Abedini vuelve a prisión sin recibir asistencia en el hospital donde ingresó

La historia del encarcelamiento del pastor Saeed Abedini en Irán tiene un nuevo episodio. Las autoridades iraníes tras trasladarlo a un hospital, le encadenan, le niegan el tratamiento y prohíben que reciba visitas. Todo comenzó hace semana y media cuando Abednini fue trasladado a un hospital con el fin de someterse a pruebas médicas debido al deterioro de su salud y ante una posible cirugía a la que debía someterse para tratar el dolor crónico en su estómago que se originó tras los golpes recibidos en prisión. El traslado al hospital coincidió con la visita a Irán de Catherine Ashton, representante de la Unión Europea. Parecía que este episodio iba a mejorar la calidad de vida de Saeed puesto que estaba siendo alimentado adecuadamente y su salud iba mejorando. Sin embargo el panorama cambió tan pronto como Ashton partió de Irán, el martes pasado. El tratamiento fue suspendido y guardias iraníes arremetieron violentamente en la habitación de Abedini, tratando bruscamente a un familiar de avanzada edad que había ido a visitarle al hospital. Abedini fue inmovilizado y esposado y su visitante fue obligado a salir del centro hospitalario. Los guardias indicaron que por orden judicial se prohibían las visitas y que además debía permanecer esposado en todo momento. Además el personal médico le ha informado a Abedini que le trasladarán de nuevo del hospital hasta la prisión, sin ser intervenido. Actualmente sólo le suministran analgésicos para el dolor y le han negado el acceso a los resultados de las pruebas médicas. Abedini permanece en prisión desde setiembre de 2012, cuando fue detenido a causa de su fe cristiana y fue condenado a ocho años de cárcel, bajo cargos de conspirar contra el régimen.