Predicar el Evangelio en el siglo XXI

¿Deberían los cristianos seguir predicando el evangelio en la calle? ¿Obliga el posmodernismo a cambiar de modelo? ¿Qué papel tienen las campañas masivas? ¿Cómo lo ven las iglesias? Les ofrecemos una tercera y última aproximación a este interesante tema.

09 DE OCTUBRE DE 2010 · 22:00

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En anteriores números hemos reflexionado sobre el evangelismo en la calle presentando el caso de Jacob Bock y su caja roja, y hemos recojido las opiniones de 4 personas con larga experiencia en la evangelización. Cerramos –de momento- el tema con este dominical, en el que preguntamos a dos personas con perspectivas diferentes en su servicio en la iglesia, pero ambas comprometidas con la evangelización. Por una parte José Pablo Sánchez (director de Decisión y del programa de RTVE “Buenas Noticias TV”) y Asun Quintana (pastora de la iglesia local Asamblea Cristiana de Madrid). Ambos exponen sus puntos de vista a las mismas preguntas. Pregunta: ¿Cómo creéis que a día de hoy, en 2010, se ve en las iglesias evangélicas la evangelización en la calle? ¿Cuál es el sentir general de los creyentes? Asun Quintana.- Yo creo que hay opiniones contrapuestas: una parte de los evangélicos piensan que la evangelización en la calle está desfasada y fuera de lugar para esta sociedad del siglo XXI. Piensan que damos una mala imagen, retrógrada, al hacer esto. Otros piensan que es un método directo, algunos dicen que “agresivo”, pero que es el método más válido de predicar el evangelio. Quizá la mayoría actualmente se inclinen por la primera opinión, que para esta sociedad pos moderna es más apropiada la evangelización discreta y de “boca a boca”. José Pablo Sánchez.- Las Iglesias están cansadas de evangelizar en la calle y ver poco fruto, de modo que se ha producido un giro hacia actividades de carácter “cultural” denominadas como de “pre-evangelización”. Creo que hay lugar para estas actividades pero que no debemos conformarnos con ellas. La proclamación del mensaje de salvación en Cristo debemos seguir realizándolo. ¿Existen formas innovadoras con las que hacer ´evangelismo masivo´? O más bien consideráis que es un modelo agotado que ya no encaja en una sociedad posmoderna? José Pablo Sánchez.- Sí, existen formas innovadores. La sociedad posmoderna exige un nuevo acercamiento enfocada en la participación y la iteración. También gusta de los relatos cortos y las historias. Por eso, programas donde los niños pueden hacer manualidades a la vez de escuchar historias bíblicas con valores cristianos (y humanos) tienen su lugar. Aunque debemos “traducir” los principios y enseñanzas de la Biblia en valores necesarios para la convivencia que todo el mundo respeta y necesita. Es decir, tenemos que utilizar el leguaje “secular” para compartir el mensaje de siempre. El arte es sus diversas formas sigue siendo útil como canal de comunicación con nuestra sociedad. Pero cuidado, vivimos en una sociedad sofisticada que rechaza las chapuzas revestidas de santidad. El arte ha de ser de calidad, al igual que cualquier actividad que se prepare para audiencias masivas. Los monólogos están de moda, de modo que también se puede salir a la calle y predicar en lugares donde la gente ya esté. Es perder el tiempo intentar atraerlas a nuestras actividades, a no ser que tengamos con nosotros a un figura como Kaká o Juan Luis Guerra. Es importante que veamos la evangelización como una actividad “trasversal” en toda nuestra vida y en todas las actividades de la iglesia. En realidad, evangelizamos cuando hacemos el culto dominical, al donar alimentos, al apoyar proyectos humanitarios, cuando enseñamos y cuando cantamos. La evangelización comienza con el rótulo de la iglesia. Asun Quintana.- Creo que se debe evangelizar de todas las maneras posibles. El verdadero discípulo debe compartir el evangelio de una manera natural y personal, individualmente, en todos aquellos círculos en los que se mueva: familia, trabajo, vida diaria (peluquería, supermercado, banco, parque….) en todos aquellos lugares en que se presente la ocasión o busquemos la ocasión, con sabiduría. Jesús utilizó el “boca a boca” en muchas ocasiones de su vida diaria (la mujer samaritana, Nicodemo, Zaqueo, Mateo, la mujer adúltera…). Ahora bien, también creo que es otra forma de predicar hacerlo en las calles a viva voz, como lo hacía Jesús. Creo que así alcanzamos otro tipo de gente que quizá