pipper, Mark Driscoll, Spurgeon, C.S. Lewis, John Stott, Karl Barth, D. Bonhoeffer… creo que la lista se haría interminable.

Y dejo para el final a la persona que más me ha influido para seguir corriendo la carrera de la fe que es mi esposa Sonia, sin ella no sería quien soy ni podría desarrollar todo lo que hago y posiblemente no sería tan eficiente. Tener a alguien a tu lado que comparte tu fe, tu llamamiento, visión y ministerio es una bendición inigualable, y desde hace tres años mis hijos suponen un nuevo desafío para ser un buen padre que es capaz de mostrar a Cristo cada día y de los cuales también aprendo acerca de mi relación personal con Jesús. Mi familia es una bendición para mí y un estímulo continuo.

 

P.- ¿Has oído hablar del Movimiento Lausana que se inició allá por el año 1974?

R.- Sí, especialmente desde que se creó el comité del movimiento en España en 2010 con la celebración en Ciudad del Cabo. He estado colaborando con ellos y creo que ha ejercido una buena influencia en la iglesia a nivel mundial, no sé si tanto aquí, pero sé que el deseo del movimiento es influir para que la misión sea un tema central en la iglesia.

 

P.- ¿Crees que parte de la misión de la iglesia es compadecerse por los más necesitados?¿Colaboras con algún proyecto solidario?

R.- La iglesia tiene que estar cerca de los que no tienen voz y de los desheredados de esta tierra: viudas, huérfanos, pobres, excluidos, etc. Es un deber proclamar la injusticia y mostrar que el único camino es la esperanza que ofrece el Evangelio de Jesús. Creo que es parte, pues nuestros hechos de misericordia deben respaldar nuestro mensaje, eso se llama coherencia o integridad, eso es el Evangelio completo que viene no sólo a salvarnos como seres espirituales sino a transformar y cambiar nuestra mente, emociones, cuerpo y relaciones sociales porque sólo así podremos cumplir con el principal mandamiento que es adorar a nuestro Dios con todo mi ser.

Siempre hemos colaborado con proyectos y organizaciones de apadrinamiento de niños, comedores sociales, menores en situaciones de riesgo, pero ha sido normalmente de forma puntual y no continuado. Ahora estamos pensando en la posibilidad de un acogimiento familiar y viendo posibilidades de involucrarnos de forma más comprometida con el apadrinamiento de niños y la lucha contra el abuso infantil, queremos que sea algo que nos comprometa en el día a día como familia.

 

P.- ¿Consideras que es importante la formación bíblico-teológica tanto a nivel personal como eclesial?

R.- Para mí es imprescindible, por mi mente inquieta no puedo vivir mi fe sin conocer al creador, sin expresarle mis dudas y sin descubrir su misterio, y me encanta que Dios sea inabarcable por mi mente, eso quiere decir que siempre puedo aprender algo nuevo de él. A nivel eclesial o ministerial lo considero igualmente necesario. Tenemos que adorar a un Dios que conocemos, si no estaremos adorando a un ídolo o un concepto de Dios erróneo. Por supuesto que el conocimiento no te hace mejor cristiano, sino la obediencia a la Palabra y por eso quiero saber qué me dice y cómo se aplica. Pero la ignorancia es atrevida y hace que defendamos o prediquemos cosas que no son el Evangelio. El gran desconocimiento bíblico de hoy día en la propia iglesia es preocupante, porque no ayuda a llevarnos a la madurez en Cristo. Si quiero ser más como Jesús tengo que saber quién es, su carácter, su revelación y eso solo es posible con la Palabra y la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. Además, hoy día no hay excusa, aparte de muchísimos libros tenemos seminarios buenos, maestros estupendos y formación online; al final se trata de prioridades.

 

P.- ¿Es suficiente la Libertad Religiosa que hasta hoy hemos alcanzado en España?

R.- Para mí es suficiente, creo que en términos generales tenemos libertad desde un punto de vista legal y jurídico. Personalmente me duele más la intolerancia de la gente por desconocimiento o miedo, creo que a nivel social no somos todavía lo suficientemente relevantes, pero no me gusta cargar las culpas en los demás, sino mirar nuestra parte de responsabilidad y lo que está en mi mano para revertir la situación. Si somos más como Jesús es normal tener oposición, pero también debería ser normal que muchos quieran seguir al Maestro. Las dificultades, el sufrimiento y el dolor es parte habitual del cristiano y si no existe es que algo falla: o hemos diluido el mensaje o estamos haciendo un gueto o un mundo propio desconectado de la realidad. No me gusta el victimismo pues creo que es una falta de respeto hacia la iglesia perseguida. Hoy hay una gran persecución en muchos otros países y eso sí que quiero denunciarlo porque creo que se ningunea en los medios y la iglesia de occidente tiene que levantar la voz ante esto.

 

P.- ¿Tienes algún sueño en especial?

R.- Quiero ver un iglesia totalmente comprometida con el mensaje del Evangelio y la persona de Jesucristo. Comprometida con la sociedad que la rodea y que es capaz de ser relevante y decisiva para transformar nuestras ciudades y pueblos. Una iglesia que entiende que lo más importante es hacer discípulos que hacen discípulos para llegar a la madurez en Cristo. Una iglesia que está cerca de la gente pero también cerca de Dios para adorarle y entender su misión. Ese es mi sueño y quiero ser parte decisiva de ese cambio porque estoy plenamente convencido de que ésa es la misión de Dios y su voluntad y quiero añadirme a ella; no se trata de mí, sino de lo que está en su corazón y soy optimista y espero verlo con mis ojos.

 

P.- ¿Qué deben hacer los que quieran obtener más información y contactar con el ministerio donde colaboras?

R.- Pueden contactarme a través de mi email [email protected] o seguirme en mis perfiles sociales de Facebook o Twitter @israelmartorell Como decía en la entrevista, estamos buscando personas que sientan que pueden aportar con su talento, oración o dinero para el ministerio de tecnología que deseamos impulsar.

 

Finaliza la entrevista. Gracias, Israel, por tus interesantes opiniones sobre los temas abordados, que seguro nos servirán para hacernos reflexionar sobre ellos. Que Dios te bendiga en esta nueva etapa que tienes por delante.

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