Francisco Mira: imitar a Jesús en sencillez y autenticidad

Los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU), son un ministerio al que lleva dedicándose por más de veinte años Francisco Mira. De él como persona destaca Lindsay Brown su liderazgo, perseverancia y compromiso. Pregunta.- ¿Por qué algunos evangélicos tienen miedo del conocimiento si en la Palabra leemos acerca de Jesús: En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento? Respuesta.- Es una buena apreciación, los cristianos debemos estar firmes en la Palabra, la Revelación es superior a la Razón porque es de Dios, la razón es humana, de las criaturas. Necesitamos una combinación de humildad y seguridad. Como decía Spurgeon: el Evangelio es como un león que se defiende a sí mismo poderosamente. Necesitamos crecer en confianza en el Evangelio, en la Palabra de Dios. P.- ¿No cree que se debe invertir más en el ministerio entre los estudiantes porque a la larga habremos forjado unos graduados que son los que construirán y fortalecerán la Iglesia de todas partes? R.- Estoy plenamente de acuerdo con esa afirmación, revela mucha visión. Nunca menospreciemos lo que un estudiante puede hacer (decía Lindsay Brown), pero la clave que mide el buen trabajo hecho en la Obra Estudiantil, es la calidad espiritual e intelectual de nuestros graduados. La auténtica fe se vive en el día a día, en el mundo del trabajo, en las relaciones, en la esperanza bien fundada que sólo los cristianos tenemos, no por nosotros sino por Él. P.- ¿Cómo hacer que aumente la credibilidad del mensaje dentro de la Universidad? R.- Personalmente pienso que el libro de Daniel en los primeros capítulos nos provee de respuesta a esa cuestión clave: Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse… y les pidió a sus amigos que oraran… el Dios a quién servimos puede librarnos. Daniel 1,2, 3 Es una combinación de compromiso personal, comunión con Dios, comunión fraternal y confianza en la soberanía de Dios. Nuestro testimonio debe ser claro, nítido. P.- Me conmueven los testimonios de muchos líderes estudiantiles que laboran en países que entrañan peligro, incluso de muerte. Pero también me animan cuando aun en circunstancias difíciles eligen quedarse para apoyar a los suyos. Eso es tener una visión fuerte de la soberanía de Dios, ¿está de acuerdo? R.- La Palabra dice de ellos: El mundo no era digno de ellos… Heb. 11. Sin esa fuerte convicción no sería posible tomar decisiones de esa envergadura, de fidelidad. Necesitamos vivir y experimentar la doctrina de la soberanía de Dios en nuestras vidas y decisiones. P.- ¿Oramos lo suficiente por este ministerio? ¿Hemos percibido la magnitud de su alcance? ¿O es que tenemos escasa información dentro de nuestras iglesias? R.- Una de las grandes debilidades del Pueblo de Dios en Occidente es la falta de oración. No, no oramos suficiente por este ministerio, por los líderes estudiantiles, por las ciudades donde no hay testimonio, por los obreros que acompañan a los estudiantes… debemos tomar conciencia de esta necesidad todos, la información se generará, es como una pescadilla que se muerde la cola, el problema real es nuestra pobre visión espiritual y acerca de dónde está el verdadero poder espiritual. P.- ¿Se sigue el modelo de Jesús al evangelizar, que implicaba escuchar, cautivar, relacionarse, amar, entregarse totalmente, sacrificarse…? R.- Ése es el modelo bíblico, ése es el modelo que queremos seguir, para ser honestos no es el que estamos siguiendo en todos los casos y en todos los grupos. Para que los estudiantes lleguen a comprender y desear vivir y evangelizar conforme a este modelo, hay un proceso de exposición a este modelo, de crecer en confianza en relación al Evangelio. Pocos estudiantes llegan con una relación tan profunda con el Señor y con un nivel de confianza tan elevado en el Evangelio. P.- ¿Nos estamos olvidando de impartir la Teología del sufrimiento? R.- En nuestra sociedad el Sufrimiento no es el mensaje más popular, para nosotros los creyentes en Occidente tampoco. Pero la realidad es tozuda y sin entrega y sacrificio la edificación y la extensión del Reino no avanza. Más que la Teología del Sufrimiento debemos predicar toda la Palabra con fidelidad, este énfasis queda integrado de forma sabia por el Señor con otros énfasis igual de necesarios. P.- Si realmente hemos comprendido que el Evangelio es verdad, ¿merece la pena vivir y morir por ello? R.- Esa es la convicción profunda a la que cada uno de nosotros debe llegar. La pregunta está muy bien formulada, porque el Evangelio es VERDAD, entonces merece la pena vivir y morir por él. El Evangelio es verdad, es de Dios, es eterno, es Cristo y no hay nada comparable a él. Como muy bien dices debemos estar dispuestos a vivir primero por el Evangelio y a morir por éste si fuese necesario. P.