La única, santa, iglesia católica y apostólica

El punto de partida de esta serie de reflexiones es la afirmación bíblica de que Dios no habita en edificios construidos por el hombre.

29 DE DICIEMBRE DE 2012 · 23:00

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“La Santa Iglesia Cristiana, de la cual Jesucristo es lacabeza, ha nacido de la Palabra de Dios, en la cual permanece y no escucha la voz de un extraño”.(Ulrich Zwinglio, 1 de enero de 1484 - 11 de octubre de 1531) (1) Contrariamente a lo que podría pensarse, el título elegido para estas reflexiones no es tendencioso; tampoco es moderno pues se basa en una confesión que pertenece al siglo IV (2). Sin embargo hay preguntas que debemos formularnos: - ¿Qué ocurrió con la iglesia desde la muerte del último de los Apóstoles? ¿Hubo “padres de la iglesia” (3)? - ¿Dónde podemos obtener información acerca de ellos, que sea libre de prejuicios políticos o religiosos? En este blog hemos compartido la visión Cristocéntrica de iglesia de Dios: desde la cruz y la resurrección; pasando por la capacitación, el equipamiento y la encomienda para salir al mundo y hacer discípulos; hasta llegar a Pentecostés. Solo con el empoderamiento del Espíritu Santo es posible ser testigos fieles y eficaces (4). No sé si le pasará igual al lector, pero desde que yo tengo uso de razón escucho y leo de largas disputas sobre la Iglesia: su razón de ser, quiénes la conforman y cómo se manifiesta al mundo; si el Israel de Dios es o no parte de ella; si Reino de Dios e Iglesia son la misma cosa; cuál de todas las denominaciones actuales es la verdadera Iglesia; y si coexisten dos iglesias: la visible terrenal y la invisible sobrenatural. Por otra parte, es poco menos que imposible decir “iglesia” sin que se la asocie de inmediato con los lugares de culto. La arquitectura de los períodos prerrománico, románico, gótico, renacentista, barroco y neoclásico nos ha dejado una colección de obras como para llenar álbumes con edificios diseñados y equipados como lugares de culto a los que comúnmente se llama iglesia (templo, casa de Dios, santuario, catedral, basílica, capilla), que son objeto de veneración, peregrinaciones y visitas turísticas. En el Reino Unido casi no hay punto geográfico sin un edificio de culto. Allí he visto muchos de bellísima arquitectura luciendo la piedra testimonial “construido para gloria de Dios”; y a algunos de ellos que, adquiridos por empresas de apuestas y juego, quedaban en un segundo plano detrás de enormes carteles blancos con caracteres en rojo anunciando: “BINGO grandes premios”. Fue un triste espectáculo. Algo parecido nos pasó en Roma, al visitar un hermoso edificio de arquitectura románica transformado en museo religioso al que van los turistas a sacar fotos. Asistimos ahora a una proliferación de construcciones que tienen o no formas emparentadas con lo “eclesiástico”; desde inmensos edificios de cristal a pequeños locales comerciales en los que lucen nombres de todo tipo. Algunos de ellos aparecen fuera de proporción o no guardan relación con el sitio, y en otros los nombres que eligieron ponerles resultan incomprensibles aún para los más ilustrados. Todo esto aumenta la confusión en la gente y minimiza la importancia de este tema. El punto de partida de esta serie de reflexiones es la afirmación bíblica de que Dios no habita en edificios construidos por el hombre(5); que el único edificio que Dios pidió construir - bajo Sus instrucciones- fue el Templo de Jerusalén; cuyo precursor fue el Tabernáculo en el desierto - diseñado por Dios como arquitectura portátil– que fue transportado por el pueblo de Israel durante el éxodo luego de ser liberado de la esclavitud de Egipto y mientras se dirigía a la tierra prometida de Canaán (6). Fuera de esos, el Constructor de todo lo visible no ha dado la orden de hacer más edificios para darle culto. Para el Dueño de la Iglesia, ésta no es una construcción material sino el conjunto de creyentes salvados gracias a la obra redentora de su Hijo Jesucristo; ellos son el edificio de piedras vivas allí donde vivan y se congreguen (7). LA IGLESIA DE LOS PRIMEROS SIGLOS Escuchamos a muchos fieles hermanos y hermanas afirmar que creen sólo en lo que la Biblia dice. Lejos esté de nosotros el contradecirles. Como tampoco intentaremos hacerlo con quienes piensan que no es malo saber qué ocurrió con la iglesia después de cerrarse el canon de las Sagradas Escrituras. No desear conocer nuestra historia es, de alguna manera, contradecir el consejo paulino de examinarlo todo y retener lo bueno; y también es no valorar la labor de quienes fueron utilizados por el Señor para copiar, escribir, traducir y guardar las pruebas que dan verosimilitud a la historia de nuestra salvación. Lo hicieron obedeciendo al mandato de Jesucristo, aún ofrendando sus propias vidas para lograrlo. Esa parte de la historia de la iglesia comprada con la sangre de Jesucristo, aunque no esté detallada en la Biblia, también fue escrita con la sangre de santos mártires que vivieron