Al menos 50 menores viven aislados por la comunidad religiosa Tabitha's Place en Francia

Tabitha's Place rechaza el uso de la medicina en nombre de una lectura fundamentalista de La Biblia; sus creyentes iniciales fueron estadounidenses, pero ya tienen presencia en varios países (España, Alemania, Reino Unido, Brasil y Argentina), con más de mil seguidores. En Francia, este grupo lleva 23 años instalada en un caserío de la localidad Sus-Navarrenx, en el Bearn. TABITHA'S PLACE, EN EL BEARN FRANCÉS Con el objetivo de investigar la situación de los menores pertenecientes a sectas, el Parlamento galo ha creado una comisión (Misión Interministerial de Lucha contra los Desvíos Sectarios) que se encargará de elaborar un estudio, para tomar, si lo consideran necesario, las medidas oportunas. Un grupo de diputados perteneciente a esa comisión ha visitado, por sorpresa, esta semana, la comunidad afincada en Sus-Navarrenx. Tras la visita, los diputados aseguraron al rotativo Le Parisien que medio centenar de menores viven "completamente separados del mundo" en Tabitha's Place, en el suroeste de Francia. "Los menores de Tabitha's Place son víctimas de la ideología de sus padres, que les imponen vivir como los primeros cristianos", señalaron. En palabras de los diputados, es un lugar donde los juguetes están prohibidos. Los miembros de esta secta creada en 1979, en EE.UU., viven en Francia fundamentalmente de la agricultura biológica y la fabricación de muebles de madera. Las relaciones sexuales están prohibidas antes del matrimonio y los avances médicos tampoco son bienvenidos. Para el secretario de la comisión de investigación parlamentaria sobre las sectas y los menores, el diputado comunista Jean-Pierre Brard, ésta es una fábrica de asociales. Esta no es la primera vez que hay problemas con Tabitha's Place en Francia, donde en 2001 los padres de un bebé de 19 meses fueron condenados a doce años de cárcel por haberle dejado morir al impedir que recibiese el tratamiento médico adecuado, contrario a las normas de la secta. Otros 19 miembros de esta "comunidad" fueron condenados a penas de cárcel sin cumplimiento ese mismo año, por negarse a escolarizar y a vacunar a sus hijos.