Andrés Bitar: “Pelear cada día por los sueños de Dios”

Tercera entrega de la serie sobre predicadores jóvenes en España, con Andrés Bitar.

31 DE ENERO DE 2015 · 22:55

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¡Bienvenidos a todos!

Hoy estamos con la tercera instalación de nuestro estudio sobre los ‘Predicadores jóvenes en España 2015’. Empezamos la serie hablando con Moisés Peinado en Córdoba y la semana pasada estuvimos con Josué Enfedaque en la isla de Mallorca. Esta semana volvemos a la península para conversar con un querido pastor argentino ubicado en la ciudad de Madrid, a saber, Andrés Bitar.

Conocí a Andrés hace un par de años en el evento juvenil Beach 2013 (Corrubedo, Galicia) y enseguida fui tocado por su cercanía, humildad y amor. Desde aquel entonces, he podido asistir a su Iglesia en un par de ocasiones (se trata de la Iglesia Evangélica Bautista del Buen Pastor de Madrid) donde le he oído predicar y ministrar con la misma ternura que manifiesta en persona. Lleva más de una década anunciando la Palabra de Dios.

Como siempre, os lo voy a presentar antes de dar paso a la parte más interesante del artículo, esto es, la entrevista.

Nombre: Andrés Bitar.

Fecha de nacimiento: 23 de julio 1981 (33 años).

Lugar de nacimiento: Mendoza (Argentina).

Estado civil: Casado desde hace seis años con una madrileña llamada Ruth y padre de una hija hermosa.

Pasemos, pues, a la entrevista…

Will Graham (WG): ¿Cómo estás, Pastor Andrés? Me alegro de que estés aquí hoy en Brisa fresca. Si quieres, ¿por qué no empezamos la entrevista hablando un poco de ti?

Andrés Bitar (AB): Pues, mi nombre es Andrés y nací en la bonita cuidad de Mendoza (Argentina). Comencé mi ministerio de manera oficial hace diez años, cuando inicié mis estudios en el Seminario Evangélico Bautista (Facultad Teológica UEBE en la actualidad). Al finalizar mi carrera, tuve el privilegio de estudiar un año en la Facultad Carson Newman College (EEUU). Y en la actualidad, ejerzo como pastor de la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor de Madrid.

WG: Qué gozo saber que estás sirviendo al Señor aquí en España. La primera pregunta es: ¿cómo sabías que Dios te estaba llamando a predicar?

AB: Todo comenzó por una necesidad en la Iglesia en la que asistía. Durante un período largo no teníamos pastor y me pidieron si podía compartir algo.

WG: ¿Y fue entonces que sentiste el llamamiento?

AB: Sí, la primera vez que prediqué supe que Dios me estaba llamando (aunque confieso que la predicación fue quizás la peor que he realizado en mi vida) porque el Espíritu y la Iglesia me lo confirmaron.

WG: Aleluya. Y ¿cómo pueden los jóvenes saber si Dios les está llamando a ser predicadores?

AB: Predicando. Nunca sabrás si Dios te llama a algo si no lo practicas. Obviamente la Iglesia debe reconocer, confirmar y apoyar ese don que Dios te ha dado. Los dones son para edificación de la Iglesia, no para una realización personal.

WG: Amén. Y como regla general, Andrés, ¿cómo preparas un sermón? ¿Qué haces?

AB: En mi caso paso leyendo el texto bíblico con bastante tiempo y orando para que Dios me revele el mensaje que desea compartir. Durante ese tiempo leo libros y comentarios que hagan referencia al texto que estoy estudiando. Luego dejo los libros y comentarios al lado y me encierro con el ordenador y la Biblia a escribir.

WG: Una pregunta interesante: ¿quiénes son algunos de tus héroes en la fe/ la teología?

AB: Podría nombrar a varias personas que han marcado mi vida o que intento imitar, sin embargo la persona que más me influyó y a quien tengo como un modelo fue mi pastor de cuando era más joven, Eduardo. Aunque no lo reconociera en ese momento, su predicación, su estilo y su claridad impactaron mi vida de una manera determinante.

Tuve la oportunidad de tener amistad con él y conocí sus fallos, sus errores, sus luchas y eso me ayudó a conocer el precio que tiene el servir al Señor.

A nivel teológico me apasiona leer a John Stott. Es alguien a quien tengo como modelo en mi vida

WG: Y para ti, ¿en qué consiste exactamente un buen predicador?

AB: Podría hablar de varios aspectos, pero intento resumirlo en tres frases: 1) que viva lo que dice (o al menos lo intente); 2) que ame la Palabra del Señor; y 3) que sea claro, sencillo y directo.

No sé si son cualidades que todos necesitan, pero por lo menos yo busco tener: dependencia del Espíritu Santo, transparencia y compromiso real con la verdad que enseño.

WG: Hablando de predicadores, ¿cuáles son algunos de los peligros que tienen que enfrentar como siervos de Dios?

AB: Varios. En mi caso el más común es confiar en uno mismo y dejar de lado al Espíritu del Señor. Resulta sencillo dejar a un lado la oración y dependencia del Señor. Es un peligro común.

Otro peligro es cambiar nuestras prioridades. A veces dejamos nuestras familias de lado. Predicamos muy bien para muchos pero en nuestro hogar nadie se cree nuestras predicaciones. Sucede lo mismo con la fama, nos creemos que Dios sólo obra a través nuestro.

Y uno que he visto bastante es la falta de pasión por la predicación. En ocasiones en vez de predicaciones parecen disertaciones sin amor y pasión por lo que creemos que es la verdad.

WG: Sí, fue precisamente este último punto que me impulsó a empezar esta serie sobre los predicadores jóvenes de España. Necesitamos volver a la predicación bíblica en el poder del Espíritu. Me da mucha tristeza asistir a eventos evangélicos y escuchar tantos mensajes sin vida, sin pasión, sin profundidad bíblica.

Para ir terminando, más allá de la predicación, en términos más generales: ¿cuáles son los grandes desafíos del cristianismo actual?

AB: Un gran desafío es alcanzar a la generación que nos rodea. Según los estudios está más preparada que nunca pero se alejan de estructuras desfasadas y siguen a personas. No a cualquiera sino aquéllas que son transparentes, que enseñan e intentan vivir lo que dicen. Esto nos presenta un desafío enorme pero precioso.

WG: ¿Y necesidades?

AB: Una necesidad es crear espacios para que todas las personas se sientan amadas y útiles dentro de nuestras comunidades. Algo que caracterizaba el cristianismo era la naturalidad, la participación, el sentirse un cuerpo. Necesitamos vivir en sencillez del Evangelio y ser comunidades sanadoras.

WG: Preciosa reflexión. Gracias, hermano. Pues, ya está, la última pregunta es más bien una petición. ¿Podrías dar un consejo a todos los jóvenes que nos están leyendo en Protestante Digital?

AB: ¡Aprovecha el tiempo cada día! ¡Que se va y no vuelve más! Sé que mucho de lo que he vivido, Dios lo ha utilizado para enseñarme y prepararme; sin embargo, algo que me arrepiento constantemente es el haber perdido meses y años de mi vida sin hacer nada por Él.

Intentarlo cada día. Esforzarse cada día. Y pelear cada día por los sueños de Dios es lo que llena la vida.

WG: No puedo decir nada más sino ‘Amén’ y ‘muchas gracias’. Qué sigas predicando a tiempo y fuera de tiempo y saluda a tu amada Iglesia en nuestro nombre. Gracias por tu ejemplo de entrega al Señor.

* La semana que viene estaremos hablando con: Dani Pujol (Barcelona)

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