“Hay que desmontar mitos y tratar qué es la pedofilia”
Nace el Fórum en la prevención del abuso sexual infantil para aportar visión y recursos ante esta realidad. Entrevistamos a su organizadora, la psicóloga Silvia Villares.
VALENCIA · 16 DE ABRIL DE 2018 · 17:16
La desdemonización del abuso sexual es terreno complicado y del que apenas se ha oído hablar. Especialmente en los últimos meses, en los que el movimiento-hashtag #metoo ha llenado las redes sociales con cientos de denuncias de casos, sobre todo por parte de mujeres, comenzando por Hollywood y popularizándose después. Precisamente, ante una realidad tan publicada últimamente pero, al mismo tiempo, tan desconocida, aparece el I Fórum de Prevención del Abuso Sexual Infantil, detrás del cual se encuentra la psicóloga experta en terapia de conducta y presidenta la Asociación de Intervención Social, Silvia Villares, y que se celebrará en Castellón de la Plana el próximo 28 de abril.
Según explica Villares, la jornada se estructura alrededor de dos aspectos fundamentales; la formación de padres, educadores y menores ante esta situación, que irá a cargo del presidente de la Alianza Evangélica Española y ex-director de un centro menores de la Xunta de Galicia, Marcos Zapata, y cómo desarrollar un terapia con las personas que han cometido un abuso sexual, por la misma psicóloga. “Un tercio de los pedófilos considera que, a día de hoy, un profesional no podría ayudarles. De hecho, no existen muchos profesionales especializados y que además quieran trabajar con este tipos de desviaciones sexuales”, asegura Villares, que observa en esto hecho una causa de que muchos abusadores permanezcan aislados.
El programa lo completan las intervenciones de Rubén Sanchidrian, jefe de Policía Judicial de la Guardia Civil, sobre el superior interés del menor en la Policía Judicial, y Carlos García, jefe de la sección de menores de la unidad de recepción de la vicepresidencia y la consejería de Igualdad y Políticas inclusivas de la Generalitat valenciana, sobre las actuaciones de esta institución en el maltrato a la infancia.
Pregunta: ¿Por qué este fórum?
Respuesta: A lo largo de los años que llevo trabajando he tenido la oportunidad de que personas busquen mi ayuda. Personas que han sido tanto víctima de abusos sexuales como también personas que han agredido sexualmente. Hubo una colaboración con otro profesional, a la hora de trabajar en este ámbito, donde había un menor que sufrió una agresión sexual y un agresor que valientemente quiso reconocer lo que había hecho y buscar ayuda. Y de ese trabajo conjunto es que surgió esta idea, porque entendimos que en muchos aspectos había un vacío de información, de educación, de recursos y, en algo tan importante como es la protección al menor, siempre son pocos los esfuerzos.
P: Miras hacia los modelos de Alemania y Canadá. ¿Hasta qué punto la educación puede ayudar a prevenir la realidad del abuso sexual a menores?
R: Necesitamos formarnos, tomar conciencia, darnos cuenta de lo importante que es saber cómo abordar, prevenir y afrontar el abuso sexual infantil. Pero también, por otro lado, me di cuenta de que necesitábamos trabajar y mirar hacia el agresor sexual. Por eso, llegó un momento en que decidí investigar qué se estaba haciendo en otros países, concretamente hacia los agresores sexuales en relación a la pedofilia, y encontré que en países como Alemania, que es el que tenemos más cerca, desde el año 2005 un equipo de psicólogos, financiados por la Fundación Volkswagen y por ayudas estatales, había desarrollado un programa con personas cuya orientación sexual es la atracción por los niños. De alguna manera, la importancia de lo que ellos han ido viendo en su trabajo durante estos años es que, cuando a los agresores se les atrae con programas donde queda reservado su anonimato y donde se les ofrece ayuda de manera gratuita, éstos acuden voluntariamente. Entonces, la mejor prevención es trabajar con el agresor. Con aquellas personas que necesitan autocontrol en sus impulsos sexuales. Realmente hay mucho desconocimiento y muchos mitos porque, en cierta forma, la agresión sexual a menores es uno de los delitos que más repulsión puede generar en la sociedad ahora mismo. Por eso, todo lo que podamos aprender de otros países y de los resultados que van obteniendo es un reto. De ahí que en este fórum haya dos ejes principales. Uno enfocado en todos los recursos para poder prevenir, educar y generar ideas para educadores y padres en la prevención y detección, y el otro orientado al entendimiento de qué es la pedofilia y por qué son importantes estos programas donde poder enseñar a controlar las conductas.
P: Pero lo habitual es demonizar al agresor.
R: Una de las cosas que ha trabajado Alemania son campañas donde, a través de los distintos medios de comunicación, se enseña a que, aunque haya una atracción por el niño, no necesariamente todos los pedófilos van a abusar. Hay muchos pedófilos que nunca llegarán a hacerlo. De hecho, abusar de un niño implica muchos otros motivos y no únicamente ser un pedófilo. Hay que desmontar mitos y hablar de qué es la pedofilia. Precisamente, para ir rompiendo esa estigmatización, la propia persona que siente ese tipo de atracción sexual tiene un concepto de sí misma mucho más negativo y esto le provoca un mayor deterioro psicológico y que la probabilidad de cometer un abuso aumente. Por lo tanto, es necesario entender qué es la pedofilia y que no todo el que abusa de un niño es un pedófilo. Es clave saber que el pedófilo siente un malestar por su atracción sexual.
