Breviario del sosiego/ 94

Lumbres y congojas ante el cedazo de la Justicia que resbala por todo el orbe. A veces se apresura, pero lo cotidiano es que filtre su urgencia. Quienes la ejercen con manos extendidas y ojos desmesuradamente abiertos a los atributos de la cuenta corriente del encausado, resultan simples oficiantes de un poder de hojalata. *** Por ahí tiembla el incendio fugaz que sólo un Corazón conoce. *** Por ahí cabecean nuevas apariencias, Frutos o muñones bajo las hojas del sueño. *** Por ahí, bajo un árbol rojo, alguien dice adiós al Futuro. *** El Misterio es pan de cada día para el que se arropa con mantas metafísicas y, en amoroso silencio, espera el auxilio boca a boca que recibirá del que muy adentro brujulea su Destino. *** Se amoneda la codicia, de mano en mano, mariposeando. *** Relámpagos de la Forma, visiones. Pero se intuye la médula del Primer trazo en el aire, la intimidad sobreviviente del Espíritu que conmueve. *** ¿El tiempo más corrupto de todos los tiempos? *** Cuando brotan las rosas el jardín recupera su imperio. *** Anuente virtud la tuya, siempre bajo los encajes del Amor. *** Si en verdad quieres ser heterodoxo, procura evitar la ruta de los navegantes acomodaticios, aquellos que en sus travesías sólo saben bordear la costa. *** Salgan del recinto maloliente; huyan del fuego de artificio. *** No por habitar una almohada común se puede afirmar que por la mañana habrá un desayuno feliz. *** Todo está dicho. Poco, o casi nada, está hecho. *** La confianza dispone sus aperos cuando no merma el manantial de la ejemplaridad creíble. *** Razón suficiente para ser feliz: Amar y ser Amado. *** La fe nos rehace a diario. *** Haber sobrevivido a los ingratos: he ahí el mérito mayor. *** Ser hospitalario, abrir tu morada, es la prueba fehaciente de que en ti caló el Mensaje. *** Un olor es de repente; una patética crueldad acopia tiempos mensurables. *** Encargo del Amor: hacer respirables los instantes.