La esposa de Ted Haggard explica su proceso como mujer tras saber su infidelidad

Gayle Haggard acaba de publicar un libro titulado “Why I stayed: The choices I made in my darkest hour" (Porqué me quedé: Las decisiones que tomé en los momentos más duros), en el que explica los motivos por los que decidió mantenerse al lado de su esposo después de enterarse de sus relaciones homosexuales. Aquella revelación provocó un escándalo nacional en 2006 y significó el fin de Ted Haggard como pastor de la iglesia New Life.

EEUU · 07 DE FEBRERO DE 2010 · 23:00

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Las memorias de Gayle Haggard han tenido buena acogida en Estados Unidos. "Su libro es una oportunidad para hablar sobre un problema enorme en la iglesia", dijo Renee Dallas, esposa de Joe Dallas, consejero de personas con adicción al sexo y fundador de WifeBoat, ministerio en la red Internet que ayuda a mujeres cuyos maridos batallan con la homosexualidad y otros problemas de inmoralidad sexual. "Hay mujeres cristianas casadas con hombres que han tenido secretos oscuros en sus vidas, y este es un grave problema en la iglesia ", añadió Dallas. "A veces, estos hombres están implicados en el pecado homosexual, a veces, en el adulterio, a veces, en la pornografía, pero en todos los casos se produce un choque al descubrirlo, hay humillación y vergüenza, hay una pérdida de sus relaciones en la comunidad y estas mujeres tienen que enfrentarse con todas estas cuestiones". La consejera dijo que la mayoría de las mujeres que ella está apoyando quieren salvar su matrimonio y ella las anima a trabajar hacia ese objetivo si sus maridos están arrepentidos y se comprometen a reconstruir la confianza en su familia. "Gayle está dando un muy buen ejemplo quedándose junto de su marido en un momento tan duro", dice Dallas. "Está dando ejemplo de cómo trabajar en una situación realmente difícil, cómo trabajar el perdón, la comprensión, dando una oportunidad al Espíritu Santo para restaurar. Creo que su libro realmente va a servir a la iglesia en estos aspectos". DESDE EL INICIO Haggard revela en su libro que ella sospechaba que su marido tenía problemas de inmoralidad. Al principio de su matrimonio él le dijo que quería hablar con un asesor psicológico sobre los pensamientos que tenía relacionados con la atracción hacia personas de su mismo sexo. Después del nacimiento de su hijo Jonathan, con necesidades especiales, su marido confesó que 18 meses antes había tenido "un incidente", después de visitar una librería para adultos, cuando hacía un curso de posgrado en otra ciudad. Él le dijo que había acudido a un consejero y que había decidido no ir nunca más a dicha librería ni volver a las clases. Gayle explica que fue sacudida por esta revelación, pero creyó que era algo pasado. No obstante, de vez en cuando le preguntaba a su esposo si todavía luchaba con esa cuestión, y él respondía: "No, ya no pienso nunca en eso". EL ESCÁNDALO La historia no terminó allí. En noviembre de 2006 ella fue sorprendida por la revelación de que su esposo había estado visitando a un masajista durante tres años, y que en dichos encuentros a veces también había relaciones sexuales y consumo de drogas. Cuando se hizo pública la noticia de que un “acompañante sexual” de Denver estaba haciendo acusaciones contra un pastor de Colorado Springs, conocido a nivel nacional, Gayle Haggard confrontó a su marido y le pidió que fuese honesto. "¿Conoces a este hombre? No dejes que esa noticia me pille por sorpresa", escribe Gayle. En ese momento él le contestó: "Yo no conozco a este hombre". Pero no pudo mantener la negativa. Al día siguiente, Ted Haggard lo confesó todo después de hablar con un abogado contratado por la Iglesia New Life, congregación de 14.000 miembros, fundada por los Haggard. CRISIS Y RESTAURACIÓN Gayle escribe que sintió que le temblaba todo el cuerpo, las lágrimas