Hay varias teorías sobre el origen de la pedofilia. La más extendida a día de hoy en la comunidad científica es aquella que dice que el pedófilo nace. Es decir, que hay un ‘cableado’ cerebral diferente. Hay personas, como James Canton, que han estudiado muchos cerebros de pedófilos y han visto que hay una alteración, lo que implica que cuando ven a un niño sientan una mayor atracción sexual por la figura infantil, en lugar de un sentimiento de crianza. Esto abre una línea interesante de investigación e intervención, en cuanto a que si hay personas que ya nacen con esta orientación, hay que enseñarlas, educarlas y darles herramientas de autocontrol para que entiendan qué es lo que les pasa y, al mismo tiempo, les permita no agredir. Una de las cosas que se enseña en los programas alemanes es que ellos no son responsables de su orientación sexual pero sí de agredir no agredir. Algunos eslóganes vienen a decir que tus fantasías no se conviertan en crímenes. Por lo tanto, a día de hoy, las terapias van dirigidas a desarrollar herramientas psicológicas para trabajar la empatía y entender cómo afecta esto a los menores para ayudarles a cambiar sus ideas erróneas, ofrecerles estrategia de autocontrol y, en definitiva, ayudarles a que tengan una vida lo más saludable posible porque eso prevendrá las agresiones. Aunque también hay controversia con las terapias farmacológicas que se están aplicando a estas personas. En cualquier caso, las investigaciones en Alemania dicen que, cuando se les abre un canal de ayuda, esas personas acuden y que las terapias que se realizan con ellos pueden ayudar a prevenir el abuso sexual. Sólo por eso ya merece la pena mirar hacia el agresor.
P: ¿Funciona?
R: Hay datos sobre cuántas de las personas que han acudido a estos programas se mantienen estables. Hay números significativos de personas que, una vez acuden a los programas, después realizan seguimientos para controlarse. En mi experiencia profesional a lo largo de estos años, he trabajado con algunas personas que han agredido sexualmente. Cuando las personas acuden es porque no quieren hacer esto. Pero, al menos, un tercio de los pedófilos considera que, a día de hoy, un profesional no podría ayudarles. De hecho, no existen muchos profesionales especializados y que además quieran trabajar con este tipos de desviaciones sexuales. El gran desconocimiento y la falta de recursos que hay provoca que muchas personas permanezcan aisladas. Cuando se investiga un poco el tema se puede encontrar que, por ejemplo, en Estados Unidos existen páginas llamadas ‘pedófilos virtuosos’ y que agrupan a aquellas personas que comparten una atracción por los menores pero que no quieren abusar de ellos. Y encuentran apoyo entre ellos, creando un lugar donde poder hablar de algo que les hace sentirse diferentes. Hay que separar la pederastia, como el abuso sexual de cualquier persona, de lo que es la pedofilia porque hay muchos motivos por los que muchas personas que no son pedófilas acaban abusando. No estamos hablando de ese perfil de personas, sino de aquellas que sí sienten esta orientación sexual, que sobre todo aparece durante la adolescencia, y del hecho de que también tenemos la responsabilidad de aprender a identificar las señales.
- Rachael Denhollander fue la primera víctima de abusos sexuales en denunciar públicamente al ex-médico de la selección estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, y aseguró que a causa de ello había perdido su iglesia. ¿Qué hay de la iglesia en todo esto?
R: Me han llegado casos en nuestro contexto evangélico y creo que nadie tendría que rasgarse las vestiduras ni alarmarse. Nuestras iglesias son representaciones de la sociedad en todos los aspectos y en todo lo que pasa en ella, y somos personas. De alguna forma, creo que debemos enfocarnos no en sentirnos avergonzados o alarmarnos, sino en cómo potenciar el trabajo, la toma de conciencia, los programas educativos y, sobre todo, protocolos de actuación en las comunidades. Esto es fundamental porque es muy triste cuando llega una persona de una iglesia, sea líder o no, y confiesa no saber qué hacer ante una situación así. Hay una responsabilidad social y, si esto se encubre, las repercusiones no sólo van a ser para una iglesia sino para el conjunto colectivo de todas las iglesias. Por lo tanto, creo que des de las federaciones y asociaciones de iglesias tenemos que aproximarnos y tomar conciencia de la importancia de hablar de ello y de tener estos protocolos para cuando surjan estos tipos de casos.
Colaboro con una abogada criminalista que me ayuda mucho y, hace poco, nos ayudó a asesorar en un caso y a dar los pasos correctos para ver qué se tiene que hacer, porque estas situaciones no pueden quedar impunes. No podemos hacer ver que no ha pasado nada por nuestro prestigio o por no tener protocolos de actuación ni información, sino que es fundamental dar los pasos oportunos a partir de ahí. De hecho, la ley de enjuiciamiento criminal nos obliga a los psicólogos, no a los ministros de culto ni a los abogados, a tener que informar cuando ha habido algún delito o hay algún peligro patente de que lo haya. Esto es un escollo para nosotros porque en Alemania, por ejemplo, no sucede y, por lo tanto, dificulta la confianza de las personas a las que atendemos.
A día de hoy sigo trabajando con esta persona que muy valientemente decidió aceptar ayuda. También está el aspecto espiritual, con otro responsable. Y todo esto creo que ayuda a saber canalizar y da una oportunidad para que no hayan otros niños abusados y para que esta persona no acabe arruinando su vida. Es necesario llevarlo con suma prudencia y delicadeza, dando pasos hacia adelante y no generando un alarmismo social en la iglesia. Entiendo que es necesaria toda una formación y un análisis de los responsables y líderes de iglesia para poder abordar en el futuro esta realidad de la que, como parte de la sociedad, también somos responsables y podemos aportar mucho en la prevención comenzando desde nuestros propios núcleos.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - “Hay que desmontar mitos y tratar qué es la pedofilia”