La capellanía evangélica militar cumple 4 años de actividad

Uno de los más recientes avances en el cumplimiento de los Acuerdos de Cooperación firmados por las confesiones evangélica, musulmana y judía con el Estado fue la creación de espacios de capellanía evangélica en el ámbito militar.

En septiembre se cumplió el cuarto aniversario de la Capellanía Evangélica Militar en Córdoba, que lleva a cabo el pastor Antonio Baena en la Base Militar Guzmán el Bueno X (Cerro Muriano) de Córdoba.

Para conmemorar el inicio de esta labor de capellanía, se han desarrollado diversos actos en la base militar, entre ellos entrega de Biblias, reuniones conmemorativas y una reunión con los mandos militares, actividades que han servido para poner en valor este servicio.

BUENA ACOGIDA

“Llevamos 4 años en los que hemos llevado adelante distintas iniciativas dentro de este campo que hasta entonces tenía un desarrollo nulo -recuerda Antonio Baena en conversación con Protestante Digital-. Hay otras bases, como Badajoz, Almería, el Goloso, donde también se están abriendo puertas. Gracias al Señor estamos ahí trabajando, sembrando la semilla en los corazones de muchos militares”.

En esta base, la capellanía ha sido muy bien acogida. Baena explica que hay una capilla donde puede asistir a los militares que lo soliciten, y se le han dado facilidades para realizar reuniones y entregar Biblias y otros materiales.

En estos cuatro años, Baena reconoce encontrar un panorama de hambre espiritual. “Entre los militares hay mucha necesidad. Más de la que me había imaginado. Es un círculo muy cerrado, y este es un ministerio muy delicado porque hay una jerarquía que respetar. Pero cuando hablas personalmente con los militares ves la necesidad que hay en sus corazones”, explica.

La actividad de capellán cuenta con el aval de Ferede y del Consejo Evangélico autonómico y provincial, así como con el apoyo de las iglesias locales. Antonio Baena reconoce que todavía el suyo es un ministerio poco conocido, pero que poco a poco más evangélicos “son conscientes de este campo de misión”.

OPORTUNIDADES

En la Base donde trabaja hay unos 5.000 efectivos, muchos que se desplazan a lugares de riesgo en misión. Considera Baena que la labor de los capellanes incluso se puede realizar en estos viajes. “Me gusta estar con los militares, orar con ellos, decirles que el Señor está con ellos en esas situaciones tan difíciles que se presentan… Eso marca un cambio en su manera de ver y entender la fe”, explica el capellán.

Finalmente, Antonio Baena considera que es importante “que los creyentes oren” para que este ámbito militar “se abra más al evangelio y muchas personas puedan conocer la gracia de Dios”.