La Casa Real responde a la Alianza Evangélica sobre los funerales de Estado

La Casa Real ha respondido al comunicado que el pasado 29 de agosto emitió la Alianza Evangélica Española (AEE) en protesta por los funerales católicos de Estado, y que se había remitido también a la Casa Real española, junto a otras entidades.

MADRID · 28 DE SEPTIEMBRE DE 2008 · 22:00

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El pasado 29 de agosto, nueve días después del trágico accidente aéreo de Barajas, la Alianza Evangélica Española emitió un comunicado expresando su desacuerdo en que los funerales de Estado se celebraran en una iglesia católica por el rito católico y que no se tuviera en cuenta las diferentes sensibilidades de todas las familias implicadas, solicitando un funeral de Estado preferiblemente laico. El comunicado también recordaba que la Casa Real nunca había asistido a algún funeral de carácter protestante en otras ocasiones en que sucedieron desgracias similares. La AEE argumentaba que la Casa Real también era una institución representativa de todos los españoles y por esa misma razón debería tener en cuenta a las sensibilidades de todos los ciudadanos. Recientemente, sin relación con estos hechos, la Casa Real anunció que presidirá mediante los Príncipes de Asturias el “I Congreso Internacional sobre Reforma Protestante y Libertades en Europa”. Ahora ha respondido por escrito al correo de la AEE. El secretario general de la Alianza Evangélica, Jaume Llenas, ha explicado en una entrevista a eMision.net que el hecho de haber respondido explícitamente por escrito al comunicado es algo que “honra a la misma institución”. Llenas ha calificado esta respuesta de “muy importante”. “Esto nos hace sentir a todos que formamos parte de este Estado y que este Estado también se preocupa por nosotros ya que somos ciudadanos normales de un Estado normal” –ha dicho Llenas en la entrevista (audio, 6 Mb).
LA RESPUESTA DE LA CASA REAL La carta de la Casa Real recuerda que no está en sus funciones la organización de los funerales sino que se encargan de ello las autoridades políticas. Además también explica que la agenda de la Casa Real se configura en función de las recomendaciones indicadas por el Gobierno. “Son las autoridades políticas democráticamente escogidas las que deciden la forma y el momento así como la oportunidad de invitar la familia real a contar con su presencia” –dice la carta. La pregunta que Llenas plantea es: “Si son las autoridades políticas las que recomiendan a la Casa Real el presenciar determinados actos, ¿cómo es que hasta ahora no habían recomendado ninguno evangélico, ni en este ni en los anteriores Gobiernos?” “La normalización de relaciones es a donde tenemos que ir apuntando todos” –dice Llenas. El secretario de la AEE ha argumentado que en un Estado todos los colectivos deberían tener acceso a todas las instituciones para poder comunicarse con ellas y establecer vínculos de relación fluidos y estables. ¿NECESITAN EL AVAL DE LA CASA REAL LOS EVANGÉLICOS? El pueblo evangélico llega a ser tan diverso que incluso en cuestiones como la asistencia de la Casa Real a algunos de sus actos puede generar debate interno. Algunos creen que puede ser positiva y buena su asistencia, otros, sin embargo, consideran que no se debería hacer ningún tipo de esfuerzo en invitarla a ningún acto, ya que el Evangelio no precisa de apoyos institucionales. ¿Merece la pena un esfuerzo para que el protestantismo español sea reconocido mediante la presencia de la Casa Real en alguno de sus actos? “Cualquier institución representativa del conjunto de los españoles debiera reconocer las diferentes sensibilidades que existen en la ciudadanía” –explica Llenas- y en este sentido es un hecho de justicia social. Llenas también ha dicho que no se trata de que se necesite o no su presencia sino que se trata del reconocimiento de los propios derechos de uno. En este sentido se ha referido a la experiencia que tuvo el apóstol Pablo cuando en la ciudad de Filipos se le trató de forma desconsiderada y, violando todos los derechos civiles que le amparaban como ciudadano romano, le llevaron a la cárcel sin siquiera haberle juzgado previamente. En el momento de su liberación, y cuando le dijeron que ya podía salir de la cárcel, él se negó a salir hasta que se hiciera justicia en cómo se les había tratado. Llenas considera que Pablo no sólo consideraba sus propios derechos como ciudadano, sino que “de no haberlo hecho hubiera expuesto a la iglesia que quedaba en esa ciudad a ser una institución alegal o ilegal”. Por esta razón Jaume Llenas ha concluido que el reconocimiento del colectivo por parte de las instituciones “es un triunfo” para la causa del Evangelio y del testimonio. MULTIMEDIA Pueden escuchar aquí la entrevista de Esperanza Suárez a Jaume Llenas sobre la Carta de la Casa Real española a la Alianza Evangélica sobre los funerales católicos de Estado (audio, 6 Mb).

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