Dios resuelve toda injusticia

Nuestro omnisciente Dios ejerce simultáneamente Su soberanía, Su justicia y Su misericordia, entre otras cualidades; una realidad que nuestra mente – maltrecha por el pecado – no nos permite comprender.

22 DE FEBRERO DE 2014 · 23:00

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Venimos de repasar unos ejemplos de la justicia divina en acción, en el libro de Génesis. En una primera etapa partimos desde el huerto de Edén; pasamos por la ofrenda aceptable de Abel, por el nacimiento de Enos, en cuyos días se comenzó a invocar el nombre de Jehová; y por Enoc, el varón que ‘caminó con Dios’ y por lo cual no vio la muerte. En la segunda, conocimos a Noé, el ‘varón justo’ a los ojos de Dios que dedicó cien años de su vida para construir con gran paciencia el arca en la cual solo él y siete miembros de su familia sobrevivirían al Diluvio. La humanidad tuvo así una nueva oportunidad de conocer qué es la justicia divina. Al intento de los poderosos de llegar hasta el cielo construyendo la torre de Babel, Dios respondió dispersando los pueblos originarios, y multiplicando los idiomas.A cada paso que daban Dios les revelaba lo que esperaba de ellos en su plan único e infalible. Porque conoce las intenciones de la mente y corazón de sus criaturas Él no necesita improvisar. Fuera de Su plan, nadie ni nada soluciona la injusticia que reina en todos los pecadores. Estamos viendo la enseñanza bíblica que nos revela una justicia que alcanza tanto a los que abusan de la paciencia divina para beneficio propio como a los relegados por las arbitrariedades de los poderosos. Mientras rebeldes y autosuficientes no arrepentidos ya están condenados, Dios sacia a hambrientos y sedientos de justicia. Tanto a pobres en espíritu como a perseguidos a causa de ella les da la bienvenida en Su reino (1). Para finalizar esta sección, que titulamos ‘La justicia antes de la Ley’, veamos su tercer y último punto, la etapa histórica que va de Abram a Moisés, antes de pasar a analizar las otras dos secciones propuestas (2). 3. Desde Abram a Moisés Una vez producida la confusión de idiomas de los pueblos, se produjo una movilización de las tribus originadas en la denominada Media Luna fértil cuyos extremos están fijados por el río Nilo en el Sur Oeste (Egipto) y los ríos Tigris y Éufrates en el Nord Este (Mesopotamia) (3). Era una región cuyo privilegiado paisaje reunía todas las condiciones para el desarrollo de la vida de los seres humanos. Allí, nuestros antepasados abandonaron su estilo de vida nómada (predador) y se organizaron en poblaciones sedentarias. Desarrollaron un estilo de vida basado en la agricultura y la ganadería (productor) (4). Gracias a los estudios arqueológicos y antropológicos realizados hasta el día de hoy se han podido reconstruir los asentamientos de esos pueblos que fueron conocidos como pre-sumerios, sumerios, asirios, caldeos antiguos, babilonios o caldeo-babilonios. Estos hallazgos confirman la exactitud del relato bíblico respecto del sitio donde Dios puso al hombre y, más adelante, eligió formar un pueblo para Sí (5). Allí nacieron las primeras ciudades, siendo las de esta región las más avanzadas en aquella hora de la civilización. La palabra ‘justicia’ se menciona por primera vez en la Biblia en relación con un caldeo de nombre Abram que vivía en la ciudad de Ur de los caldeos (6). Jehová Dios viene de prometerle una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo. Con la respuesta que dio Abram, y lo que resultó de ella, quedó inaugurada una nueva relación Dios-hombre-Dios: “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” (7) Abram tuvo que desaprender su concepto de justicia propia antes de conocer la justicia divina. Con su paciencia Dios le fue mostrando la precariedad de su limitada cosmovisión y lo preparó para confiar en Él. Esa temprana afirmación de la Biblia sobre la fe marca el único camino posible para la justificación de todo pecador. Creer es un valiente acto de negación personal que nos va sacando del ancho camino de la credulidad civilizada. La persona que cree ya ha sido justificada (8); ahora está religada (9) con Dios. No se agrada a Dios por cumplir con una serie de ritos, ofrecer sacrificios, ofrendar sumas de dinero o mantener a una elite de ‘iluminados’ (10). La justicia divina se puso de manifiesto, una vez más, a causa de la impaciencia humana. El turno ahora es de Sarai. Había pasado una década desde la salida de tierra caldea; su esposo ya tenía ochenta y cinco años pero el hijo prometido no nacía. Agar, la sierva egipcia, asume el rol de concubina a pedido de su ama. Ismael nace, y si bien este apresuramiento humano parece retrasar el propósito divino, tiene como consecuencia una intervención de Dios que magnifica aún más Su justicia (11). En este punto debemos volver a enfatizar que la soberanía divina nunca es doblegada por la acción de los humanos o de otros seres creados. Que Dios permita nuestros yerros no significa que no sabía que los cometeríamos; tampoco nos habilita a pensar que Él los haya inducido para averiguar – como investigan los científicos que manipulan cobayos – cuál habría de ser nuestra conducta (12). Nuestro omnisciente Dios ejerce simultáneamente Su soberanía, Su justicia y Su misericordia, entre otras cualidades; una realidad que nuestra mente – maltrecha por el pecado – no nos permite comprender. Un ejemplo de ello es la creación del Estado de Israel después de la Guerra Mundial II. Este hecho es magnificado por muchos cristianos evangélicos que nada dicen respecto de la existencia –en paralelo - de los numerosos Estados árabes que ocupan sus asientos en la ONU junto a Israel, a los que pronto hemos de añadir el del estado palestino, actualmente en urticante gestación. Esta realidad, que no obstante muchos ignoran, callan o minimizan, es producto de las promesas de Dios a Abram y Sarai (que tendrían un hijo, Isaac) y a Agar (respecto de Ismael) el hijo que Abram tuvo con ella producto del apresuramiento de Sarai. Dios promete a ambos una gran descendencia y convertirse en naciones (13). Nada ocurre por casualidad debajo del cielo. La justicia de Dios se transmite desde Abraham Puesto que Dios escogióa Abraham para hacerle padre de Su pueblo cumplió en dar a sus descendientes la tierra de Canaán, y en decidir que el Mesías naciese de su raza. A partir de aquí Abraham respondió al llamamiento divino con una feadmirable; su proverbial obediencia soportaría toda clase de pruebas. El ejemplo de este patriarca impregnó el carácter de Isaac y transformó a Jacob. Antes de morir Jacob predijo a Judá, cuarto en línea descendente, que el Mesías habría de nacer dentro de su árbol genealógico (14). ¿Qué ocurrió con José? El joven soñador perseguido por la envidia de sus hermanos, termina siendo el segundo en el Imperio Egipcio. Allí comienza el cumplimiento de los cuatrocientos años de esclavitud de los israelitas prometido a Abraham. El sufrimiento de ese pueblo es solo comprensible observando las adversidades padecidas por Job. Vale la pena leer la manera en que Dios permite a Satanás maltratar a este varón, que soporta las pruebas con admirable paciencia, hasta que cae lo último que le quedaba de su orgullosa dignidad humana (15). Leer las historias de estos hombres comunes, plagadas de reacciones como las nuestras, nos permite ver la manera sobrenatural con que Dios va modelando sus personalidades para cumplimiento de Su eterno propósito. Mantenerse fiel en la comunión con Dios – contrariamente a lo que enseñan prósperos falsos maestros – da lugar a duras pruebas. Manteniéndonos firmes en medio de ellas vienen bendiciones inimaginables (16). Ningún metal se forja en frío. Las altas temperaturas incineran hasta el menor vestigio de impureza original. El fuego elimina del oro lo nocivo y al mismo tiempo resalta aún más su valiosa pureza. Dios usa este método en los que ama (17). “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”(18) Antes de Moisés, con quien llegarían los Diez Mandamientos a Israel y comenzaría una nueva etapa en el Plan divino, los que no habían creído a Dios morían en su ley. Según el apóstol Pablo: “ (…)Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;(…).” (19) Aceptar la corrección de Dios, recibir Su justicia como la mejor de todas las posibles recompensas, es la más sensata de las decisiones que podemos tomar los que creemos en Él. Oremos, estimado lector, pidiendo a nuestro Padre eterno que nos libre del mal que nos rodea y nos haga luces en la oscuridad. En este siglo en el que reinan juntas la injusticia, la mentira, la codicia, la soberbia y la crueldad de unos pocos, supliquemos que los afanes que impulsan al consumismo y la concentración de riqueza no minen nuestra fe en Jesucristo ni nos hagan cómplices de la injusticia que oprime a las mayorías. ¡Danos sabiduría, Señor, para vivir sin contaminarnos y ser fieles siervos de Tu justicia; y hacerlo todo con amor genuino! (20) Amén. Notas Ilustración: ‘Cuando el mundo era cañas y barro’; maqueta de Ur de los caldeos exhibida por la Fundación La Caixa, en Barcelona, http://www.cuartopoder.es/detrasdelsol/cuando-el-mundo-era-canas-y-barro/3440 Con los recaudos que debemos poner al leer escritos sobre historia antigua, me pareció interesante el enfoque dado por su autor al tema de ‘Ur de Caldea, cuando el hombre creó la ciudad’, por José Manuel Peque Martínez, link: http://suite101.net/article/ur-de-caldea-cuando-el-hombre-creo-la-ciudad-a22050 1. Mateo 5:3,10 2. ‘La justicia en la Ley’ y ‘La justicia en la Gracia’ 3. Después de resumir las