El pastorado, un debate obligatorio para las iglesias en España

“Potencial para bien o para mal”, “tiempo de transformación” o “necesidad palpable de una reflexión”. Así se refieren los representantes de algunas de las principales facultades de teología de diferentes denominaciones españolas al momento que vive el llamado pastoral. 

Jonatán Soriano

BARCELONA · 30 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 09:00

En España hay un total de 3.233 ministros de culto registrados, según Ferede. / Ben White, Unsplash CC,
En España hay un total de 3.233 ministros de culto registrados, según Ferede. / Ben White, Unsplash CC

En España hay 3.233 ministros de culto evangélicos registrados, según Ferede. 2.728 son hombres y 505 mujeres. Resulta difícil hacer una comparativa con datos anteriores, advierten desde la federación. Quiénes sí llevan un registro de la evolución de sus alumnos a lo largo de los años son algunas de las principales escuelas y facultades de teología de las diferentes denominaciones con presencia en España y que han accedido a colaborar con Protestante Digital para este artículo. 

“Es un momento de mucho potencial tanto para bien como para mal. En el deber están las muchas iglesias que no tienen pastores. Además, está la confusión que parece muy extendida en cuanto al papel del pastor y las dudas sobre la necesidad del ministerio pastoral. En el pasado se tenía más claro que el cuidado pastoral del rebaño es, en primer lugar, llevar a las ovejas a buenos pastos”, asegura el director de la Escuela Evangélica de Teología de Fieide, Andrés Reid. 

Para el rector de la Facultad de Teología de Asambleas de Dios (FADE), Jesús Caramés, “hoy la iglesia es perfectamente consciente de la necesidad de formación bíblica”. 

Desde una visión más alertada, el presidente del colegio de pastores de UEBE, Modesto Palop, defiende que “la pastoral del futuro inmediato va a sufrir una transformación notable” por lo que considera como la presión de las cambiantes demandas de la sociedad. “Hay crisis en la pastoral”, añade. 

 

LOS ESTUDIOS TEOLÓGICOS: UNA PLATAFORMA EN AUGE

La evolución que han experimentado, por ejemplo, los centros formativos de FADE y Fieide reflejan un crecimiento progresivo. Si para el curso 2001-2002, la facultad de Asambleas de Dios tenía inscritos a 20 alumnos, en el 2012 alcanzaba los 53. “Ese reconocimiento al llamado bíblico, que trasciende a todos los tiempos, clamando por obreros, sigue estando hoy más vivo que nunca. Paralelamente al crecimiento de la iglesia en nuestro país, se está desarrollando un interés manifiesto en más personas por aceptar esta responsabilidad del llamado divino”, dice Caramés. 

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En el caso de la Escuela Evangélica de Teología, se ha pasado de 12 estudiantes en el trimestre de otoño del año 2005 a 53 en el presente. “Nunca antes hemos tenido tantos recursos para formar a nuevos pastores. Tenemos más libros, más páginas web y más conferencias que nunca antes. Y podemos añadir otros factores como la facilidad para desplazarnos y comunicarnos”, señala Reid. 

Dos modelos de formación teológica y pastoral de crecimiento parecido pero de diferentes formatos. La facultad de FADE ofrece formación presencial y a distancia para estudiantes de perfiles que se inician en el ministerio. “Se lanzan a la aventura de cuatro años de formación bíblico-teológica con el propósito de la capacitación ministerial para tomar responsabilidades en la iglesia como ministros de culto en el sentido amplio del término, como misioneros, pastores o capellanes”, dice el rector del centro. “Nunca en el marco de nuestra denominación se han dado cifras como las actuales, superando más de quinientos alumnos en cada período académico”, añade. 

 

Evolución del alumnado de la Escuela Evangélica de Teología de Fieide desde 2005 hasta la actualidad. / Fieide

A menor escala y trabajando con perfiles más consolidados en el ámbito ministerial y pastoral, la escuela de Fieide utiliza un sistema íntegramente digital y a distancia. “La Escuela Evangélica de Teología existe para complementar la labor de los principales seminarios presenciales. Trabajamos con el mismo rigor académico pero a distancia usando una plataforma en la web. Por su formato nuestra formación es lo suficientemente flexible para adaptarse a multitud de situaciones laborales y eclesiales. Por ello a diferencia de los seminarios presenciales, a los que suelen acudir estudiantes queriendo investigar sus dones y sus posibilidades de ministerios futuros, en la EET la gran mayoría de nuestros estudiantes ya vienen muy involucrados en diversos ministerios”, explica el director del centro.

 

MUCHOS ESTUDIANTES, POCOS PASTORES

De los 53 alumnos que cursan estudios ahora mismo en la Escuela Evangélica de Teología, 18 son “ancianos o pastores”. “A estos yo añadiría cinco más que expresan posible vocación pastoral”, afirma Reid. Una cifra que no alcanza a la mitad de los estudiantes inscritos. 

“Si no se entiende la importancia y la complejidad del pastorado no se valorará la necesidad de una formación rigurosa para esta labor y tampoco se invertirá económicamente en el sostenimiento del ministerio pastoral. Parece que cada vez es más difícil encontrar a jóvenes que sientan el llamado al ministerio pastoral y también es más difícil encontrar las demandas ministeriales por más de unos años”, consideran desde la escuela de Fieide. 

En la facultad de FADE las cifras de estudiantes que después se dedican al pastorado son menores. Entre los egresados de los últimos dos cursos, un total de 21, tan sólo una persona se dedica al ministerio pastoral y lo hace en otra denominación. Si se amplía la referencia a los últimos diez años académicos, el porcentaje de alumnos que acaban ejerciendo el pastorado tanto dentro como de la denominación como fuera es del 29%. Otro dato a tener en cuenta es que hubo más personas que acabaron después sirviendo como ministros de culto entre los 14 alumnos de la promoción de 1971-1975, ocho en total, que en la de 2006-2010, seis de treinta y tres. 

A pesar de los datos, el rector cree que “no podemos ser ajenos a la realidad que antaño vivió la iglesia en nuestro país, que ante el crecimiento de las congregaciones y sin ministros formados, el perfil de algunos pastores carecía de la formación bíblica esperada, aunque compensada con una entrega y devoción ejemplares”. “Hoy, la iglesia es perfectamente consciente de la necesidad de la formación bíblica, de ser capaces de mantener ese equilibrio especial de que la predicación, sin teología, está ciega, como la teología sin predicación, vacía”, remarca. 

Visión antagónica a la que se tiene desde UEBE, donde defienden que “las iglesias están pasando por una crisis de liderazgo, falta de compromiso y sentido de pertenencia”. “Las iglesias se están convirtiendo en centros de consumo donde cada uno viene, recibe y se va hasta el próximo domingo”, considera Palop, que ve en la figura de la nueva membresía un futuro impuesto. “El perfil de miembro está cambiando mucho. Con este nuevo perfil, en un futuro inmediato veo inviable que una iglesia asuma la responsabilidad de sostener a un obrero a tiempo completo, no porque no se crea en ello, sino por la falta de enseñanza en cuanto a la mayordomía y la falta de pertenencia a la familia de Dios”, añade. 

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