inundaron sus ojos y se le hizo un nudo en la garganta. "¿Quién eres? ¿No te pedí que no dejaras que la noticia me sorprendiera? ¡Me mentiste! ¿Cómo pudiste?", le reclamó a su esposo, sollozando desde el fondo de su alma, según explica en el libro. A partir de allí colmó a su marido de culpabilidad, hasta el extremo que él pensó en el suicidio y la animó a divorciarse. "Te arruniaré la vida”, le dijo. "Tú y los niños debéis apartaros de mí, la iglesia cuidará de vosotros y os ayudará." Ella dice que sabía desde el principio que intentaría perdonar a su esposo, aunque le llevara tiempo, “porque el perdón es `la respuesta adecuada´ de los cristianos que han sido heridos u ofendidos de algún modo”. La esposa de Haggard también comparte en este libro que en sus casi 30 años de matrimonio, antes de que estallase el escándalo, sentía que había una parte de su esposo a la que no tenía acceso. Cuando él admitió la profundidad de su lucha contra el pecado sexual, ella se sintió feliz de poder finalmente acceder a esa parte escondida de su marido. Gayle manifiesta que si no hubiese estado segura del arrepentimiento de su esposo y de su compromiso para hacer lo correcto, seguramente habría tomado otro camino. "Espero que nuestra experiencia convenza a las personas para que crean en este principio verdadero: Lo mejor que se puede hacer por los hijos es amar y cuidar al cónyuge", enfatiza. OTRA EXPERIENCIA Otra experiencia impactante es la de la familia Goeke. Casado en 1994, Mike Goeke dejó a su esposa en 1996 para vivir un estilo de vida gay. Regresó a su casa seis meses después, tras haber leído un libro de Jeff Konrad titulado You Don´t Have to Be Gay (No tienes por qué ser gay). "Sentí el poderoso amor de Dios," dijo Goeke. "No sentí un Dios castigador, sino un Dios que me decía: Te amo. Tengo más para ti". Aunque su esposa lo aceptó de vuelta en casa, el proceso de reconstrucción de la confianza y la restauración de su matrimonio fue largo. "Ambos tuvimos que crecer individualmente", dijo. "Ella dice que me perdonó por obediencia, pero la confianza tardó mucho tiempo en llegar". CONFERENCIAS PARA MATRIMONIOS Mike Goeke dice que no todos los matrimonios sobreviven a revelaciones de este tipo, pero se siente alentado por los pequeños éxitos que ve en las conferencias de matrimonios, que él y su esposa, Stephanie, organizan desde hace dos años para parejas cuyos matrimonios estaban siendo afectados por la homosexualidad. En los últimos dos años, la asistencia ha crecido de 13 parejas a 52. "Creo que si ambos cónyugues están dispuestos a poner de su parte, hay una gran posibilidad de que el matrimonio sea restaurado", dijo Goeke. “No se trata simplemente de mantener unidos a las parejas sobre el papel. Se trata de conseguir que el matrimonio sea realmente lo que Dios quiere que sea". "Hay tanto pecado sexual y luchas en los matrimonios hoy en día con la pornografía y demás cosas similares, que esperamos que nuestro testimonio muestre a otros matrimonios en crisis que hay esperanza para que el matrimonio crezca y prospere en esas relaciones que son las que Dios quiso que fueran, un reflejo de Cristo y de su relación con la iglesia” afirman. "Y eso es lo que espero que también muestre el libro de Gayle, que no hay mayor fuerza que el perdón y que perdonar no es un signo de debilidad. Es un signo de poder. No de poder humano, sino del poder del Espíritu Santo", recalca Goeke. También Warren Throckmorton, doctor y profesor de psicología en Grove City College, en Pennsylvania, cree que el ejemplo de Gayle Haggard puede animar a algunas parejas a trabajar con estas cuestiones difíciles y tratar de mantener su matrimonio. "Creo que la frase `en lo mejor y en lo peor´ puede tomar un nuevo significado y llevar a algunos a restaurar un matrimonio roto, contando con el asesoramiento adecuado".

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