y murieron para edificar los muros portantes de la naciente iglesia. Gracias a Cristo, a los apóstoles y a esos anónimos nosotros somos hoy parte del edificio espiritual que es la iglesia. Y también hoy gracias al testimonio fiel de muchos hermanos y hermanas que viven de manera práctica su fe, aunque no lleguemos a conocerlos en la tierra, es que somos edificados cada día. Pienso que la eternidad está diseñada también para que podamos conocer y compartir con esos innumerables fieles seguidores de Cristo, por la gracia de Dios. Los nombres y pocos datos más de algunos de esos servidores del Señor– se encuentran en el libro de Los Hechos de los Apóstoles y en cartas apostólicas; pero hubo otros de los que solo sabemos gracias a historiadores cristianos, judíos o aún paganos cuyos escritos seculares no forman parte de la Biblia. Solo el Padre – que los tiene registrados en Su libro – conoce los nombres de aquellos gracias a cuyo valor y fidelidad a Dios hoy nos podemos sentar a leer y meditar tranquilamente en Su Palabra eterna. Y también debiéramos saber responder a estas cuestiones: ¿Quiénes definieron lo que es Revelación de Dios al hombre y lo que no lo es? ¿Fue la iglesia? ¿Cuándo, dónde y cómo se formó la Biblia (8)? Debemos leer, estudiar, analizar el texto bíblico –en oración y con esperanza- y también leer las obras de aquellos abnegados cristianos que han dedicado buena parte de su vida a los estudios arqueológicos, históricos y teológicos sobre la iglesia. El propósito de Dios es que nos desarrollemos en fe, amor y santidad; y para estar en buenas condiciones de dar respuestas a quienes nos pregunten (9). Desde sus inicios la iglesia fue perseguida; y quizás por esa razón creció y se multiplicó rápidamente. Por cada creyente que prefería morir antes que negar el nombre de Jesucristo había dos o más que imitaban su fe y seguían a Cristo. A los efectos de estas reflexiones sobre la iglesia de Dios que reconocemos en las Sagradas Escrituras nos basaremos en esta confesión ajustada al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo: “Creo en la iglesia que es una, santa, católica y apostólica”. Es una declaración cuádruple y clave a su naturaleza y carácter misional. A partir de ella cada cristiano y cada congregación auto denominada “cristiana” o “evangélica” pueden fijar su posición tanto en materia doctrinal, como en la acción práctica de su fe. Propongo que analicemos a la luz de las Escrituras esta definición de iglesia. La idea es que, con los datos aportados por historiadores y teólogos reconocidos por su fidelidad a Dios y Su Palabra la usemos como puente que cruce el período histórico que va desde la iglesia novotestamentaria hasta la iglesia de la que somos miembros allí donde estemos. La única intención es la de conocer mejor la iglesia que Dios desea que seamos viviendo en Cristo. A partir de la próxima nota analizaremos: I. La iglesia es Una, 2. La iglesia es Santa; 3. La iglesia es Católica; 4. La iglesia es Apostólica. Hasta entonces, si el Seños así lo permite. -------------------------------------------------------------------- NOTAS Ilustración: El símbolo del pez (con la inscripción ICTHUS, pez en griego, significa Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador)se encuentra en las catacumbas romanas donde fueron sepultados millones de cristianos perseguidos, torturados y muertos por el Imperio Romano durante los tres primeros siglos de nuestra era a causa de no renegar de su fe en Jesucristo. 1. Uno de los líderes de la Reforma Protestante, co - fundador del Movimiento Reformado en Suiza 2. Pertenece al denominado “Credo niceno” (325) redactado por Osio, obispo español y consejero de Constantino I, a comienzos del siglo IV, y que es aceptado tanto por el Protestantismo como por la ICAR; luego incorporado en lo que se llama “Credo niceno-constantinopolitano” (381) que también aprueba la iglesia ortodoxa griega. El texto es el que sigue: “Creo en un solo Dios,Padretodopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santose encarnó en María la virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.Reconozco que hay un solo bautismopara el perdón de los pecados, espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.” 3. Entre ellos están algunos de los colaboradores de Pablo. Se los denomina “padres” para diferenciarlos de los apóstoles. La Patrística es el estudio de quienes sucedieron a los doce apóstoles de Jesucristo en la expansión del Evangelio (siglos I, II y III). 4. Son ocho artículos en este mismo blog que van desde “La cruz y el templo” hasta “La misión de la iglesia de Jesucristo” 5. Los Hechos 7:48; 17:24 6. Tema ya tratado en este blog bajo los títulos: El Tabernáculo de Israel: Dios es el constructor; El Tabernáculo en la Tierra prometida; El Templo de Jerusalén; El Templo en tiempo de Jesús 7. 1ª Pedro 2:5 8. Recomiendo leer “El canon de la Biblia: ¿cómo se formó?” http://www.jovenes-cristianos.com 9. 1ª Pedro 3:15

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