nunca alcanzaríamos de manera personal. A unos se nos da mejor una forma u otra, pero cualquier forma es válida. Pienso que hoy en día hay gente tan necesitada, confundida y desorientada que cuando escuchan en la calle el mensaje del evangelio “bien predicado”, llega al corazón. Siempre habrá gente para la que estamos locos, pero esto ocurre con cualquier método que empleemos. Nosotros como iglesia salimos todas las primaveras y veranos. Montamos un mini- espectáculo en parques cercanos a la iglesia, para niños, con payasos, mimos, canciones, obras de teatro, rifas….y cuando acabamos la parte infantil, ya está la gente alrededor de los niños, porque el espectáculo está bien montado y atrae también a los adultos. Entonces nos dirigimos a los padres cambiando el tono y “avisando” también del giro del contenido que vamos a dar hacia los adultos y lo espiritual. Seguimos haciendo teatro y mino pero con mensaje claramente evangelístico. A continuación exponemos algún testimonio personal de conversión y terminamos con una breve predicación del evangelio. Lo asombroso es que la gente (la mayoría) no se va, sino que escucha atentamente el mensaje hasta el final, con respeto. Unos con más interés que otros pero con respeto. Hemos llegado a tener alrededor unas 200 personas, una multitud si tenemos en cuenta que estamos en pequeños parques. Cuando finalizamos repartimos folletos y hablamos a nivel personal con la gente, invitándolas a la iglesia. Muchos han acudido a visitarnos, y todos conocen a la “parroquia evangélica” del barrio. Lo que no veo tan efectivo actualmente, por lo menos en España, son las campañas evangelísticas masivas [a gran escala]. Aunque sean “evangelísticas” al final la mayoría de los asistentes son creyentes. Es difícil llevar amigos “no creyentes” a campañas así. Ni qué decir cuando además se convierten en “shows” donde en vez del Evangelio se “vende” sensacionalismo. Se enfoca en los últimos años mucho en la importancia de la evangelización personal, mediante amistades. ¿Hay riesgo de no transmitir el evangelio a gente con la que no tenemos contacto personal, gente de la calle que no tendrá otra opción de escuchar el evangelio? Asun Quintana.- Por eso creo que no está de más utilizar ambos métodos. José Pablo Sánchez.- El evangelismo por amistad es el modelo más eficaz, sin lugar a dudas, pero cuando leemos la Biblia encontramos que hay muchos modelos de evangelismo. El mismo Jesús utilizó diversas formas de acercamiento a la gente. Debemos hacer lo mismo. “Como el Padre me envió, así yo os envío” dijo Jesús (Juan 20:21). Debemos utilizar todos los medios para alcanzar al mayor número. Ya lo dijo Pablo Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.” (1 Cor. 9:22). No obstante, es una incoherencia salir a la calle a predicar a las masas y no hacerlo en nuestro contexto cercano. Hay que vivir la ver con autenticidad en nuestro entorno y como resultado orar cada día y servir en amor a los amigos y vecinos, con el deseo de que lleguen a conocer a Cristo. La historia demuestra que en las actividades masivas, el número mayor de conversiones se da entre las amistades de los creyentes y como fruto de un proceso, a veces de años. Por último, ¿creéis que hay alguna clave para la evangelización? Asun Quintana.- Una sería tener un sincero aprecio (amor) por las personas y saber acercarnos de una manera natural, divertida y creativa. En segundo lugar, pensar en la realidad de la gente hoy y su problemática. En el caso concreto de nuestro método, los padres están encantados de que entretengamos a sus niños de manera sana y educativa. A los niños les queda un buen recuerdo y quién sabe si queda una semilla que dará fruto en su futuro. Y hay que presentar algo creativo y con calidad y excelencia. No somos profesionales, pero debemos hacerlo lo mejor posible. La calidad siempre impacta. No debemos chapucear, improvisar. Debemos presentar un buen espectáculo, pero también la misma calidad con una buena predicación del mensaje del Evangelio y unos buenos testimonios. Podemos presentar el mensaje claro y directo, pero con creatividad y calidad. José Pablo Sánchez.- El amor. Si amamos a Dios con todo nuestro corazón querremos honrarle con nuestro testimonio. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos querremos que sean salvos. La única clave es el amor. Dime cuanto evangelizas (masivo, amistad) y te diré cuanto amas.

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