La reforma migratoria, esperanza de 11 millones de 'irregulares'
La reforma, que está siendo debatida en la Cámara, cuenta con el apoyo mayoritario de los evangélicos. Muchos esperan su aprobación en este mes de septiembre, cuando se reanude la actividad política.
ESTADOS UNIDOS · 19 DE AGOSTO DE 2013 · 22:00
El 24 de julio se realizó un día especial de oración por la reforma migratoria en varias iglesias de Estados Unidos. / NHCLC, Flickr
Un grupo de trabajo bipartidista formado por conocidos cargos políticos del partido republicano y demócrata entregaron la pasada semana una serie de recomendaciones sobre la reforma migratoria, en la que incluían el dar acceso a la ciudadanía los inmigrantes que están trabajando ahora en Estados Unidos de forma irregular.
El objetivo de las propuestas es ejercer influencia tanto sobre el debate sobre inmigración en el Congreso, que en este momento se encuentra en su receso de cinco semanas, como sobre el proyecto de ley aprobado por el Senado que está siendo debatido en la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana.
El grupo, convocado por el Centro Bipartidista de Políticas Públicas, es presidido conjuntamente por la ex secretaria de Estado, Condolezza Rice, y el ex gobernador de Mississippi, Haley Barbour, ambos republicanos; y el ex gobernador de Pensilvania, Ed Rendell, y el ex secretario de Vivienda, Henry Cisneros, demócratas.
PRESIÓN
En todo el país, dirigentes empresarios, sindicales o religiosos tratan de presionar a los representantes republicanos para que se pongan a trabajar en el tema apenas regresen a Washington en septiembre.
La Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC por sus siglas en inglés) lidera la campaña evangélica a favor de la reforma. “La protección de la nación y de sus fronteras y valores está en manos de los líderes republicanos en la Cámara de Representantes”, dijo Samuel Rodríguez, presidente de la NHCLC. “Los líderes republicanos tienen una oportunidad de mostrar valentía profética aprobando la reforma migratoria”, lo que favorecería la “integración” y el desarrollo del país.
“Los miembros de la Cámara que abrazan la reforma han de hacer historia al reconciliar el imperativo de justicia de Abraham Lincoln con la convicción de Ronald Reagan con respecto a los inmigrantes”, dijo Rodríguez.
“Fue Reagan que dijo que los inmigrantes realmente encarnan el futuro de los Estados Unidos. El verdadero conservadurismo significa que para conservar el espíritu de la iniciativa empresarial, necesitamos darles la bienvenida a estos inmigrantes. ¡Ahora es el momento!”, expresó el dirigente.
11 MILLONES ESPERAN
Las recomendaciones del grupo incluyen la creación de una comisión independiente que evalúe la seguridad fronteriza; un camino a la ciudadanía para 11 millones de personas que se encuentran en el país sin permiso; y un programa de visas que permita incorporar a trabajadores extranjeros a la economía, junto con penas más graves para empleadores que contratan o explotan a trabajadores que residen en el país ilegalmente.
“Consideramos que es posible encontrar terreno común sobre la base de principios fundamentales con los que acuerdan personas que abordan el problema desde distintos puntos de vista políticos”, dijo Michael Chertoff, quien fue secretario de Seguridad Nacional durante la presidencia de George W. Bush, en una conferencia telefónica con la prensa. “Tenemos la esperanza de que el país, cuando hacemos una pausa para tomar aliento durante el verano, observe hasta qué punto está quebrado el sistema y comprenda que el valor de una reforma basada en un consenso amplio supera de lejos los beneficios de la situación actual”, añadió.
SEGURIDAD, EN MEDIO DEL DEBATE
Varias de las recomendaciones coinciden en general con el proyecto del Senado, que apunta a mejorar la seguridad fronteriza, la inmigración legal y la aplicación de la ley en el trabajo, así como un camino a la ciudadanía para los millones que ya se encuentran de manera irregular en el país.
Pero el grupo criticó el plan senatorial por su manera de abordar la seguridad fronteriza, un compromiso de último momento con el objetivo de obtener los votos republicanos y que destina 46 mil millones de dólares para duplicar el número de agentes en la frontera, completar cientos de kilómetros de muro y mejorar la tecnología con aviones teledirigidos, helicópteros y torres de vigía. Ese enfoque “no proporciona criterios de evaluación de la seguridad fronteriza basados en los resultados que resulten fiables y verificables”, dice el informe. Añade que se deben elaborar esas medidas y crear una comisión independiente para auditarlas y hacerlas públicas.
El Senador de Florida Marco Rubio advirtió durante un programa de radio que si el congreso no aprueba la reforma de ley de inmigración que él y otros siete senadores propusieron a inicios del año, el Presidente Obama podría dar una orden ejecutiva para legalizar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se encuentran en el país.
ESPERANZA Y TEMOR
Juan Francisco Martínez, profesor del Seminario Fuller y experto en asuntos migratorios, explicaba recientemente en Protestante Digital la situación actual. Aunque “el Senado tomó una acción histórica al pasar una ley de reforma, pero ahora nos vemos ante el temor de que la Cámara de Representantes trabe el asunto y no salga nada”.
“Hace seis años – recuerda Martínez - hubo mucha expectativa sobre una ley de reforma, pero no hubo suficiente voluntad política ni entre demócratas ni republicanos. Los indocumentados se quedaron “vestidos y alborotados” y no vieron nada. Hoy hay más esperanza, pero también más temor de que se queden a medio camino los esfuerzos, de nuevo”. El tiempo dirá si esta vez, por fin, llega la reforma que tanto ansían millones de personas.
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