lista de descendientes de Set, Cam y Jafet, leemos en Génesis 10:32 “Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.” Por mucho que se intente desacreditar el diluvio y reducirlo a algunos sectores reducidos del planeta, numerosos hallazgos de estudiosos seculares demuestran que el relato bíblico es correcto y que la promesa divina a Noé se cumple hasta el día de hoy: “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.” Génesis 8:22 4. El período histórico que se asocia con las primeras sociedades de agricultores es el “Neolítico”. Este período comienza alrededor de 8.000 a.C. y se extiende hasta el año 3.000 a.C (cuando se considera que termina la prehistoria). Comenzó en el Cercano Oriente, en las regiones de: la Mesopotamia de los ríos Éufrates y Tigris (Irak), Levante (El Líbano, Israel, Siria), Anatolia (Turquía y Armenia) y el Valle del río Nilo (Egipto). Esta región es llamada “Media Luna Fértil” por su forma. Aquí existían condiciones climáticas ideales para la cría de animales y siembra de cereales. La zona estaba surcada por importantes ríos que brindaban el agua necesaria para las nuevas actividades La agricultura es el gran cambio en la historiade la Humanidad 5. Génesis 2:10-15 6. Ur de los caldeos es la ciudad tomada como origen de los términos modernos ‘urbe’, ‘urbano, ‘urbanismo’, ‘urbanista’ 7. Génesis 15:6. Para llegar a este punto, Dios primero tuvo que desalentar la propuesta de Abram de que le herede un siervo suyo. ¿Cómo, pues - se habrá preguntado Abram – podría yo ser cabeza de una gran nación si no tengo siquiera descendencia propia? Ahora también sabe que la salida de su familia paterna desde Ur, había sido decisión de Dios, no de su padre (Taré). Anteriormente tuvo que hablarle por medio de su sobrino Lot para mostrarle a Abram que no había entendido su pedido de dejar su parentela en Harán para ir donde Él le indicase. También le había hablado fuertemente cuando impidió que Sarai fuera hecha mujer del Faraón egipcio, primero, y del rey de Gerar, después. Abram estuvo siempre aferrado a su propia justicia. Pero, la paciencia divina pudo más, y salvó a este hombre centrado en sí mismo, con el mismo poder que lo hace aún hoy 8. Juan 3:16,36; 6:47; comparar con Romanos 3:21, 22,24; 5:1,9; 1ª Corintios 6:11; 1ª Juan 5:5; Gálatas 3:24; Tito 3:7 9. Religión: término que proviene del latín ‘religare’ o ‘re-legere’ (volver a unir lo que se había cortado). La amplia difusión dada a ese término (incluyendo a todas las creencias y actividades humanas con que se busca ‘algo’ o ‘alguien’ superior en qué o quién creer) nosotros nos quedamos con ‘creer en la obra completa efectuada por Dios a favor del ser humano para restablecer la comunión rota por el pecado’ 10. Proverbios 21:3; Miqueas 6:8; Mateo 9:13; 12:7; comparar con Salmos 51:16, 17; 40:6; Marcos 12:33 11. Génesis 16:11, 15; 17:20; Ismael fue circuncidado junto con todos los varones de la casa de Abraham; compárese con la historia de José –vendido por sus propios hermanos a ismaelitas- y lo que ocurrió con él después que Potifar –el importante funcionario del Faraón – lo comprase a los mercaderes ismaelitas. La justicia de Dios nunca deja de estar en acción 12. El cobayo (cobaya o conejillo de Indias) es un animal muy común para la experimentación en la investigación biomédica; de allí que se use su nombre popularmente para denominar a un sujeto que es tratado como objeto de experimentación. El científico ruso Iván Petrovich Pavlov (1849-1936) es el autor de la teoría del ‘condicionamiento clásico’ que dio lugar en psicología al ‘conductismo’. Este dio lugar a la escuela psicológica que pretende explicar y predecir las conductas humanas; no solo la del perro (animal con que Pavlov estudiaba). Mucho se habla-y hablará- sobre la capacidad de la mente humana. Unos dicen que solo usamos un 1% de ella, mientras los científicos usan un 5%, otros aventuran otros porcentajes, dependiendo de cuál es su negocio. Se hicieron películas taquilleras sobre ‘mentes brillantes’ y hay religiones mentalistas y brujos que leen la mente. Lo que sabemos por la Biblia es que nuestra mente está infectada por el pecado y que su inclinación es a maquinar el mal. Los que recibimos por fe a Jesucristo tenemos una mente renovada; esto es lo que enseña el apóstol Pablo escribiendo a los corintios (1ª Corintios 2) que concluye en el verso 16 con esta asombrosa frase: “Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” 13. Génesis 12:2,3; 13:14-18; 15; 16; 17:5-7; 20 14. Ibíd. 49:10 15. Job 42:5,6 16. Santiago 1:12; 1ª Pedro 5:4; Apocalipsis 2:10b; 3:11; compárese con 1ª Corintios 9:25; 2ª Timoteo 2:5; 4:8 17. Proverbios 15:32; 1ª Pedro 1:7; 4:12 18. Hebreos 12:4-7 19. Romanos 2:5-12 20. Romanos 6:18

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