La Fundación Heritage avala los beneficios de la práctica de la fe, y las dificultades a su expresión pública

El investigador de la Fundación Heritage Patrick F. Fagan refleja en su último estudio el 'papel vital' que ejerce la religión, tales como la estabilidad en las familias y el fortalecimiento de las parejas. El trabajo destaca que a pesar de los beneficios sociales de la religión, la expresión de la fe en el terreno público se ha tropezado con muchos obstáculos.

WASHINGTON · 29 DE ENERO DE 2007 · 23:00

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Según Fagan, los beneficios de la religión se dejan sentir en los efectos que ejerce en las clases humildes, reduciendo la incidencia de los abusos domésticos, el crimen, el consumo de drogas, alcóhol o tabaco y su repercusión en una mejora de la salud mental y física. Según el trabajo realizado por este investigador, la futura prosperidad de Estados Unidos sólo puede asegurarse si se comprende la contribución que la religión ha aportado al orden constitucional de América. El trabajo elaborado para la Fundación Heritage destaca que a pesar de los beneficios sociales de la religión, la expresión de la fe en el terreno público se ha tropezado con muchos obstáculos. RELIGION Y MATRIMONIO Fagan destaca asimismo en su estudio que existen numerosas indicaciones de que la combinación de la práctica religiosa y de la relación matrimonial estable contribuye a dotar a las siguientes generaciones de fortaleza y éxito. Numerosos trabajos sociológicos, añade el estudio, han demostrado que la práctica religiosa periódica está asociada con la estabilidad en el matrimonio, mejora la satisfacción dentro de la pareja y alienta a los individuos a contraer matrimonio. Fagan explica también que la fe es una guía en momentos difíciles, facilitando la superación de conflictos, y alentando el mantenimiento de los compromisos. Por otra parte, Fagan destaca algo políticamente incorrecto: existen numerosos estudios que reflejan que la convivencia prematrimonial incrementa la probabilidad del divorcio. FAMILIA, MATERNIDAD Y PATERNIDAD Además, la participación religiosa estimula una relación paternal caracterizada por la autoridad, la bondad, el optimismo y la expresión de los sentimientos, señala Fagan. Aquellos padres que acuden a los oficios religiosos logran una mejor relación con sus hijos y se implican más en las actividades educativas de los mismos y al mismo tiempo una mayor implicación de los hijos en actividades religiosas se traduce en una mejor calidad de relación con los padres al compartir los mismos valores. CONCLUSIONES El autor concluye afirmando que independientemente de como se analicen los datos en la elaboración de sus estudios e independientemente del grupo social analizado (sin afiliación, protestantes, conservadores), la actividad religiosa beneficia a la unidad familiar tanto en la relación entre los cónyuges, como entre la que mantienen con las otras generaciones al reducir las tensiones que puedan generarse al encontrar refugio y guía en su fe y en el culto religioso.

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