Documento evangélico ante la reforma de la Ley del aborto

Tres entidades evangélicas españolas han unido su voz para realizar una valoración sobre el “Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y los derechos de la mujer embarazada”, conocida más habitualmente como la reforma de la ley del aborto, que ha propuesto el Gobierno y cuyo texto llegará en los próximos meses al debate en el Congreso de diputados. La Alianza Evangélica Española, la Unión Médica Evangélica y Enfermería Cristiana de España suscriben un documento (disponible en PDF en descarga) en el que se analiza el Anteproyecto, considerando sus “aspectos positivos” y “negativos o mejorables”, aunque globalmente se valora “de forma positiva” porque “lo consideramos mucho más acorde con los principios de defensa de la vida y los derechos del ser no nato que la vigente Ley”. “Como cristianos evangélicos reiteramos nuestro compromiso con el respeto, la protección y ayuda a la vida humana en todo momento dado su valor y dignidad intrínsecos”, matizan a continuación. Según pudo confirmar Protestante Digital, este análisis llegará a manos del Gobierno a través de la interlocutora del Partido Popular con los evangélicos, Elisabet Rodríguez de Castro, para ser incluido como documento de referencia en sus consultas, junto a los que se han solicitado a diversos grupos sociales de relevancia en torno a este tema. En el análisis del Anteproyecto, estas entidades evangélicas encuentran “diferencias sustanciales” con respecto a la ley vigente, aprobada por el ejecutivo de Rodríguez Zapatero y conocido como la 'ley de plazos', cuya derogación se prevé en el texto ahora propuesto por el actual Ministerio de Justicia. “El Anteproyecto –explica el documento- realiza aportaciones positivas importantes de las que carecían las leyes anteriores”, pero a la vez es incompleto porque “hace un planteamiento de la interrupción del embarazo más enfocado en la sanción de las conductas que no se ajusten a él, que en la búsqueda de soluciones al problema de salud, social y ético que en realidad es el aborto”. ASPECTOS POSITIVOS Entre los aspectos positivos se destacan cinco puntos. En primer lugar se considera “importante” que la legislación propuesta proteja “tanto a la mujer gestante como al embrión” por lo que entienden que una ley formulada “en términos de indicaciones (supuestos) y no de plazos protege mejor todos los derechos que están en juego”. Además, se valora de forma muy positiva que en el Anteproyecto se dé valor a la figura de los padres de las mujeres menores de edad que piensen en la posibilidad de practicar un aborto, de manera “que puedan contar con el apoyo de su familia en un momento tan difícil como puede ser un embarazo adolescente no deseado”. Se considera asimismo adecuada “la posibilidad de que, con el consentimiento de la mujer, el otro progenitor pueda participar en el proceso de toma de decisiones”. Este aspecto, sin embargo, podría mejorarse, dicen las entidades evangélicas firmantes. “Es necesario que en la misma línea se incorporen medidas que corresponsabilicen al padre en el sostenimiento posterior del hijo desde todos los puntos de vista”, afirma el tercer punto del documento, añadiendo que “la legislación vigente tiende a cargar todo el peso del sostenimiento, la educación y apoyo de los hijos sobre la mujer, dejando al hombre en una situación de ausencia de responsabilidad en la práctica”. Las entidades evangélicas mencionadas valoran además de forma positiva el aporte informativo “exhaustivo” sobre “la realidad del embrión y su identidad diferenciada de la madre, los riesgos y consecuencias del aborto para la salud física y psicológica de la mujer, así como de todas las ayudas que están a disposición de la embarazada en caso de continuar con la gestación”. Con respecto a esta necesidad informativa, el documento pide garantizar “la objetividad de la información que se proporcione”, de forma que “la expresión de la voluntad de la mujer sea el resultado de una reflexión sustentada en un conocimiento y comprensión lo más completa posible de la situación”. En quinto lugar, el documento ve positiva la regulación de objeción de conciencia hacia el colectivo sanitario previsto en el Anteproyecto. “Apreciamos el reconocimiento al derecho a la objeción de conciencia extensible a todos los profesionales sanitarios que pueden participar en un aborto voluntario”, aunque matiza que sería “deseable” que se articulasen “fórmulas que permitan a las instituciones y entidades privadas rechazar en su seno la práctica de interrupciones voluntarias del embarazo de acuerdo a su código de empresa”. MEJORAR POLÍTICAS DE PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN SEXUAL El documento finaliza con cinco recomendaciones que, en opinión de las entidades evangélicas firmantes, mejorarían el texto del Anteproyecto. En primer lugar – y continuando con el cuarto punto expresado anteriormente – inciden en que la “información sobre los riesgos del aborto así como de todas las ayudas que están a disposición de la embarazada” no está garantizada en el texto. Por ello recomiendan “incorporar unas líneas básicas que establezcan los cauces y contenidos por los que debe discurrir la información proporcionada”. Para garantizar la “objetividad informativa” expresan que deben incorporarse “ONG, asociaciones, y entidades que puedan asesorar, acompañar y ayudar a la mujer en el proceso de toma de decisiones y que sean elegidas por ella, tal y como sucede en países de nuestro entorno”. El Anteproyecto “no resuelve bien” el hecho de que el aborto “nunca puede ser un método anticonceptivo de último recurso”, expresa el comunicado. “La completa derogación de la ley vigente deja en el aire la adopción de medidas realmente eficaces para ayudar a las mujeres y hombres