La comunidad de Fort Hood, afectada por la masacre, busca consuelo en Dios

La terrible masacre perpetrada por Malik Hassan en la base militar de Fort Hood ha dejado conmocionadas a las familias de la comunidad. El suceso, sin embargo, ha llevado a muchos a acercarse a las iglesias, buscando el consuelo y la guía espiritual para afrontar estos momentos difíciles. Militares, familias y afectados se juntaron en la Capilla Memorial para recordar a los fallecidos. Entre los mensajes compartidos, resaltó el de “perdonar” a los agresores y “vencer el mal con el bien”.

FORT HOOD · 13 DE NOVIEMBRE DE 2009 · 23:00

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En el primer domingo tras la masacre, soldados y familias de la base en Fort Hood buscaron a Dios para poder seguir adelante. La Capilla Memorial recibió a los afectados con un mensaje de gracia y perdón. El pastor Frank Jackson oraba por el agresor: “Dios, tú nos enseñas a amar y a orar por quienes se levantan contra nosotros. Te pedimos por el Mayor Hassan, sólo tú puedes hacer algo en su vida”. En medio de la emoción por las víctimas, el énfasis se puso en la actitud cristiana ante el mal y las actitudes positivas mostradas por los soldados. Angela Williams, una policía militar involucrada en la operación dijo que lo más asombroso que vio al llegar fue la actitud de los soldados que sabían que había un presunto tirador y que posiblemente había disparado a varios soldados, pero ellos trabajaban exponiéndose a morir para salvar su vida. “Creo que eso habló de quienes somos como soldados”, agrega Williams. Fueron cientos los que se reunieron luego en una vigilia de oración, para recordar a los caídos y buscar así consuelo y sanidad espiritual. Douglas Carver, otro pastor de la base, motivó a los creyentes a acudir “al Dios Todopoderoso para encontrar fuerzas en este tiempo de necesidad”. Las dificultades comunes han unido aún más a la comunidad. Las esposas de militares llevaron comida a las familias de las víctimas y muchos pastores de la base visitaron a los heridos. Michael T. Lembke, también pastor, contaba como un hombre que recibió dos disparos, “durante esta situación tan traumática, él estaba preocupado por el estado de los demás”. Lembke asegura que lo mejor que puede hacer por las víctimas es escucharles y orar. Otros también quisieron mostrar su apoyo en oración. Mark Rodgers, un veterano del Ejército, estuvo ocho horas de pie en actitud de oración fuera de su camioneta, para que los soldados supieran que alguien estaba orando por ellos. “Que los soldados sepan que los amamos y los tenemos en oración y pedimos a Dios que los proteja”, dice Rodgers. POSIBLE PENA CAPITAL PARA HASSAN El psiquiatra del ejército, Mlik Hassan, de 39 años, ha sido acusado por las autoridades militares del país de la muerte de 13 personas durante el tiroteo que protagonizó la semana pasada en la base militar de Fort Hood, la más grande del país. Durante el ataque, dos policías dispararon contra Hassan para controlarlo y evitar más muertes. En caso de ser hallado culpable, el psiquiatra se enfrenta a la pena de muerte. Hassan se encuentra hospitalizado y según su abogado John Galligan podría quedar paralítico a causa de los disparos. Además del proceso judicial, dos investigaciones paralelas -una abierta por la Casa Blanca y otra en el Congreso- averiguarán lo que el Ejército y las agencias de inteligencia sabían de Hassan. El psiquiatra había mostrado signos de inestabilidad mental y había expresado ideas extremistas en los últimos años. Además, había enviado entre 10 y 20 correos electrónicos a Anwar al-Awlaki, un clérigo radical que residió en Washington y que ahora vive en Yemen, según han revelado fuentes de inteligencia.

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