España, súbdita del Vaticano

Que lo monumental no oculte las propiedades del Vaticano que ya tienen sus “papeles”: ya van por 5000.

25 DE ABRIL DE 2014 · 22:00

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Mezquita de Córdoba. / Wikipedia

Estos días vuelve la cuestión del privilegio de inscrituración de bienes inmuebles por parte del diocesano. Sale por la situación de la mezquita de Córdoba. No es nuevo el asunto, ya se divulgó por un programa de TV donde se mostraba esta práctica en algunas localidades. Se trata de queal obispo se le reconoce autoridad para inscribir inmuebles en el Registro de la Propiedad, sin más requisito que su firma. Esto significa que, por ejemplo, si en un pueblo existe una casa sin propietarios documentados y al obispo se le ocurre inscribirla como propiedad de su iglesia, queda inscrita, y luego la puede vender o hacer con ella lo que quiera; así de simple, y así de bruto es el asunto. Lo de la mezquita suena de otro modo, pues a fin de cuentas es edificio monumental, y de culto. Que lo monumental no oculte las, ya van por 5000 (según entidades que hacen el seguimiento pertinente), propiedades del Vaticano, que ya tienen sus “papeles”. No son monumentos, son casas o locales normales, pero sí suponen un monumento a la embudocracia vaticana con el amparo legal de sus súbditos. No entro en los aspectos jurídicos, a todas luces inconstitucionales. (Pues ya se sabe que aquí a la mayoría de nuestros gobernantes las luces que lucen son las de velas en procesión.) De lo que se trata es de señalar la penosísima situación subsidiaria de España como Estado respecto al Estado Vaticano, con la excusa velada de las velas de procesión. Eso es lo malo. Unidad nacional: bajo palio, y con gusto. Independentistas: País Vasco, Sabino Arana: papista hasta besar el suelo; súbdito de los súbditos de Ignacio. Cataluña: fiesta ayer mismo de santo; misa en sede oficial; príncipe papal delante, Honorable President detrás, hisopo para (qué pongo, con esa superchería) “bendecir” flores. Si una persona o entidad normal (es decir, que no sea el Estado o el Vaticano) quiere inscribir en el Registro una propiedad inmobiliaria de la que carece de documentación actualizada (puede tener contratos privados, u otras fórmulas diversas que se daban mucho en el pasado), tiene que hacerlo mediante expediente de dominio, a través del Juzgado; y eso le lleva un dinero y un tiempo (un año más o menos). Uno de los requisitos es la publicidad. (El local de nuestra iglesia en Sevilla tuvo que pasar ese proceso.) De todo eso se excluye al Vaticano. La gente que trabaja en la administración. Cada uno contará cómo le vaya. En mi caso tengo que decir que los funcionarios (siempre habrá alguna pequeña excepción) para los trámites en asuntos propios religiosos que he tenido que realizar, en la estatal, autonómica y municipal, han sido excelentes. Han solucionado problemas; han tenido interés en solucionarlos. Eso en lo que afecta a las personas, sobre la ley y los propios gobernantes de “arriba”, el Gobierno, pues eso es una triste miseria. Seguro que cuando caiga, y ya le falta nada, la Grande, llorarán y lamentarán. Mientras, pues seguimos proponiendo hacer ciudadanía.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Reforma2 - Espa&ntilde;a, s&uacute;bdita del Vaticano