De Krypton a Belén: paralelismos mesiánicos entre Supermán y Jesús, según J. de Segovia

El teólogo y crítico José De Segovia ha escrito recientemente un artículo en Protestante Digital sobre la figura de Supermán, de gran actualidad tras la subasta de un cómic protagonizado por el superhéroe que alcanzó a venderse por la cantidad de un millón de dólares. En su artículo, reconoce la influencia judeocristiana en la creación del personaje y varias coincidencias con la historia de Jesús, que también ha tratado en una entrevista para emision.net.

MADRID · 08 DE MARZO DE 2010 · 23:00

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En la entrevistaJosé De Segovia destaca la autoría judía, cuando en los años 30 sale el primer cómic, y su evolución que refleja el desarrollo «mesiánico» del personaje en muchos aspectos. «Cualquiera que conozca la historia -afirma- verá que los referentes míticos son muy cercanos a lo que entendemos como la esperanza mesiánica». José De Segovia destaca que se trata de «un enviado que trae la liberación», y en el caso de Supermán, se entiende mejor al conocer que sus autores eran judíos que habían vivido la represión nazi. «La figura del hombre de acero que viene a traer justicia» se nutre, por tanto de «un trasfondo» social y cultural muy concreto. En el comienzo de la historia, se presenta a Supermán como «un enviado» por Yorel, el padre del héroe. Éste afirma «que siempre estará con su hijo, en una declaración que recuerda mucho a las palabras del Evangelio de Juan», explica De Segovia. Además, «como Cristo, Supermán viene con una doble naturaleza: una prodigiosa, oculta, dentro de una realidad humana bastante modesta». Este «mesías de Krypton», como le identifica José De Segovia, enfrenta al mal y defiende a aquellos más desfavorecidos, que eran muchos en la época en la que nace el personaje. Una situación de crisis económica que en algunos aspectos recuerda al estado actual de la sociedad. «Supermán está como a favor de los oprimidos, para ayudar cumpliendo ideales de justicia, algo parecido a los principios de Roosevelt». Luego, el personaje «va evolucionando hasta convertirse en un prototipo conservador», estableciéndose como una figura «de la clase media americana». No es sorprendente, por lo tanto, que en esta época el cine quiera recuperar la historia desde su origen. Así, la película dirigida por Bryan Singer hace cuatro años enfatiza este modelo «mesiánico». «Singer ha reafirmado muchísimo el aspecto religioso de la historia», de modo que la película podría considerarse «casi un panfleto». Para el crítico de El País Javier Ocaña, era «una película de Jesucristo». Por eso, José De Segovia insiste en la visión actual del héroe. «Como ocurre con otros superhéroes, es alguien que el mundo rechaza», como si fueran «incomprendidos de su propia época», explica el crítico de Protestante Digital. «Supermán tiene esta conciencia mesiánica y un sentido de propósito al que no puede renunciar». DIFERENCIAS MARCADAS Por otra parte, José De Segovia insiste en la limitada visión de Jesús que puede ofrecer un superhéroe. «Las diferencias son notorias», explica. Supermán «es enviado escapando de una destrucción de su planeta, algo que encauza con la mitología, no con la Biblia». En cambio, Jesús no huye de alguna situación, sino que es enviado por el Padre con un propósito. Además «no es un Padre que muere, sino que sigue viviendo con él en eterna relación». De modo que Jesús y el Padre viven «en una comunión real y vital». Por otra parte, Jesús no vivió una doble vida, ocultando su identidad. «Jesús vive con completa naturalidad su deidad y humanidad», de forma que «hace los milagros abiertamente, mostrando su identificación con el hombre y haciendo este acto prodigioso de su poder». Además, la historia de Supermán podría mostrar la necesidad del sacrificio para salvar a otros. Pero el sacrificio de Cristo «es inigualable por el significado eterno» que posee, explica el teólogo. La Biblia explica además que es suficiente y que Cristo, además, resucita. Por tanto, en la historia de Supermán no se encuentra «el mensaje de esperanza de Jesús, ya que Él es el primero de muchos, pero hay una continuidad entre él y nosotros». De Segovia reconoce que «necesitamos un salvador y un Padre que lo da todo por nosotros». «Necesitamos ser salvados», en un mundo «cansado de proyectos» que nos llevan a «vivir en una oscuridad». Por eso, siguiendo el relato de Isaías, De Segovia arguye que «vivimos en una oscuridad, y tenemos que encontrar una salida. O bien se reconoce, y buscas esa luz, o bien te quedas sosteniéndote y apoyándote en tu propia luz (…) en nuestra propia visión de las cosas. Su final lleva a la tumba misma». Por eso necesitamos el contraste de la otra luz, «en la que se puede confiar porque puede uno apoyarse en ella». Y la luz proviene de «un mesías, Cristo Jesús» en quien «tenemos las esperanzas de que no nos abandonará». MÁS INFORMACIÓN Puede escuchar aquí la entrevista de Daniel Oval a José de Segovia sobre “Superman, el mesías de Krypton”.

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