“La historia oficial nos ha privado de conocer el rico mundo protestante”

En su novena edición, Protestante Digital ha concedido el premio ‘Unamuno amigo de los protestantes’ al pintor Miguel Elías, distintivo con el que se pone en relieve su apoyo “altruista, continuo y de enorme calidad a la obra social y cultural evangélica”, decía este medio al anunciar la concesión.

Será el próximo sábado 21 de marzo, a las 12 del mediodía, cuando Miguel Elías reciba el premio, en un acto público en la Casa-Museo Unamuno de la Universidad de Salamanca.

Elías, pintor de amplia trayectoria y también profesor de Artes plásticas en la Universidad de Salamanca, concedió una entrevista a Protestante Digital, en la que hizo un repaso sobre su trayectoria, su relación con el protestantismo, y su sintonía con Miguel de Unamuno en el ámbito personal, espiritual y artístico.

PASIÓN POR LA PINTURA

Cuenta Miguel Elías que su pasión por la pintura “comenzó en la niñez. Siempre he querido ser pintor”, dice. “No concibo la vida de otra manera. Mi familia, mi casa, mi vida, ha girado en torno a la pintura, por lo que no hay una dicotomía” dado que vida y profesión van entrelazadas.

Elías nació en Alicante, pero su residencia actual está en Salamanca, ciudad con la que siente una sintonía especial. Ya a los once años le conceden una beca para estudiar Artes en esta ciudad, donde hoy es profesor y donde también se ha establecido con su esposa e hijos.

“Por eso el premio me ha hecho una ilusión especial, porque desde que he llegado a Salamanca, Unamuno es una referencia intelectual y artística”, explica el pintor.

AFECTUOSA RELACIÓN CON EVANGÉLICOS

A través de esos lazos de amistad, Miguel Elías comienza a colaborar con su arte. Cuadros e ilustraciones suyas han sido galardones muy estimados en diversos actos en el ámbito evangélico de Salamanca y también de toda la geografía española.

Así lo explicaba Protestante Digital, medio que concede este premio desde hace nueve años. Elías es “un mecenas artístico de la obra social y cultural del pueblo evangélico en España”, comenta Pedro Tarquis, director de la publicación.

“Sois excesivamente generosos”, dice Miguel Elías en respuesta a estas palabras. “No he pensado en esta generosidad. En el fondo es un compartir la amistad, y entre ellas está esa: compartir lo que uno sabe hacer. Sé pintar”, dice el galardonado.

UNA RIQUEZA SILENCIADA

“Es curioso porque uno ya se sitúa en un plano diferente y empieza a cuestionarse cosas que convencionalmente le habían vendido y que no son ciertas. Se da cuenta que hay otro mundo, toda una serie de cosas no contadas. Cosas que parece que nuestra sociedad le interesa que sean invisibles, pero que han hecho la historia, sobre todo la historia espiritual de nuestro país. Esto es enriquecedor y le sirve a uno para crear”, afirma el pintor.

Miguel Elías considera que tanto en lo poético como en lo intelectual ha tenido una “inclinación muy espiritual”. Es “enriquecedor” conocer otros puntos de vista, porque te lleva “incluso a descubrir la intrahistoria que está detrás de la historia oficial”.

BÚSQUEDA ESPIRITUAL

Siempre generoso, su obra también ha tenido presencia en otros ámbitos culturales y religiosos. “Me sitúo en los dos extremos: he tenido encargos por personas vinculadas a la Semana Santa católica, y he tenido también relación con personas relevantes del protestantismo. Uno llega a la conclusión de que estos extremos al final se tocan. No son tan diferentes. Los une el vínculo espiritual de búsqueda que el hombre lo ha tenido desde el principio de los tiempos. Entonces se vuelve más rica la perspectiva”, expresa Elías, para quien el arte es “una solución de problemas”.

AGRADECIDOS

Algo que Elías destaca de la comunidad protestante es que siempre ha encontrado “una respuesta positiva y agradecida” a su labor. “Lo hago porque lo quiero hacer, me den o no me den. Ese querer hacerlo conlleva muchísimas cosas. Ahí me siento muy arropado por la comunidad protestante”, dice el pintor.

El acto de entrega del premio será en un lugar con un profundo significado para Miguel Elías: la casa-museo de don Miguel de Unamuno. “Estoy contento por dos cosas – concluye en la entrevista-. Primero, por quienes lo recibieron con anterioridad. Me sitúa dentro de ese pensamiento, de una forma de ver la vida. Y, en segundo lugar, porque lleva el marchamo de Unamuno y para mí significa muchísimo. Unamuno es importante para mí, y me siento cada vez más identificado con él. La vida me ha permitido vivir cosas parecidas, como ser profesor como él y proyectarme desde Salamanca, como también supo hacer”.

El premio se entregará el próximo sábado 21 de marzo, a las 12 h. en la Casa-Museo Unamuno, en la Universidad de Salamanca.