españoles, especialmente los más jóvenes, a vivir su sexualidad de una manera responsable, sana y que permita su completo desarrollo como persona”. “El aborto es la evidencia de un fracaso en las políticas de educación afectivo-sexual y de las campañas de prevención de embarazos no deseados”, expresa el documento, recurriendo a la elevada cifra de abortos practicados en España en 2011, de los que casi el 90 por ciento (105.966) se realizaron bajo el supuesto de aborto libre y a petición de la mujer. Se insiste por ello en que hay que enfatizar políticas de prevención y educaciónque incluyan “enseñanza sobre autoestima, relaciones saludables, libertad para retrasar la actividad sexual evitando la presión de compañeros, información sobre la contracepción y toma en consideración de consecuencias y responsabilidades”. ADOPCIÓN COMO ALTERNATIVA Se echa además en falta que el Anteproyecto, al igual que la normativa vigente, no se proporcione información “sobre alternativas al aborto, más allá de continuar la gestación y hacerse cargo del hijo”. “La adopción -dice el documento- puede ser una alternativa responsable al aborto y por ello se hace preciso realizar cambios en nuestras leyes que permita tal posibilidad, de manera que, garantizando la seguridad y el bienestar de los niños, se dé no sólo una salida a la mujer que no puede hacerse cargo del hijo sino, también, a muchísimas parejas que anhelan adoptar un hijo”. FALTA DE APOYO A LAS MADRES Se solicita enfáticamente que “las ayudas que se ofertan a mujeres embarazadas que deciden continuar con su gestación” sean mejoradas. “Es imprescindible”, dicen las entidades firmantes, “revisar la cuantías, tipos y procedimientos de solicitud de las mismas, especialmente cuando existen malformaciones o anomalías genéticas fetales que produzcan discapacidades que, siendo compatibles con la vida, y no estando entre los supuestos despenalizados, pueden poner a la mujer en una situación que suponga una sobrecarga añadida” una vez que el niño nazca, “incluso con riesgo de exclusión social”. FALTA UN DEBATE SOCIAL “RESPONSABLE” El texto incide en el problema de la politización del debate sobre el aborto, lo que no permite “un claro debate conceptual” sobre un tema “en el cual posiblemente hay más coincidencias de lo que permite ver el apasionamiento de algunas posturas”. Finalmente, Alianza Evangélica, Unión Médica Evangélica y Enfermería Cristiana expresan el deseo de que el debate social desvincule “la asociación entre liberalidad hacia el aborto y progresismo”, que tachan de “falsa”. “Hay que atreverse a cuestionar lo que se nos presenta como obvio” y “disociar la defensa del no nacido de las connotaciones de conservadurismo ideológico”. Anima a que la sociedad decida sobre un modelo de Ley “desde la responsabilidad y el respeto del ser humano y no desde un concepto erróneo de 'inevitable progreso' ni por le simple criterio de que quien tiene la mayoría electoral decide”. En el preámbulo se lamenta que “una vez más falte el mínimo consenso político en una cuestión que toca tan diversas sensibilidades y que tan importantes derechos y bienes jurídicos protege. El ordenamiento jurídico debe aspirar a encarnar valores compartidos si quiere aproximarse al ideal de justicia y para ello se requiere más que una mayoría parlamentaria; es precisa la negociación, el encuentro, el acuerdo que garantice la protección que la norma persigue de forma estable y lo más permanente posible. Los cristianos evangélicos nos ofrecemos para ayudar a construir ese consenso”. SINGULARIDAD HUMANA DE CADA EMBRIÓN El soporte ético al que hace referencia el documento nos lleva a la declaración de las Jornadas de Bioética y Asistencia Hospitalaria celebradas en mayo de 2011, donde AEE y UME expresaron su “convicción” de que “existe la presencia -en esencia y potencia- de un ser humano desde el momento de la concepción. El embrión más pequeño posee ya el mismo código genético completo que el adulto nacido. Por ello, creemos en el carácter único e irrepetible, de cada ser humano desde el momento de la concepción hasta la muerte”. Es esta “singularidad genética” la que “le hace digno de protección al margen de cuestiones religiosas o ideológicas”. EL DEBATE SOBRE DERECHOS Entrando en el debate conceptual, el documento afirma que “el derecho a decidir, como cualquier otro, no es absoluto, sino que se da en un marco social en el que conviven otros derechos o bienes que también merecen protección y que necesariamente han de hacerse compatibles, como sucede en el aborto voluntario”. Por ello, las entidades firmantes entienden que “la decisión de someterse a un aborto voluntario es siempre difícil, y de la necesidad de contar con una regulación que, en la medida de lo posible, resuelva la colisión entre la libertad de decidir de la mujer y la protección del embrión como ser humano”. En esta línea, se considera que la legislación de la interrupción voluntaria del embarazo “más que un derecho es la señal de un problema o de un fracaso; un problema cuando aparecen circunstancias médicas que pueden abocar a la mujer que desea gestar un hijo a interrumpir su embarazo porque su vida corre un grave riesgo o porque se dan otros problemas en el feto; un fracaso de las políticas sociales y laborales, de educación afectivo-sexual y de las campañas de prevención de embarazos indeseados”. Más información: Documento completo en PDF Documentos de referencia sobre el aborto: Comunicado de la Alianza Evangélica Española sobre la reforma de Ley del aborto en 2008| Comunicado final III Jornadas de Bioética y Asistencia Hopitalaria Ministerio de Justicia: Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los derechos de la mujer embarazada Página web de:Alianza Evangélica Española| Unión Médica Evangélica| Grupo de Enfermería Cristiana de España