- En España y en otros puntos de Europa gozamos de ciertos privilegios que escasean en otras partes… ¿Será por eso que a veces nos acomodamos, carecemos de creatividad e iniciativas? R.- Creo que ésa es una afirmación-comparación cierta y a la vez parcial. En España y en Europa vivimos una situación espiritual dura, seca, en la que el Evangelio prospera lentamente y eso mismo no ocurre en otros lugares. Es cierto que no debemos acomodarnos, ésa puede ser una tentación para nosotros y general para otros. Pero como apuntas, no olvidemos que el gran obstáculo en cualquier parte del mundo y de la historia para el avance de la Misión de Dios es el propio Pueblo de Dios. Nuestro pecado, nuestra falta de visión, de entrega obstaculizan el avance del Evangelio. P.- ¿Cómo ser un líder íntegro? R.- Jonathan Lamb ha escrito un libro en el que responde ampliamente a esa cuestión, animaría a leerlo, Certeza Unida y Andamio lo hemos traducido y después de escucharle recientemente en el Escorial, puedo decir que ésa es una gran necesidad. En la Palabra tenemos modelos de esa clase de liderazgo, somos privilegiados, el Pueblo de Dios necesita desesperadamente líderes íntegros y también nuestra sociedad. Imitar a Jesús en humildad, sencillez y autenticidad. P.- “Cosecharemos lo que sembramos si no nos rendimos”. ¿Piensa que éste podría ser el lema de GBU en las universidades? R.- La perseverancia es clave en la vida cristiana y en cualquier ministerio, en Hebreos 11:13 se nos da a entender que “todos ellos vivieron por la fe y murieron sin haber recibido las cosas prometidas”. Pienso que ese lema es posible que no esté bien planteado, la cosecha no depende sólo de nuestro esfuerzo y perseverancia. Depende de otros factores como es la voluntad soberana de Dios, la voluntad de nuestros semejantes entre otros, el factor tiempo. Nuestra gran responsabilidad es sembrar siempre “a tiempo y fuera de tiempo”; la cosecha no depende de nosotros, no debemos sentirnos desanimados cuando no vemos resultados, cosecha, debemos seguir perseverando. “Los que con lágrimas sembraron con regocijo segarán”. Hay un texto bíblico que se acerca mucho a la formulación de ese lema, pero que no se refiere a la predicación del Evangelio sino al hacer el bien “Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos”. Gál. 6:9. (BLA) Es una ley física y espiritual “se siega lo que se siembra”, pero en el caso del testimonio hay factores que incluso van más allá del factor tiempo como fue el caso de A. Judson y no siempre se cumple. En el terreno del testimonio la clave es la fidelidad acompañada de perseverancia, lo cual no es garantía de éxito en cosecha, pero sí muy apreciada a los ojos del Señor. P.- La perseverancia es clave en todo ministerio, y eso fue lo que usted tuvo, siendo un joven líder, ante trágicos sucesos en 1984. En vez de tirar la toalla se comprometió sine die. Por esto Lindsay Brown lo ha comparado con Adoniram Judson, un precursor de la CIEE. R.- La comparación de Lindsay en este caso es muy generosa y llena de Gracia por su parte. Creo que sólo el Señor conoce el llamamiento, los dones, los pensamientos y las motivaciones de sus siervos. P.- ¿Cómo estimular a los que ejercen este ministerio en las universidades teniendo que enfrentarse con el ateísmo, la falta de valores, el relativismo, el pasotismo? R.- Animándoles a vivir “los cuatro amores”: 1. Amor a Dios. 2. Amor a la Palabra de Dios. 3. Amor a los que no conocen a Dios. 4. Amor a la Obra de Dios (a la Obra Estudiantil). P.- ¿Cómo se afronta la sexualidad dentro de la iglesia? R.- Vaya… qué susto me has dado con este cambio de tema… Históricamente con muchas deficiencias, con poco rigor bíblico, hasta hace muy poco en las iglesias de nuestro país como un tabú. Toda una lástima, en este momento hay cada vez mejores libros y son muchos los autores que están haciendo una buena contribución en la dirección correcta. Lo cual no significa que eso esté afectando positivamente al Pueblo de Dios en general y menos que los propios creyentes estemos viviendo a la luz de la Palabra los principios bíblicos. Es un área en la que necesitaremos seguir enseñando, con constancia, con fidelidad a la Palabra, aconsejando con sabiduría y orando por todos nosotros, “el que cree estar firme mire que no caiga”. Si alguien quiere conocer mejor mi opinión al respecto le remito a mi libro “Sexo y Dios” publicado por Andamio. P.- ¿Y qué debemos esperar después de Lausana III? R.- Pues Lausana IV… como entrevistadora no me lo pones fácil. Creo que necesitaremos otra entrevista al respecto, ahora sólo podría decir de forma breve, que el Señor siga dándonos visión, pasión y de todo su poder y fuerza para serle fieles en su misión y en el llamamiento. Terminamos la entrevista. Y para acabar, entre los ensayos que Francisco Mira ha escrito, os aconsejamos en relación al tema de la sexualidad leer el libro: Sexo y Dios, publicado por Ediciones Andamio.