Las `tres religiones minoritarias´ critican que no haya avances reales en el diálogo con el Gobierno

Así se expresaron los portavoces de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, José María Baena; de la Federación de Comunidades Israelitas de España, Jacobo Israel; y los secretarios generales de la Comisión Islámica de España, Mansur Escudero y Riay Tatari. Con motivo de una mesa redonda organizada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el curso sobre la realidad religiosa española en la actualidad, los representantes de las principales confesiones 'con notorio arraigo' elogiaron la voluntad de diálogo del Gobierno, especialmente después de la etapa de Aznar en la que apenas existió interlocución entre ambas partes. Sin embargo, todos ellos coincidieron en afirmar que aún hacen falta avances en las conversaciones y, sobre todo, la aplicación de medidas concretas. Así, Mansur Escudero señaló que 'queda mucho por desarrollar' del acuerdo de cooperación que la confesión islámica mantiene con el Estado, ya que, añadió, desde 1996 'todo quedó bloqueado'. En similares términos se manifestó Tatary, para quien 'se sigue ignorando al Islam en los libros de texto' o poniendo dificultades para la construcción de mezquitas. 'Queremos formar parte de esta sociedad', sentenció. Tanto Escudero como Tatary, no obstante, alabaron la voluntad de diálogo del Gobierno y, por ello, confiaron en que 'más pronto que tarde' las ofertas que los musulmanes han lanzado al Ejecutivo para mejorar su situación den sus 'frutos'. Baena, Presidente de la FEREDE, incidió en lo 'difícil' que resulta 'comprender a las religiones minoritarias' en un país como España, en el que subyace aún la asociación 'ser español es ser católico'. Por esta razón, hizo hincapié en que las religiones distintas a la católica han vivido durante mucho tiempo 'en un vacío', de modo que todavía cuesta trabajo que 'se nos acepte'. La solución a tales circunstancias consiste, dijo, en lograr 'la neutralidad del Estado', es decir, en que ningún credo reciba 'un trato discriminatorio' y pueda gozar 'de los mismos derechos' que cualquier otra. Baena destacó que 'hay avances' en las relaciones con el Gobierno por cuanto resulta 'una deuda social' que el Estado ha de encargarse de subsanar, pero consideró que dichos avances no resultan ni 'eficaces' ni 'reales'. Así se expresó también el presidente de la Federación de Comunidades israelitas en España, Jacobo Israel, al opinar que 'el Estado debe quitar los impedimentos' que aún hoy dificultan que las religiones minoritarias disfruten de una situación diferente y obtengan mayores ventajas. En su opinión, para estas religiones 'hay una deuda histórica' y corre a cuenta del Estado la obligación de pagarla, incluso con medidas económicas, sea mediante la obtención de suelo estatal o mediante la asistencia religiosa en centros públicos. Israel, además, criticó 'la indiferencia' del Estado sobre 'la inseguridad' de la comunidad judía o el antisemitismo y lamentó que 'el Estado nunca se haya personado de oficio' en delitos antisemitas a pesar de que estos vienen tipificados en el Código Penal.